ENTREVISTA A RICARDO ARAYA, EL OBISPO DE CRUZ DEL EJE

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"No busquemos soluciones viejas a problemáticas nuevas"

Por Walter R. Quinteros

El  Monseñor Hugo Ricardo Araya, en su homilía de ayer por el día de la Virgen, expresó que nada puede sorprendernos más que aquellas palabras que dicen "Llena eres de Gracia, llena eres de Gracia", así era María, nuestra Virgen, causando con ése énfasis en los fieles, un emotivo momento de  recogimiento, aquel que las personas católicas necesitaban cuando emprendieron la búsqueda espiritual. 

Nacido en el cordobés paraje El Cano, el 14 de marzo de 1960, Araya buscaba así, y creo que lo logró, iluminar la sabiduría interior de los presentes y, con esa actitud que requiere más de humildad que de valentía nos hizo reconocer las experiencias de todo aquello que nos acontece.

Instó a que la Iglesia recupere a los fieles de los barrios alejados y no se concentre alrededor de la plaza. Este es un momento perfecto para entrar en sintonía con la juventud, que no es mala, es distinta, los tiempos han cambiado, es otra la mentalidad, para eso "no busquemos soluciones viejas a problemáticas nuevas", señaló.

Araya comenzó sus estudios en la escuela de El Cano, su pueblo natal, y los continuó en la escuela de la ciudad de Alcira Gigena. Desde muy joven colaboró en los grupos parroquiales como catequista.

Cursó su formación sacerdotal y efectuó los estudios de Filosofía y de Teología en el seminario mayor de Córdoba, Nuestra Señora de Loreto. 

En 1991 obtuvo la licenciatura en Teología Moral en la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires.

Fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1984 en la catedral riocuartense de la Inmaculada Concepción.

—"Llevo 37 años de cura, formando curas", me dice.

En 1992 fue designado párroco de Santa Catalina de Siena, en la ciudad de Holmberg, donde permaneció hasta 2002. Durante ese tiempo también fue capellán auxiliar del Batallón 141 del Ejército, en Holmberg.

También señala que en su trayectoria desde el año 1985 hasta 1992 se desempeñó como formador en el seminario mayor Jesús Buen Pastor de Río Cuarto, y desde 1985 es profesor de Teología Moral en el mismo seminario mayor.

En 1993 fue designado director del Instituto de Formación Laical "Monseñor Leopoldo Buteler".

Desde 2002 hasta la actualidad es rector del seminario mayor Jesús Buen Pastor, de Río Cuarto. Es también miembro del Consejo Presbiteral, del equipo de Formación Permanente del Clero, y del Colegio de Consultores, y delegado del obispo para el Consejo Diocesano de Pastoral.

Designado Obispo de la diócesis de Cruz del Eje y a la vez Rector del seminario mayor en Rio Cuarto ¿Hay compatibilidad en las tareas?

—Bueno, soy más obispo ahora, he pasado muchos años formando curas y ahora estoy poniendo en práctica los que le pregonaba a los muchachos que querían ser curas, digamos. Yo he sido párroco por diez años y todas esas cosas me han dado las herramientas para ser obispo y, eso exige seguir aprendiendo de la relación con la gente, y que pasa a tener otra característica, las responsabilidades también son otras.

¿Está bien en Cruz del Eje?

—Me gusta Cruz del Eje. Me gusta ser cura. Estoy contento de estar acá, de su paisaje un tanto agreste por unos lados y no tanto por otros, me gusta la idiosincracia de la gente. Siempre le doy las gracias a Dios porque estoy conforme y porque estoy empezando a dar, ya conozco más el paño, ya lo disfruto más.

Tiene veinte parroquias ahora ¿Tiene sacerdotes para esas veinte parroquias?

—Tenemos veinte parroquias, pero también tenemos doscientas capillas y eso es muchísimo. Fíjese que hay capillas que funcionan como parroquias, como en Nono y no, no hay curas para tantos espacios, ellos son treinta ahora, asi es que hay algunos haciendo varias tareas y hay otros que ya son bastante ancianos. Solo me gustaría cubrir una en Villa Dolores que está muy cercana a la Basílica. Creo que gracias a Dios, estamos mínimamente cubiertos, la demanda es grande.

