POLÍTICA
El ex candidato presidencial, Roberto Lavagna, decidió no salir al cruce de las versiones de un ofrecimiento de Alberto Fernández para que asuma la conducción de la Economía. Pero la incomodidad que le generó lo impulsó a desmentir una supuesta recomendación. Ocurre mientras arrecia la embestida kirchnerista contra Martín Guzmán.
“Incomodidad más que malestar. Incomodidad”. Así resumían en el entorno más cercano a Roberto Lavagna cómo tomó la revelación del diálogo que mantuvo con Alberto Fernández sobre la actualidad y el futuro próximo de la economía, que él esperaba se mantuviera en reserva pero terminó en la tapa de los diarios.
Sabe que su nombre es mencionado cada vez que un ministro de Economía cae en desgracia. Le pasó antes y le pasa ahora, pero ocurre en un tiempo singular: los ataques a Martín Guzmán implican, en los dichos y en los hechos, un cuestionamiento al propio Presidente. Y surgen desde las entrañas de la coalición de un gobierno con la que discrepa.
Según pudo reconstruir Infobae de fuentes seguras, el ex candidato presidencial por Consenso Federal habló con el presidente Alberto Fernández el mes pasado. Compartió con él su mirada sobre las fortalezas y debilidades de la economía argentina.
Fue una consulta de las tantas que, de manera más habitual de lo que toma estado público, tiene el ex ministro de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner con los principales líderes políticos y económicos de la Argentina, tanto del oficialismo como de la oposición.
Por su extensa trayectoria en el ámbito público y privado, Lavagna es un hombre de consulta y, cuando fue consultado tanto por el ex presidente Mauricio Macri como por Alberto Fernández “siempre estuvo dispuesto a dar su opinión, pero muy lejos de tener intenciones de involucrarse en la gestión”.
La revelación del diálogo con Alberto Fernández ocurrió poco después de que también se conociera públicamente un intercambio con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
“Nada hay más lejos que haya recomendado a nadie”, le respondió el ex candidato presidencial a un interlocutor que lo consultó el lunes pasado sobre la supuesta mención que habría hecho en su charla con el Presidente sobre el titular del INDEC, Marco Lavagna, su hijo. “Roberto sabe que con todo el trabajo que tiene con el Censo jamás podría distraerse con otras cuestiones. Está haciendo una tarea inmensa que es central para el país por los próximos años”, agregó otra fuente que consultó Infobae.
De todos modos, los diálogos, llamados telefónicos y chats de WhatsApp con Lavagna fueron creciendo al mismo ritmo que se multiplicaron las críticas contra Guzmán.
(NOVA)
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