MANUAL PARA QUE ESCUCHEN SU RADIO EN LAS FIESTAS

HUMOR

En Cruz del Eje, el calor no es el único ingrediente insufrible en las noches del 24 y 31 de diciembre

Por  Walter R. Quinteros

Ni los pesados familiares que caen sin avisar. Ni los hijos que se mandan a mudar a saludar amistades truchas con la moto sin el caño de escape, o con el caño de escape adulterado y con una sidra, fernet y una jarra de clericó bajo el brazo, a las 00:00 hs dejándolo a usted con el corazón en la boca.

Sepa que también están los programas insufribles de la radios locales, a esas primeras horas.

Un acoso bestial a la buena salud de nuestros oídos, los que ellos denominan, "bailables", un verdadero catálogo de berreteces que se reproducen al infinito gracias a los parientes y vecinos que los sintonizan y los ponen a todo volumen. Porque como dijimos, sus hijos salieron a "saludar" amistades y se llevaron el otro insufrible reggaetón a otra parte.

Pero vamos a ver si dan señales de vida los responsables:

¿Usted es el director de una radio, quiere hacer un programa bailable, y no sabe cómo?

Lea esta guía práctica y completa de La Gaceta Liberal con seis horas de programación para la noche del 24 y del 31. 

Sepa entonces que: Hay que entretener al oyente que se ha quedado sin el equipo de música con "bluetooth" que se llevaron los pibes.

1.) Tenga en claro que la música es, obviamente, un elemento central. Quizás usted es de los que tienen miles de discos, pendrive y cd's con obras musicales de todo tipo. 

1.a) Simplifique la selección del siguiente modo: coloque todos los discos, pendrives y cd's al sol, y espere unos minutos. Al cabo de un tiempo prudencial de espera, separe los que se mantienen sin cambios. Son los que usted no necesitará en el bailable. Los que le serán útiles serán los que, por efecto de la alta temperatura, chorrean grasa por todos lados.

2. Lo prohibido. Es conveniente advertirle que si usted es de esas personas que consideran que hay que decir cosas luego de pensarlas, su programa será un fracaso. Si además usted forma parte de esos grupos que creen que queda feo repetir conceptos, ideas y frases, peor. Y si, para colmo, es de los que consideran que queda horrible decir cuarenta veces por minutos las mismas ocho palabras combinadas de distinta forma, ni se presente por la radio.

2.a) Pero existe la posibilidad que alguien carente de sano juicio, o pago para hacer eso,  llame a la radio y le diga a los "conductores": ¡Muy bueno tu programa!

3.) Qué decir. En atención al punto anterior, usted se preguntará entonces cómo sus conductores deben hablar. Si ellos se sienten aludidos por las advertencias precedentes, a usted le resultará sumamente difícil expresarse del modo adecuado. Pero no se rinda, inténtelo.

3.a) La cosa es así: durante las seis u ocho horas de programa, haga que permuten constantamente y de manera aleatoria las palabras "Navidad", "Año Nuevo", "fiestas", "familia", "alegría", "mesa", "asadito", "bailar", "brindi" (no se olvide, así, sin la S final), "juntos", "saludito", "diversión", "corazones", "prosperidad", "paz", "cuetes" y "sentimiento", todo mezclado con los artículos correspondientes y exclamaciones como "¡vamos!", "¡si señór!", "Eso!", "Saluditos para la familia Mengana que nos está escuchando" y otras delicias más.

3.b) Haga que: Alternen todo ello con combinaciones del tipo "Nuestra vía de comunicación". "Con la mejor onda", "los vamos a acompañar toda la noche" "único medio" y "eternamente agradecidos".

4.) El tono. Dígales que no se venga con boludeces. Nada de un tono reflexivo o intimista. Que vociferen como si estuvieran vendiendo sandías un viernes a la tarde en la calle Rivadavia  y con el megáfono descompuesto.

5.) Que aprovechen los apodos de los oyentes para exponer un fino humor. Si al leer los "saluditos" se encuentra con que el Moncho de La Toma saluda a "Analía, la tararira de la Santa Rosa", o que "llamó el gordo", utilice el mensaje para hacer delicadas bromas con su compañero de conducción —¿Qué gordo? (recuerde que un bailable nunca se hace con un solo locutor frente al micrófono).

