EDITORIAL
Vivir compareciendo ante la Justicia
No se cuál es la medida que usan. No se si es bastante grave para la moral de esta ciudad que su intendente esté envuelto en varias denuncias de fraude económico. Y que todo parezca normal. Intrascendente.
De eso solo se escribe en 2 o 3 medios locales y paremos de contar. Lo poco que se habla del asunto queda en escasos oyentes que se reparten entre 8 radios y que inmediatamente se tapa con algunos pedidos a la solidaridad que salen al aire y, a escasísimos comentarios de otros escuchadores, luego viene la música que distrae y lleva todo al olvido.
Nuestro intendente conoce mejor que nadie las barandillas de Tribunales y allí nunca están los micrófonos de sus "periodistas" exclusivos, a los que él llama para anunciar el rosario de mentiras con las que nos tiene acostumbrados. Ya parece cotidiano, común, ordinario.
Un intendente que —al menos quien esto escribe—, no le conoce profesión alguna, menos título, como para decirle que en él recae el gran deber de transmitir ciertos valores como la cultura del trabajo, buenos modales y la honestidad que pudo haber adquirido en los estudios. Pero administra la ciudad. Una clara muestra que cualquiera lo puede hacer.
Se habla si, de los fastidiosos farolitos colgados de un alambre sobre la calle Rivadavia y de algunas remodelaciones en ciertas calles, pero... ¿Estaban en los planes de trabajos anuales? ¿Saben los funcionarios lo que es un plan de trabajo anual? ¿Estaban en sus promesas electorales? No, revisando archivos, no. Le gusta el cuarteto y el circo. Y esas son sus propuestas visibles. Solo de eso se habla en erráticas discrepancias.
Lo más grave aún es que él usa parte de lo que se hace llamar "Prensa" para señalar esos "atropellos a la razón" como algo épico, necesario, y que se replican por las redes sociales para anunciarles estos despropósitos a la ciudadanía sin permitir —antidemocráticamente—, que nadie le toque el tema de la rendición de cuentas. De sus cada vez, más seguidas concurrencias a las barandillas de Tribunales. Sus adláteres se encargan de bajarle el precio a sus desmesuras al no formularle preguntas. El famoso "quedate piola".
Para eso está la pauta propagandística oficial, antes que la dignidad periodística y los preceptos que nos legaron los maestros como Javier Darío Restrepo y Ryszard Kapuscinski, entre otros. Esto que aquí sucede, se llama ataque a la libertad de prensa, también.
Sistemáticamente en el gobierno de Claudio Farías, han desfilado ante tribunales, todos sus funcionarios acusados de cierta deshonestidad. También debieran desfilar los que informan sobre ciertas "reuniones" sin nombrar el motivo real y concreto de sus viajes y por el cual, no está administrando la ciudad como su cargo lo indica.
Han mentido siempre. Y siempre buscarán hacer pasar los cuestionamientos legítimos de los ciudadanos o las investigaciones de la prensa independiente, únicamente, como si fuésemos parte de un plan desestabilizador y golpista organizado por este medio —La Gaceta Liberal—, y algún otro.
No se si ustedes, amigos lectores, se dan cuenta de lo peligroso que es permitir estas prácticas en las que los gobernantes como éstos, nos adulteran la realidad de la ciudad, a pesar de las evidencias señaladas a través de extensas editoriales. Y lo que es peor, bloqueando a este medio en la red social por la cual disfrazan sus tropelías.
Lamentablemente, esta demostración de bajeza llena de pestilencias, se debe en parte con nuestra quietud, tanto de los mal llamados "opositores", como de la ciudadanía, típica del "no te metás", y así vamos permitiendo que estos actos execrables se vayan normalizando y terminemos aceptándolos. Cruel destino le espera a la larga siesta cruzdelejeña.
Cada vez permitimos que estén más atrevidos en sus actos, y encima, la pasmosa lentitud de la bien remunerada Justicia, que los hace creer que son un objeto inalcanzable por las leyes. El famoso "metele que total no pasa nada".
Aquí nadie incita a nada —que quede claro—, simplemente se toma como un estilo de vida nuestro y muy particular, hacerles recordar que la democracia está vinculada con "la verdad, la transparencia y la rendición de cuentas".
Pero a ellos no se les mueve un músculo de la cara, tal es así que un concejal oficialista toma estas palabras para usarlas como bandera y lanzarse como futuro candidato. ¡Habla de transparencia! Pero nada de eso practica ahora ante quienes le confiaron la administración de las normativas en el Honorable Concejo Deliberante. Total, ¿quién recuerda eso?
Lo que si también debemos hacerles recordar a los votantes que la tolerancia a este cóctel de mentiras y poder político, además de hundirnos en una degradación moral, pone en peligro la salud democrática.
Nada grave hay en hacerles recordar a los ciudadanos lo mal que estamos, y parece que lo aceptamos. Parecemos zombies, seres resignados esperando la otra elección a ver qué pasa, a ver cuándo y cómo llegue a gobernar esta ciudad un Mesías con trabajo digno, con esperanzitas nuevas.
La ventaja que tiene este intendente y su equipo impresentable, es que los salva Juan.
¿Cómo que cuál Juan? Juan Schiaretti, el gobernador, y créame, no se por qué.
Pero por lo que me contaron en Córdoba, lo sospecho.
Lo confirmo y les comento.
Excelente su anàlisis!!!
ResponderEliminar¡Gracias!
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