ENTREVISTA A AGUSTÍN BARLETTI: TODO SOBRE ILLIA

ENTREVISTA

"Lo normal sería que todos los políticos fuesen honestos"

Por Walter R. Quinteros

Los buenos hombres deben ser estudiados por las cosas que escriben.

Agustín María Barletti, estuvo puliendo sobre el piso de la confitería Premier, de Cruz del Eje, sus dotes naturales de escritor, abogado y periodista. 

Le bastaron pronunciar pocas palabras para llevar a la audiencia hasta las lágrimas, esas que brotan espontáneas cuando nos enseñan o nos recuerdan que, por estas callecitas tristes, caminó el presidente más honesto de nuestra Nación.

—¿Por qué Doctor en Derecho constitucional y graduado en la Sorbona?

—Porque una vez que me recibí, quería un doctorado y mandé cartas a todo el mundo, me aceptaron allá y eso que yo no sabía hablar el francés.

Agustín Barletti nació en la ciudad de Buenos Aires, en el año 1961 y me dice que recuerda haber tenido unos 6 años cuando conoció al Dr. Illia, las familias eran amigas. Yo desde mi infancia tengo recuerdos con este gran hombre. Una vez, creo que yo tenía 14 años, me habló de que debíamos subir en una balsa y salir de Buenos Aires a Rosario. Me mostraba un mapa y me señalaba dónde tenía a sus amigos Y ya, cuando tenía como veinte años, en que estudiaba Derecho, pude disfrutar de varios encuentros a solas con él, que tenía 81.

—¿Qué pasó en tu familia cuando se enteraron del fallecimiento de Illia?

—Fue un golpe tremendo, nos sacudió a todos, vos fijate que él iba a ser enterrado en el Monumento a los caídos de la Revolución del 90 donde están Irigoyen y Alem al lado de grandes figuras de radicalismo pero, toda esa parte de los panteones estaba en reparación, entonces mi padre cede un espacio y allí estuvo, con nuestros familiares. Fue muy emotivo ver a la gente como llevaba el atúd a pulso desde el Congreso hasta allá. Si mal no recuerdo, estuvo unos ocho meses. Todos los fines de semana íbamos a llevarle unas flores. En cada flor, me imaginaba un capítulo de su biografía.

Hoy, Barletti es editor responsable del Suplemento Transporte & Cargo del diario El Cronista.

—¿Cómo hacés para escribír tu columna en "El Cronista" y adaptar tanto tiempo para los libros que publicaste? Convengamos que nada que ver, ¿verdad?

—Si, tenés razón, bueno digamos que una cosa es el trabajo y otra una pasión. Vos escribís sobre...

—Política. Análisis y opinión -le contesto-.

—Y, es distinto, eso te lleva más tiempo, no podés congeniar con otra cosa, pero a los que nos gusta escribir, vos viste, nos hacemos tiempo para todo. Pero hay que ser multifacético. Entre la primera edición y esta última, no pude encontrar aquel espíritu que me llevó a escribir de esa forma tan desprejuiciada de mis comienzos, con los años, es como que nos calmamos un poco. El periodismo es así.

—Has publicado los libros "Hazaña en Gibraltar", "Malvinas, entre brazadas y memorias" y "Periodismo especializado". ¿Este último sobre Illia es el más emotivo, el más emocional?

—Puede ser, pero vos fijate que cuando el Papa Francisco se entera que nos íbamos a Malvinas, me entrega un Rosario para que lo colguemos en la cruz más pobre, en la más abandonada y eso hicimos. Fue muy emotivo. En cuanto a "Salteadores Nocturnos" yo tenía mucho material para escribir una biografía sobre él, y bueno entonces, decidí que había que cambiar el foco del análisis, y me consagré a trasladar todo para hacer una novela, en hacer una vida novelada, tené en cuenta que hubo una relación de mucho cariño con la familia. Cuando escribí "Hazaña en Gibraltar" hay una historia de superación personal. Diría que cada libro tiene su color. Su impronta.

—Recién dijiste una frase, que siempre se lo consideró a Illia como uno de los pocos políticos más honestos del país. Más que Belgrano, más que San Martín.

—Pero mirá de lo que estamos hablando, cuando lo normal sería que todos los políticos sean honestos. Siempre digo que Arturo Umberto Illia es el espejo en donde todos los políticos debieran mirarse. No solo fue honesto, fue un gran administrador.

—Me decía mi colega Marcelo Acosta, que te llevó a conocer el dique, que también visitaste la Casa Museo y la Estación de Trenes... ¿Te lo imaginas a Don Arturo mirando ahora este paisaje pobre y de abandono total?

—Cuando él es despojado de la presidencia, la Argentina tenía 40.000 km de ferrocarriles, cuando todos los países, desde México para abajo, incluído Brasil, no llegaban ni a 20.000. Todo este abandono duele. Y me enteré, con mucho dolor, que en la tierra de Don Arturo, solo hay dos concejales por el radicalismo, cuando esto debiera ser un bastión radical.

—Talvez sea porque aquí, en este momento y bajo este mismo techo, se encuentren los culpables.

—¡Ah, mirá vos!

El periodista y locutor Marcelo Acosta, tuvo la iniciativa de traer desde Miami al Abogado, Periodista y Escritor Agustín María Barletti, para presentar su novela histórica "Salteadores nocturnos", basado en la vida de don Arturo Umberto Illia.

Cuando nos despedimos, Agustín me dice: "Disculpá el tiempo que te hice perder". 
—No, al contrario, disculpame vos a mí.

Los buenos hombres deben ser estudiados por las cosas que escriben. 

Agustín María Barletti, estuvo puliendo sobre el piso de la confitería Premier, de Cruz del Eje, sus dotes naturales de escritor, abogado y periodista.

Les paso un aviso: 
Aunque ustedes no lo crean, siempre permanece escondido entre las palabras, el sonido de los latidos del corazón del escritor. Arrimen el libro al oído.




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