EDITORIAL
"Si quieren remarcar precios, que remarquen, les presentaremos batalla"
Por Walter R. Quinteros
Si vis pacem, para bellum. Si quieres la paz, prepara la guerra.
Esta frase, deriva de un pasaje del escritor romano de temas militares, Vegecio, que dice: "Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum".
El dicho, dice Wikipedia, es uno de los muchos basados en el prefacio del libro III de su obra Epitoma rei militaris, posiblemente escrita alrededor del año 390.
La frase original de Vegecio es una hipótesis. Es una construcción condicional menos vívida, construida como supuesto, con una oración adjetivada y con ambos verbos en subjuntivo: quien deseara la paz, (por lo tanto,) se debiera preparar para la guerra.
Alberto Fernández, le ha declarado la guerra a la inflación, ese enemigo cruel que ha invadido de miseria nuestros bolsillos gracias a la inutilidad de nuestros políticos y, comienza mañana.
Si quieres la paz económica, prepárate para la guerra (contra los especuladores que están parapetados entre las góndolas de los supermercados y almacenes).
Pero en la semana, hemos visto que los peores resultados en la "lucha" contra la inflación, son créditos exclusivos de este gobierno. Aún, encima de los números de Macri.
¿Con ese argumento vamos a la guerra?
Hasta los mismos piqueteros, aquellos que normalmente viven de los planes, parecen ser soldados desertores de este ejército que debiera controlar las góndolas. Le exigen al gobierno más dinero o rompen todo. No hay más relato. No hay más Macri. No hay más pandemia.
El Día "D", ya está. Falta la Hora "H", para el comienzo de las acciones bélicas.
Aparentemente, la "guerra" a la inflación arrancaría con más retenciones, se buscaría ampliar la lista de Precios Cuidados y se abrirían programas para almacenes. Aparentemente.
El viernes, el primer disparo que dará por inaugurada esta guerra, sin lugar a dudas, es el anuncio oficial. ¡Bang!
Se espera que las góndolas estén esperarando parapetadas o desde sus trincheras, el ataque de Alberto y sus millonarios funcionarios, con la remarcadoras listas y apuntando.
No le conocemos al gobierno más armas para enfrentar esta guerra que las de siempre.
1)El congelamiento y control de precios. Verso ya conocido.
2) La suba de las retenciones de productos. Verso ya conocido
3) Y que nadie exporte, ni importe. Es como que ya ni importa.
Los sobrevivientes de viejas y extensas guerras, sabemos que las deudas que acarreamos, con esto, ya pasan a ser cicatrices.
Clara muestra pasa por el paisaje de nuestras heladeras y alacenas.
La primera guerra que yo recuerdo, se llamó "Ajustarse el cinturón", el ministro de Economía se llamaba Alvaro Alsogaray. El país sufría una alta inflación, y el funcionario lanzó un programa económico que enfriaba la economía hasta que "todo pase".
La arenga a los combatientes de aquellos años fue; "hay que ajustarse el cinturón para pasar el invierno".
La última guerra se llamó "Mesa del hambre", faranduleros fotogénicos nos llevaron a un derrota total, con un 54% de nuestros niños en la pobreza.
—"Yo les prometo que el día viernes va a comenzar otra guerra, la guerra contra la inflación y vamos a poner las cosas en órden". Dice el que escribe con la mano y borra con el codo, al instante. O, el que dice y se desdice en un abrir y cerrar de ojos.
Lo que quiero decirles es que nosotros somos auténticos "veteranos", que hemos pasado por diversos hospitales para recuperarnos de estas guerras llena de mentiras.
Los que la pasan bien siempre, en cada guerra contra la inflación, son los políticos. Basta simplemente con comparar los salarios de ellos con los nuestros. No tienen ni un solo rasguño, mucho menos, daños colaterales.
Probablemente, nos hablen de poner un mayor empeño en el control de los Precios Cuidados. Y de que van a llevar los Precios Cuidados a los almacenes.
De estar vivo Quino y, de haber seguido con su querida Mafalda, Manolito, el pibe almacenero, hubiese dejado su punto de vista en esta guerra.
¿De qué arsenal disponemos para el combate?
De 1300 productos que hoy conforman los Precios Cuidados. Aunque muy poca gente los conoce, ni saben para qué sirven, pero son el polvorín para escasos días de combate.
Para esta guerra, hay algo parecido a un general destinado en la primera línea de combate, se llama Roberto Feletti, y es el ministro de Comercio Interior. Dicen que viene manteniendo encuentros con las cámaras sectoriales, pero no con las empresas.
Algo así, como hablar con los mecánicos del plan de ataque y no con los pilotos de los aviones. Bien. Un genio total.
Puede ser también que se de un golpe comando.
Rápido y furioso.
Y se congelen los precios.
Sería otro fracaso.
Porque los supuestos comandos viven de las coimas... Y justo a éstos tenemos...
Desde mi humilde opinión, desde que asumió este gobierno, nunca tuvimos un plan económico, mucho menos un ministro de Finanzas, o de Economía, o de Hacienda. Hemos tenido si, un chico de los mandados para gestionar algo parecido a un acuerdo con el FMI, y hemos deambulado sin un plan económico que legitime nuestro peso durante dos años.
¿Así vamos a entrar en guerra, repartiendo cargos y más cargos?
El general Galtieri, en plena guerra de Malvinas les dijo a los piratas ingleses que habían puesto proa a sus barcos a los mares del sur: "si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla".
Adaptando esa frase a hoy, sería algo parecido a: "Si quieren remarcar, que remarquen, les presentaremos batalla".
Nuestras cicatrices saben demasiado de eso. Y duelen.
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