PARA SORPRESA DE MUCHOS, EL PRESIDENTE PIENSA TODOS LOS DÍAS

EDITORIAL

...En llevar la Capital al Norte argentino

Por Walter R. Quinteros

Cuenta la leyenda, que entre los traficantes de almas, se encontraban aquellos que vendían torpes engañifas para poder distraerlas y así, no ser sospechados en sus malas intenciones.

Otra leyenda argentina se sitúa en el año 1987, cuando el expresidente Raúl Alfonsín planificaba la idea de trasladar la Capital Federal a otra ciudad, con el objetivo —decía—, de descentralizar el poder.

En realidad, era para distraer sobre los malos resultados en economía —si la memoria no me falla—, del famoso y efímero Plan Austral, un programa económico iniciado en junio de 1985, y que logró contener la inflación en forma momentánea. 

Todo terminó cuando en 1988 un rebrote inflacionario tremendo, forzó a crear un nuevo programa, conocido como Plan Primavera. 

Aquella idea se consideraba polémica para aquellos años, pero ahora, el actual presidente Alberto Fernández —el peronista que dice ser alfonsinista—, la quiere reflotar.

Los vendedores de torpes engañifas vuelven con el viejo plan, almas desconsoladas.

En el día de ayer, y parado sobre un taburete armado por el Gobierno de la Provincia de Tucumán, como el que usan algunos saltimbanquis, el tamborero del redoblante llamó a silencio para que las almas convocadas presten atención:

"Todos los días pienso si la Capital no tendría que estar en un lugar distinto y venirse al norte; ¿no será hora de que empecemos a tomar estos desafíos?", dijo Alberto Fernández.

Lo que claramente plantea, es distraer la atención para que nadie hable del desastre económico de su gobierno con menos rumbo que barrilete sin cola.

Veamos: La inflación de noviembre llegó a 2,5% (Según ellos) y acumula 51,2% en los últimos doce meses. Otro dato estremecedor: En los primeros once meses del año la suba de precios llegó al 45,4% y superó en 11 meses la proyección del Gobierno de todo el 2021.

Algo planean estos rufianes. Ustedes escondan sus almas hasta las próximas elecciones.

Aquella leyenda decía que el expresidente Alfonsín, quería trasladar la capital a Viedma, unos 800 kilómetros al sur de la capital. 

¿Qué pasó?

Ya nadie hablaba del fracaso del Plan Austral y se apreciaban escandalosas escenas de pugilato en bares, restaurantes, fábricas y oficinas, entre los que adherían fervorosamente a esa idea distractiva, y entre las facciones que las criticaban.

Alfonsín, parado sobre un taburete de saltimbanqui armado por el Gobierno de la Provincia de Rio Negro y con el tamborero del redoblante al lado, hablaba a los portadores de almas, del coraje que había que tener para llevar a cabo su proyecto llamado "Patagonia", o "Segunda República", o "La moderrnización de la Administración Pública". Algo así.

Identificas a un traficante de almas fácilmente. Cuando agarran un micrófono, levantan el arco de la ceja de uno de sus ojos, te miran de una manera espeluznante y no parpadean. Anota eso, te puede servir para más adelante.

El peronismo de aquella época, se opuso ferozmente a la idea de la mudanza. Argumentaban en pleno combate pactado a 10 rounds, que aquel presidente buscaba "distraer a la opinión pública" de la crisis económica citada.

Cuando Alfonsín subió al ring e invitó a pelear a los descamisados criticones, les mojó la oreja llmándolos de "enanos".

El plan perfecto de los traficantes de almas, era vender esa engañifa con muy malas intenciones. Los votantes de aquella época, a eso, no lo habían votado.

Cuenta la leyenda que mucho tiempo después, mirando por la ventana de su departamento hacia la calle, Alfonsín había de recordar aquella tarde remota en que la mudanza capitalina fue uno de sus grandes fracasos. (Gracias, Gabriel García Márquez y Juan Rulfo por la cita).

Por estos días en que vivimos de sorpresas en sorpresas, y ya estamos todos vacunados contra el asombro, nos enteramos que este presidente actual piensa "todos los días si la Capital no tendría que estar en un lugar distinto y venirse al norte; ¿no será hora de que empecemos a tomar estos desafíos?" Dijo.

Déja Vu.

A esta película ya la vimos, me dirá usted, amigo lector.

Pero espere, no se vaya, porque la leyenda dice que ellos nos hablan como si todos estuviésemos envueltos por una suave brisa alegre que sabe a rocío de miel fresca, como un beso de una pareja amada cuando se desviste. 

Y nos dice que con eso, los truhanes te encierran, te miran sin parpadear, como si fueses su próximo almuerzo, entonces te cantan estas viejas canciones de sirenas mientras piensan en asesinarte y, de lo que sobre de ti, lo utilizarán como carnada en las oscuras aguas profundas de la pobreza.

"Tucumán progresó no solo con un edificio, sino también con un sistema judicial más moderno, más ágil. Y que puede ser un ejemplo para muchos otros, entre otros, para el sistema federal que todavía no ha podido implementar el sistema acusatorio en pleno. Hay que impulsar que inviertan a los que más plata tienen. Hay que impulsar que los que más plata tienen, la traigan y la pongan a producir en Argentina dando trabajo y crecimiento. No es posible que un chico que vive en el norte pueda encontrar mejor suerte en los suburbios de ciudades como Córdoba, Buenos Aires o Rosario", dijo el presidente Fernández sin nombrar El Calafate.

Mientras el tamborero del redoblante arengaba con su sonido indeterminado y furioso para que los "descamisados excriticones" aplaudan a rabiar.

Ahora, señores y señoras, los "enanos" son los otros. Los de boina blanca y sus socios.

Lo que debería alegrarnos, es que los vanidosos, los despiadados de las palabras, son apenas hombres y los hombres, tienen por costumbre pisar el palito al señalar que piensan todos los días —menos en la gravedad de los problemas que nos angustian—.

Pero esos hombres no piensan como nosotros.
Que somos los dueños de los votos. 
Que somos los que no entregamos nuestras almas a cualquier capricho solo para distraernos.
Que somos los que ya no caemos en ninguna trampa. 
Y que aprendimos a conocer el olor de la desconfianza.




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