5.a) Que tampoco dejen escapar la ocasión de manejar un delicado doble sentido al mencionar apellidos como Ortelli, Cañete o Pascuarulo. Es importante que en todos los casos el chiste quede rematado con risotadas de vikingos ebrios y que en ese momento el "señor operador" suba el volumen de la cortina musical (preferentemente un tema de Q' Lokura o Dale Q' va, hasta saturar la señal.

6. Que no se olviden de "los privados de su libertad". Haga que los saluden y que le dediquen canciones a los reclusos de la penitenciaría de la zona, adornándolo con frases vuelteras como: 
"No somos quiénes para juzgar / a los que quizás, / en una de ésas, / por las cosas que tiene la vida / y que no sabemos, / o por un momento en el que uno no sabe / lo que puede hacer porque nadie tiene tampoco la seguridá de por ahí actuar cerébricamente / en un contexto determinado, / cometieron un error / o alguna equivocación que, repito, / cualquiera podría / en cierto modo accionar determinadamente / sin que eso signifique / lo que somos como seres humanos /  íntimamente en lo más profundo que tiene el alma / que son los sentimientos".

6.a) (Entre nosotros) Recuerde que después en sus editorialees, usted tiene todo el nuevo año para pedir que se incorpore la pena de muerte al Código Penal argentino.

7. Haga que le dediquen generosos espacios a los chistes internos que sólo entienden los que laburan en la radio. Eso crea intriga en el oyente. No deseche la posibilidad de construir momentos memorables entre los compañeros de conducción, en diálogos al aire como el siguiente:

"Y seguimos con la compañía que les estamos brindando a todos ustedes en esta noche tan especial, tan llena de alegría".

"Así es, y donde lo importante es estar todos juntos en familia, con la abuela, el abuelo, los papases, los hijos".

"Brindando por eso tan hermoso que tiene la vida que es... vivir". 

"Vivir plenamente como si fuera el último día, pero no último en el sentido de tristeza, sino último en el sentido de alegría, no de alegría porque sea el último porque último no tiene que ser tristeza sino que, si todos nos juntamos como sociedad, seguramente que saldremos adelante".

7.a) Exactamente, fulano. Y vamos seguir con la música, ¿te parece? A ver qué tiene el señor operador...

8. Y exíjales que metan un momento emotivo. Más o menos a eso de las cuatro de la madrugada, cuando el calor, el cansancio y las sangrías que pasaron por el estudio comienzan a fermentar dentro de cada uno, que se pongan emotivos. Este mensaje no falla (ni falta) nunca:

"Y tampoco podemos dejar de recordar a lo que ya no están, ¿no? Esos seres que por decisión de Dios se fueron a ese lugar donde ya no hay dolor, ni desilusión, ni calor, ni corte de luz, ni falta de agua, ni gente a la que hay que pagarle para que te cuide la moto, ni tristeza". 

"Ellos se fueron, pero permanecen en el corazón de cada uno de nosotros, porque acá como yo siempre digo, estamos de paso". 

"Este camino es una parte. Hoy ellos nos miran y nos alientan porque nos dieron lo mejor y seguramente que en un momento vamos a volver a encontrarnos y será otra realidad".

"Donde estemos felices, conviviendo naturalmente con la naturaleza y las cosas lindas que todos queremos que permanezcan en lo más profundo del corazón, ahí donde todo guardamos las cosas que nos hicieron felices y que están ellos también obviamente porque acá, como le dije recién, estamos de paso". 

"Pero allá no, allá estamos de planta permanente".

8.a) Recuerde que el otro "conductor" debe decir "hermoso lo que dijiste, y tan realístico", y haga cerrar con la cortina musical de Los Pimpinela con ese tema de la familia. Infaltable.

9. Si se siente un tipo único y ganador, repita todos los puntos anteriores, durante toda la programación, durante todos los días del año.

10. Para el final. En la "breve despedida" hable 40 minutos seguidos intentando cerrar una idea. Luego ríndase y déjela abierta nomás.

10) O sea: Si no se siente capacitado para hacer todo lo que todas las otras radios hacen, conéctese a una de Córdoba, o de otra provincia, en fin.

11) Lo mismo, como usted sabe, ya sea por pauta establecida, o por estar bajo los efectos del alcohol etílico, algún político lo va a felicitar.




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