OPINIÓN
El arte, al rescate de la memoria
Por Redacción
La historia marca que desde el año 1886 empezó la construcción de la línea llamada Deán Funes - Chumbicha. En el año 1890 quedó inaugurado el recorrido hasta Paso Viejo, recibiendo Cruz del Eje, alborozado, el paso triunfal del tren. Nos dice Milton, desde el blog recuerdosdecruzdeleje.wordpress.
En el año 1891 se habilita el ramal que partiendo de Córdoba, atraviesa las sierras de Punilla y llegan hasta Cruz del Eje Sud, luego bautizado «Toco-Toco». Y en el año 1909 se unen las dos líneas ferroviarias. Era tal la importancia que había adquirido este sector sud con la llegada de la línea férrea, que muy cercana a la estación apareció el primer hotel moderno de esta esta ciudad, «Hotel Larcher» regenteado por esta tradicional familia.
Los famosos talleres, de los más importantes, entonces del país, fueron construidos en el año 1890 (anteriormente funcionaban en Tuclame) a lo largo de la calle Comercio, actualmente San Martín. Estos talleres se hicieron para la reparación de locomotoras y coches.
La historia dice que en 1962 se intentó privatizar el predio pero a causa de una huelga ferroviaria que duró 45 días la gestión fracasó. Los talleres ferroviarios fueron clausurados definitivamente en 1977 y demolidos posteriormente a fines de la década del ochenta al final de la presidencia de Raúl Alfonsín. Concluye Milton.
En un artículo del diario La Nueva Mañana, de Córdoba, Alexis Oliva nos dice: A partir del 15 de mayo de 1978, esta ciudad fue una víctima “integral” de la dictadura y su símbolo es lo que quedó de la estación y el taller donde hasta el día de su liquidación trabajaban dos mil obreros. Aquí el predio ferroviario no se recicló con fines culturales o turísticos, como en otras ciudades. Se convirtió en cementerio de trenes, comarca del saqueo y la violación, territorio del olvido.
Ese lugar representa el gran trauma de la historia reciente de Cruz del Eje. Lo que Marc Angenot en su estudio sobre los discursos sociales hegemónicos define como “un sentimiento doloroso difuso”, devenido en resignación y parálisis, por lo general inducidos por el poder. En criollo, el tangazo cruzdelejeño, la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser. Vergüenza porque también aquí se culpó a la víctima: el ferroviario era “vago, borracho y ladrón”. Dolor por todo lo que se perdió y parece que no tuviéramos derecho a recuperar.
Como en aquel grafiti que alguna vez registramos con el fotógrafo Julio Albornoz para ilustrar una nota sobre la conflictividad latente de Cruz del Eje, poco antes de que estallara en 1997 y volviera a estallar en 2000: “Algunos nacen con suerte, otros en Cruz del Eje”.
La estación sólo revivió para el largometraje documental-ficcional Ferroviarios – Memorias de acero en una ciudad sin tren, donde Verónica Rocha investiga causas y efectos y recrea los recuerdos personales y colectivos de antes, durante y después del ferrocidio local. La película nos permitió imaginar lo que muchos de nuestra generación hacia adelante nunca vimos: un ámbito de trabajo donde convivían dos mil almas.
El trauma ferroviario también inspiró las obras de muchos artistas plásticos, poetas y músicos, como la banda de rock Estación 69 y su Fantasma de la estación (“Tiempo sin piedad / todo todo se llevó. / Solos están los viejos andenes / sin ninguna explicación. / Cartel roto y despintado / quebracho sobre hormigón / y la huella del destino / esperanza que murió”). Como César Rossi y su blues ¿Dónde hay un tren? Como Raúl Juárez y su esperanzadora canción Despierta, Cruz del Eje. Como la más conocida Ferroviario, de Jairo y Daniel Salzano. Como aquel taller literario llamado El próximo tren, coordinado en los 90 por el poeta Andrés Utello, o el actual café literario Locos de la Estación. Así, el arte se convierte en un catalizador colectivo para afrontar una realidad que duele. Señala entre otras cosas Alexis Oliva.
Hoy, el cineasta Marcos Figueroa, está trabajando sobre los dramas particulares de aquel ferrocidio, sobre estas vías abandonadas, en este cementerio de trenes, y bajo este sol de Cruz del Eje.
Comentarios
Publicar un comentario