EL LIBRO DE LOS ADIOSES

EDITORIAL

Gracias, ha sido un gusto

Por Walter R. Quinteros

El diccionario dice de Bienvenido:  Dicho de una persona o de una cosa recibida con agrado o júbilo. Recibimiento cortés que se hace a alguien.

—Pero yo me voy.

—No, no, señor Walter, usted utilice un lenguaje serio, con esa cara con que me mira para darle la bienvenida a su nueva vida —me dice la elegante Licenciada Berenice—, debe elegir siempre un saludo apropiado. Debe darle la bienvenida diciendo algo como "Es un placer para mí despertarme y no tener más obligaciones que la de vivir una vida nueva". Mantenga siempre ese tono serio que lo caracteriza y evite las bromas inapropiadas, ahora no es el momento.

—Pero yo me voy, Licenciada.

—No, señor Walter, usted salude a los nuevos invitados a su vida, hágalo de manera informal con un lenguaje ameno. Haga un saludo simple y directo, como "¡Buenos días a todos!". Y no se olvide de expresar su gratitud hacia los nuevos invitados por aparecer en su nueva vida y dígales que "es maravilloso contar con ustedes en este día hermoso". Ahora si, ya abrió las puerta, ahora suéltese y sea usted mismo, ahora señor Walter, usted puede decir algunas bromas y mantener el discurso más ameno. Como a usted le gusta.

—Entiendo, ahora la entiendo, Licenciada, pero yo les quiero decir que me voy.

No, señor Walter, usted ahora dedíquese a captar la atención de su nueva audiencia con una potente apertura. Como siempre lo hizo. Márqueles a todos su presencia, emplee esa voz fuerte que tiene para que se involucre todo ese mundo nuevo. Haga una pregunta a la que le puedan responder, ¿a qué hora abren los negocios? Cuente un chiste, ¿alguien sabe dónde venden las gorras con visera para atrás? O mejor utilice esos recursos que siempre usó para conectarse con las personas. Haga algo, señor Walter, que a esa gente nueva les llame la atención, emociónelos.

—Está bien Licenciada, pero yo les quiero decir que me voy.

—No señor Walter, usted ahora memorice los nombres de las personas para poder hacer saludos individuales, mírelos a los ojos, sonríales, esas personas ahora pueden llegar a desempeñar un papel particularmente importante en su nueva vida. Y, tenga en cuenta que el zorro pierde el pelo pero no las mañas, como bien dice el dicho, y mande una cordial bienvenida especialmente a sus futuros alumnos en el arte de redactar una nota informativa.

—Pero Licenciada, usted que es la más bonita de todas, ¿cuándo les digo adiós?

—Señor Walter, usted ha escrito a lo largo de su vida, desgarradores capítulos que se pueden leer en "El libro de los adioses". Usted simplemente les dice a toda esta gente, que va a ir apareciendo en su vida nueva, que siempre les va a tener palabras de agradecimiento para todas aquellas personas que jugaron un papel importante mientras estuvo al frente de La Gaceta Liberal. Usted diga algo como, "no podría haber llevado a cabo este sueño sin el arduo trabajo y la dedicación de Fulano, Mengano, Zutano y Perengano, quienes trabajaron incansablemente a mi lado para hacer de este sueño una realidad", por ejemplo. De eso usted sabe.

—Claro.

—No se ponga meláncolico señor Walter. Señale con entusiasmo lo que vendrá más adelante o durante los próximos días, siempre muestre optimismo en este nuevo emprendimiento y escoja aquello que considere las partes que hayan sido más importantes, las que haya vivido con mayor intensidad, y anime a esas nuevas personas a prestarle atención, haga que ellos se entusiasmen. Por ejemplo, hábleles que una vez que haga tal o cual cosa, va a abrir el curso para redactores, que va a estudiar teatro, leer poesía, pintar. Aceptar meterse de nuevo en política, o volver a una radio, usted sabrá.

—Y ¿ahora les digo que me voy?

—No señor Walter, usted no se va, hará otra cosa, nada más. Ahora agradezca si, a esa enorme audiencia que tuvo, esos miles de lectores desperdigados por el país y el mundo. Cuénteme, señor Walter. ¿Qué les dirá?

—Gracias, ha sido un gusto...

—Suficiente, nada más.





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