EDITORIAL
¿Vale la pena hablar de eso? Decía mi abuela cuando llegábamos con un chisme
Siempre es lindo conocer un poco más. Los libros, muchas veces, nos confirman el inmenso placer de leer, por ejemplo, quién esto escribe, ha leído a Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Jorge Amado, Antonio Di Benedetto, Mario Vargas Llosas, Isabel Allende, Clarice Lispector, Jorge Luis Borges, Sábato, Cortázar, Bioy Casares, y si me prestan ciento cuarenta manos, no me alcanzan los dedos para contarlos a todos, especialmente de autores sudamericanos. Perdón, a los ilustres que no he nombrado.
Maldita suerte tener que morirme sin leerlos a todos.
Las novelas, nos llevan a prestar atención, nos introducen en la curiosidad, nos despiertan el interés, nos sumergen en otro mundo, y leer las biografías no son la excepción.
Las biografías nos confirman las existencias concretas de los seres humanos en este mundo y nos señalan que somos seres susceptibles a ciertas indagaciones casi invasivas diríamos, sobre nuestra trayectoria, sobre nuestra vida.
Cuando una biografía se da a conocer, pasa a convertirse en un hecho histórico que relata el paso por este mundo de una persona y, tal vez se reclame por ello, la fidelidad de los datos que se puedan aportar tanto sea por el autor, como tal vez, por el interesado, ya que persigue el objetivo de acercarse lo más posible a la verdad.
Para una biografía, todos debemos estar seguros, que hay que respetar la obligada cronología. Porque estamos hablando de una vida, y estas tienen un orden en el tiempo que casi nadie debe ignorar en el relato. Los escritores debemos llevar al lector por la infancia, juventud, madurez y muerte en cada escrito, y siempre acertando en una organización textual que exija una dinámica de combinaciones.
Pueden aparecer y hasta es casi normal, la introducción de testimonios, ya que eso siempre ayuda para avanzar en el relato o, clarificar un por qué. Tengamos en cuenta que estos sirven tanto como acotación o como asociación.
Señalaríamos, de no ser así, que estamos ante una novela. O entraríamos entonces en la narración de una "novela biográfica" que es un género de novela que proporciona un relato —ficticio o real— de la vida de una persona contemporánea o histórica y, cuando se escriben este tipo de novelas, normalmente debemos centrarnos en las experiencias que tuvo esa persona durante su vida, en las personas que conoció y, en los incidentes que le acontecieron.
Pero las biografías no son necesariamente escritas sobre personas ejemplares, para nada. Toda la amplia gama de nuestra condición humana hace que tengamos, dinámica, particularidades, o potencialidades muy distintas y dignas de ser estudiadas.
¿Vale la pena hablar de eso? Decía mi abuela cuando llegábamos con un chisme.
Ahora viene lo mejor, yo los invito a preguntarse si la curiosidad respecto de la vida de un ser humano, especialmente si es alguien de la política, tiene algo de morboso, de interesante. O si acaso una biografía incurre en una actitud chismosa si se quiere, socialmente hablando.
Debiéramos preguntarnos si hablar sobre alguien y buscar precisiones entre sus familiares es un ingreso despiadado a la intimidad de esa persona —que puede estar muerta o no—, ya que debemos hurgar entre sus debilidades, constatar si mentía, si engañaba, si asistía, y tantas otras cualidades o características que lo diferencian y que a la vez, nos pueda otorgar algunas líneas sobre su personalidad.
Para hacer una biografía, creo, es necesario dedicarnos a la tarea de llegar lo más cercano posible a una verdad, la de develar algunos secretos sobre tal o cual persona.
Es entonces que también aparecen las autobiografías. Y nos volvemos a preguntar si existe alguien que sea capaz de querer "contarlo todo" y para qué. Si será capaz de desnudarse y meterse en las inquietas aguas del sinceramiento. O de mentir en forma descarada para un aprovechamiento personal.
Al principio lo dije, siempre es lindo saber un poco más, y los libros, benditos sean los libros, que nos otorgan el inmenso placer de leer y discernir.
Cuénteme, lo escucho.
Comentarios
Publicar un comentario