EDITORIAL
Por algo tan simple, como lograr bienestar
Como humanos, a tráves de los años, hemos vivido, vivimos y viviremos persiguiendo una ilusión. Los hechos de la historia nos dicen eso. El humano en su larga vigilia, puso su cerebro para inventar, convivir, lograr bienestar.
Por algo tan simple, como lograr bienestar
Por Walter R. Quinteros
Algo tan simple como eso, lograr bienestar.
Ya desde niños, teníamos la ilusión de nunca perder a nuestros padres. De esperar la llegada del "Niñito Dios", o Santa Claus o los Reyes Magos. Tal vez, en parecernos a los príncipes azules de los cuentos, a las Cenicientas, a las Blancanieves.
A ilusionarnos con parecernos a los héroes de las historietas, de los libros, de la TV o del cine. De parecernos a nuestros ídolos deportivos. Algunos en emular a nuestros próceres.
Después hemos perseguido la ilusión de ser felices con estudios terminados, con trabajo y con formar una familia.
Con la ilusión de ser partícipes en las largas jornadas de entrega por un ideal, o por un amor. Con la busqueda de la celebración de ser parte.
Y nos hemos ilusionados hasta con la cálida llegada de la primavera. Con la bendita lluvia que riega esta tierra. Con el sol de cada mañana.
Quién sabe sino, nos hemos ilusionados de aquellas sombras de las que está hecho el amor. Porque perseguimos constantemente esa búqueda que, nos revele el sentido de nuestra vida.
Y persiguiendo una ilusión, hemos tropezado con fracasos angustiantes. Hemos encontrado carencias, separaciones, hemos hecho algo mal. Pero siempre, lo volvemos a intentar.
Eso si, hemos ganado en experiencias. Y apreciamos ahora que persiguiendo cada ilusión nos hizo aprender de las anteriores.
También hemos notado que cada nueva ilusión que forjamos es para corregir los defectos de lo ya vivido.
Entonces viviremos persiguiendo ilusiones. Aún desde el mismo razonamiento.
Y como conjunto, en este país democrático, volveremos a votar. Que es parte de una ilusión.
Ahora vamos por la ilusión de la necesidad de encontrar entre candidatos a diputados y senadores, las personas que verdaderamente nos representen, estamos necesitados de volver a creer. Y ésta no es sólo la primera ilusión, sino la más grande.
La ilusión de creer, allí expresamos todo como sociedad. Creer, confiar.
De la ilusión al fracaso
¿Y entonces cómo es que nosotros, los que expresamos nuestra voluntad de elegir a personas que nos representen, estamos organizando marchas y asambleas, pidiendo agua?
Respuesta: Es por que hemos tropezado de nuevo. Por que hemos confiado en torpes, en ineptos, en incapaces que se esmeraron en mentirnos y, lo siguen haciendo, siguen defraudándonos, y ellos mismos a su propia conciencia.
Su ambición es más grande que nuestra ilusión.
Hemos llegado al punto tal que protestamos por las tarifas excesivas. Por la falta de empatía del gobierno por nuestros comerciantes. Por que nos metieron un basural sin nuestro consentimiento. Por que no tenemos calles en condiciones. Por la falta de trabajo. Por que hacen cosas innecesarias de poca utilidad. Porque "facturan" con números dibujados para tapar otros huecos, tal vez. Por que nos ocultan planes, obras, programas y números. Por que despilfarran dinero público. Por su alta tasa de inmoralidad.
Y lo que es peor, por que nos falta el agua. Nos mintieron con el agua.
Hemos llegado tan confiados a oírlos, que ahora, en busca de una nueva ilusión, no les creemos nada.
Por eso, un grupo importante de personas, sin banderías políticas, este miércoles a la noche, se hicieron sentir en Cruz del Eje.
Por que ahora, nuestra ilusión, depende del pueblo unido. No de supuestos palabreríos políticos, nuestra ilusión ahora es salir de esta situación de personas indignadas que sobrellevamos, por culpa de la inacción de nuestros políticos. De sus contínuas mentiras.
Ahora estamos corriendo tras una nueva ilusión. La de volver a ser. De pertenecer.
Los cruzdelejeños NO aceptaremos más otro fracaso de nuestros políticos.
Y a usted le digo, candidato a diputado suplente. Olvídese de nuestro voto. Usted con sus desatinos, representa la suma de toda nuestra desconfianza. Y va para el legislador también. Y para los políticos de turno con ciertas aspiraciones; Quedan ustedes debidamente notificados.
Por que si mínimamente, hubiesen trabajado llenos de buenas intenciones, nosotros jamás, dejaríamos nuestros deberes cotidianos, para asumir nuestro derecho de protestar por sus malas acciones.
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