LOS HALCONES YANKEES Y EL OSO RUSO

OPINIÓN

La guerra en Ucrania también es una batalla por el gas y una pelea por el control de las futuras fuentes de energía, puesto que por los actuales gasoductos también podría circular en un futuro no muy lejano, hidrógeno producido con energías renovables


Por Luis Illuminati

Concuerdo con la nota de Hinde Pomeraniec: "Putin apostó al trágico juego de guerra" (publicada en este mismo sitio), donde hace un buen análisis sobre la personalidad de Vladimir Putin y su relación con Ucrania y el mundo. Si bien no lo pondera, su opinión es tan objetiva como la de Carlos José Aga en su nota "El ajedrez de la guerra". Por otra parte, Ted Galen Carpenter,* experto en temas internacionales, ha escrito un artículo titulado: "Los halcones no distinguen entre Rusia y la ex Unión Soviética", tiene otro enfoque distinto a la de dicha autora. Pues ésta cree que Putin quiere refundar la ex U.R.S.S. de antaño y Carpenter da sus razones por las que sin ponderar a Putin manifiesta que ese punto de vista es de los "halcones" de EE.UU. que no distinguen entre lo que es la Rusia actual desde la caída del muro de Berlín y la perestroika al presente, en comparación con la ex Unión Soviética de Stalin que tantas calamidades provocó antes, durante y despues de la segunda guerra mundial.

Entre los "halcones" ubica al académico Michael Rubin, al que llama "rusofóbico". Fundamenta su posición en la circunstancia de que muchos analistas no contemplan o ignoran que con Rusia de hoy sucede lo mismo que con la Alemania y el Japón actuales, naciones a las cuales no se las puede asimilar en la actualidad con la Alemania nazi de Hitler ni con el Japón imperialista de Hirohito. Igualmente respecto de la Italia actual y la Italia de Mussolini. Además dice que la economía de Rusia es de corte capitalista y no socialista. 

Cree Carpenter que son los EE.UU. quienes pretenden mantener intacta la confrontación y el antagonismo de la guerra fría, a partir de los dos Bush, juego al cual Putin no se presta, ya que esto le conviene al imperialismo de EE.UU. y no a Rusia, que ya existía mucho antes del horror de la Unión Soviética. No se puede creer en una sola campana, que es justamente la que incentiva la carrera del tráfico de armas y tiene poderosos intereses fuera de su territorio, superpotencia que quiere estar presente en todas partes del mundo (estado omnipresente), sin olvidar su intervención en Medio Oriente y su conflicto con el mundo árabe antes y después de haber invadido Irak y Afganistán. 

Ha fomentado la discordia con el pretexto de defender al más débil (esto no lo dice Carpenter). No olvidemos que durante la Guerra de Malvinas violó el Tratado del Tiar y se puso del lado de Inglaterra. Por su parte, Carlos J. Aga, presidente de la fundación Consejo para el Proyecto Argentino, en su artículo "El ajedrez de la guerra", expresa:

"Viendo la catarata de opiniones sobre la situación internacional generada por la guerra en Ucrania, y sin desmedro del derecho a la opinión, no puedo evitar relacionar muchas expresiones con el pensamiento de Gabriel Ugas en su libro "Paradojas de la Ignorancia Educada" cuando dijo que "nos enfrentamos a una ignorancia sapiente: se cree saber lo que se ignora". Considerando que "la ignorancia" es el magma cultural mejor repartido que hoy existe". Desgraciadamente las cosas no son tan simples como en los cuentos donde hay "buenos" y hay "malos". No hay "ángeles" y "demonios", sino un frío cálculo de intereses. La confrontación que ha determinado los sucesos frente a los que reacciona "el sentimiento" y "la creencia" de la mayoría, esconde otros propósitos mucho más complejos. 

Por ejemplo, por sólo mencionar uno muy relevante. la guerra en Ucrania también es una batalla por el gas y una pelea por el control de las futuras fuentes de energía, puesto que por los actuales gasoductos también podría circular en un futuro no muy lejano, hidrógeno producido con energías renovables. Hay muchos más actores que los rusos y los ucranianios, interesados en estos combates. Como consecuencia de la guerra habrá fuertes transferencias de riqueza entre sectores y países, más allá de los que libran los combates. Ucrania terminará inmolada, como un peón en una partida de ajedrez". 

Esto es lo que piensa Carlos J. Aga. Pero hablando hipotéticamene pensemos lo siguiente. Si la Argentina tuviera de presidente a Vladimir, ni los mapuches ni Jones Huala estarían amenazando, asolando e invadiendo parte de nuestra Patagonia, ni permitiendo que toneladas de droga vengan por la vía fluvial Alto Paraná-Río de la Plata, mediante embarcaciones extranjeras que no le rinden cuentas a nadie. Está muy claro que ningún argento medianamente cuerdo, cagón y chovinista quiere un tipo como Putin. Es un loco. Prefieren un Néstor, un Macri (que carece de huevos), una Cristina -la exitosa abogada H2Cero- que poco a poco ha vuelto locos a todos los argentinos, a su hijo el Gran Máximo o el inútil y falso de Alberto cuyo hijo ha realizado un vergonzoso happening con la música del Himno Nacional Argentino. Si un ruso hiciera eso en su país: un burlesque del himno ruso, ¿crees que Putin lo dejaría pasar? No se puede negar que para Putin primero está Rusia y después los otros paises del mundo. Un loco. En cambio, a la Argentina le quitan territorio, le meten droga por todos lados, los paraguayos cruzan la frontera para votar a Cristina y sus socios y reciben subsidios todo el año. Pero claro, hay paz y no guerra. Esta hipótesis no significa que absolvemos a Putin sino que le dictamos falta de mérito.

Luis Illuminati

Comentarios