Usted lo dijo, la iglesia debe trabajar desde afuera hacia adentro, ¿El catolicismo en si, está perdiendo fieles?

—No sabría decirle, a nivel mundial crece en África y en Asia, en América latina decrece un poco. Yo no sabría decirle en esta diócesis que va desde La Cumbre hasta Villa Dolores si ha decrecido y cuánto, no creo que sea mucho. No tenemos estadísticas certeras.

¿La juventud se inclina por ser cura?

—Tenemos una crisis vocacional, Tenemos cinco seminaristas formándose y es un buen número. Hoy los jóvenes son distintos a otras épocas, considero que nos falta un poco de cercanía con ellos y eso es porque son distintos, no son malos, viven el el mundo de lo digital, de las comunicaciones y las adolescencias se prolongan, ya nadie se casa, van como probando y nadie asume una carrera, los compromisos para siempre, los que van en una sola dirección. Creo que les cuesta. Pero a la vez hay que decir que hay muchos chicos que son profundamente religiosos. Si nosotros les pudiéramos anunciar la creencia en Dios y en la Fe, ellos encontrarían que Dios los está llamando, porque Dios no abandona su pueblo. El trabajo de la pastoral juvenil es un tema que debemos abordar.

Asume como Arzobispo de Córdoba Ángel Sixto Rossi, Jesuita, ¿Qué le produce?

—A mi me da mucho gusto, me entiendo mucho con Ángel, cordobés, brocheriano y jesuita una combinación perfecta. Pero yo creo que lo que reclamam la gente es que la Iglesia debe tener es cercanía. Debe llegar a los barrios, a la campaña, a los lugares turísticos y yo tengo esperanzas en que Ángel tenga cabeza para armar otra forma de trabajo para acercarse a la gente. Que la gente lo pueda encontrar . Ésa necesidad del persona a persona es un reclamo generalizado. Brochero decía que conocía el Oeste cordobés como a su sotana, él conocía cada metro cuadrado y la gente lo entendía, ya sea a través de las imágenes y de los ejemplos. La gente lloraba al escucharlo o se convertía. Ésa es cercanía con la gente.

Hoy, miraba el cielo y la tormenta estaba arriba, parecía que el cielo se caía, pero usted encabezó la Procesión, recordé unas palabras de Brochero en una noche igual en que él sale al camino y dice que los hombres me sigan...

—En realidad dice "El que sea hombre que me siga". Si, en ése sentido es como que se adelantó a nuestros tiempos, es lo que la gente hoy pide, lo que la gente reclama. El tema no es trabajar para la gente sino trabajar con la gente, hoy día la estrategia es ésa. En una oportunidad el obispo le llama la atención a Brochero por decir malas palabras, entonces él dice "no tengo memoria en haber dicho una mala palabra, ahora, me he hecho tan como ellos que no le puedo asegurar que se me haya escapado".

Una última pregunta, cuando asuma Ángel Sixto, ¿me lleva?

—¡Vamos!

El primer obispo de Cruz del Eje fue monseñor Enrique Pechuán Marín, elegido por Pablo VI el mismo día de la creación de la diócesis (12 de agosto de 1963) y consagrado obispo el 21 de septiembre siguiente. Falleció el 16 de diciembre de 1983.

Lo sucedió monseñor Omar Félix Colomé, elegido por san Juan Pablo II el 28 de septiembre de 1984. Tomó posesión el 28 de octubre de ese año. Renunció por edad el 24 de junio de 2008.

El tercer obispo fue monseñor Santiago Olivera, elegido por el papa Benedicto XVI el 24 de junio de 2008. Tomó posesión de la diócesis el 7 de septiembre de 2008.

Monseñor Hugo Ricardo Araya  es el cuarto obispo de Cruz del Eje.



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