ACERCA DE DIOS Y EL DIABLO

OPINIÓN

La palabra Apocalipsis signfica Revelación, en rigor es una profecía sobre los acontecimientos de los últimos tiempos

Por Luis Illuminati

La presente reflexión surgió o raíz del comentario de un lector a un artículo anterior titulado: "Un arma nuclear denominada Satán", que es el nombre que tiene la poderosa bomba rusa. En el artículo en cuestión habíamos tomado el vocablo "Satán" desde cuatro puntos de vista respecto de los creyentes y no creyentes en la existencia de Dios y del Diablo o su inexistencia. Pero nuestra opinión se limitaba a enumerar las cuatro posiciones desde un ángulo o plano simbólico y lingüístico. Pero en modo alguno habíamos desarrollado algún fundamento teológico o metafísico.

En dicho artículo y en otros que hemos escrito en esta misma columna referidos a la guerra de Rusia con Ucrania y el enfrentamiento de la primera con la OTAN, no absolvemos en ningún momento de culpa a Rusia, hemos condenado la invasión rusa y al mismo tiempo la instalación secreta de 36 laboratorios de armas bacteriológicas en territorio ucraniano financiados por EE.UU., algo incalificable, es algo que fácilmente podríamos llamar un "plan diabólico". ¿Cabe alguna duda?

El lector en cuestión opinaba que "un ateo no cree en el Creador ni en el destructor, está acción de poner el nombre del destructor confirma a quien sirven". Es obvio que esta opinión es una toma de posición y es muy respetable, se comparta o no. Desde mi punto de vista lo que afirma dicho lector es posible, como también posible que quienes dicen: "Dios salve a la reina" o "Dios está con nosotros" o "Dios vencerá a mis enemigos" le llamen Dios al mismo Diablo, ya sea en forma equívoca o embozadamente. El satanismo u ocultismo, si bien es una vieja práctica a lo largo de la historia, antiguamente se lo perseguía. Y a sus prosélitos les costaba la vida, eran condenados a morir en la hoguera.

Pero en la actualidad no se considera delito estas prácticas, por lo cual ha cobrado un auge inusitado en EE.UU. más que en ningún otro lado en el mundo. Es lo que algunos teólogos no tradicionales y filosófos llaman "teología inversa". La idolatría ha sustituido la sólida fe religiosa de antaño y son muchos los que han endiosado al Diablo, en forma explícita o con el artilugio de invocar a Dios pero en realidad invocan secreta y conscientemente al Diablo; es una falsa "religión", una forma de neopaganismo. Son muchos los intelectuales los que han alertado acerca de las fachadas utilizadas en nombre del verdadero Dios. Es algo que como dijimos en el anterior artículo, ingresa en un plano netamente apocalíptico, el último libro de la Biblia, que es la terrible visión de San Juan -ya anciano- en la isla de Patmos.

La palabra Apocalipsis signfica Revelación, en rigor es una profecía sobre los acontecimientos de los últimos tiempos. No es fácil su interpretación, pero se desprende de sus versículos que la confusión, el desorden, la rebelión, las catástrofes y los cataclismos aguardan a la humanidad en un tiempo que parece haber llegado. En esta inmensa confusión global se podría decir que la locura le dicta su ley a la destreza y que la razón ha sido enviada al ostracismo.

Asimismo, cobran importancia los anuncios proféticos de Nostradamus y los de Fátima. Para salir del oscuro laberinto y saber quien miente y quien dice la verdad, quienes están del lado del bien y quienes del lado del mal, la única manera es mediante la fórmula evangélica que nos dio Jesús: "Al árbol se lo conoce por sus frutos". Si da buenos frutos es un buen árbol.

Por último, dicen algunos teólogos que el Diablo o Satán es un instrumento de Dios, ya que del mal saca el bien -"No hay mal que por bien no venga"- pues afirman "que la vida no tendría ningún sentido si no nos ganáramos la salvación eterna mediante nuestra elección y esfuerzo propio".

Luis Illuminati



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