EDITORIAL
Y un análisis futbolero
Por Walter R. Quinteros
Juan Schiaretti, me parece, se para sobre la línea de cal del campo de juego, su equipo ha entrado a la cancha para disputar este nuevo partido clasificatorio. Con su gente, con camiseta propia, con libreto propio, está el HPC.
Salieron a la cancha dispuestos a mostrarse totalmente distintos de cualquier semejanza con el gobierno nacional, salen con la clara idea de que nada tienen que ver con el juego que practica el kirchnerismo, que eso se sepa. Por eso eliminaron al FDT.
Votos, quiero votos, les dijo Juan. Nosotros no somos como ellos, no pensamos igual, jugamos distinto. La arenga en el vestuario fue esta:
“Les pido que sigamos juntos, que nos sigan acompañando. Que miren siempre a la hora de ver a quienes acompañan, que miren quienes son los que sólo hablan y cuando les toca hacer, hacen muy poco o no hacen nada. Porque hablar puede hablar cualquiera, hacer sólo hacen aquellos que tienen voluntad de trabajo, un inmenso amor por su tierra, un inmenso amor por su gente y una voluntad de que llegue la justicia social. Les pido que sigamos juntos, que sigamos haciendo oír nuestra voz allá, en Buenos Aires, que sigamos defendiendo lo nuestro”.
JXC entró también al campo de juego, jugadores que en el encuentro anterior se mostraron con cierta unidad, que supieron disimular roces y discusiones, ahora sonríen juntitos para la gran foto.
Y para que la tribuna vea que es cierto, trajeron algunas viejas figuras del club que no conocen las canchas cordobesas, como Horacio Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo y Martín Lousteau.
El equipo de JXC ahora estará dirigido por Rodríguez Larreta. Que se para en la línea de cal para ver "la versión más fuerte" de este equipo.
Votos, quiero votos, les pide Horacio. "Somos la única fuerza que puede decirle basta a los avances del kirchnerismo". Los arenga.
Sucede que en JXC se apartaron de las recetas de Mauricio, que no los hacía jugar bien. La tribuna desconfiaba.
Estos dirigentes con sus manuales técnicos bajo el brazo, tanto Juan Schiaretti, como Rodríguez Larreta, prefieren la mesura.
Muestran un perfil bajo.
Los tipos hablan poco, pero cuando lo hacen, es porque seguramente les conviene meter la cuchara en esta salsa de aspiraciones.
Los dos, nosotros lo sabemos, buscan posicionarse para el máximo galardón, que es el 2023.
Este encuentro que comenzó a disputarse ahora, parece una extraña riña electoral entre dos contrincantes que, no solo quieren mostrarle a la provincia quién la tiene más larga sino, como quién es el más opositor a este gobierno kirchnerista, nada más.
En los equipos se destacan Luis Juez y Rodrigo de Loredo en Juntos por el Cambio, y Ale Vigo y Nati de la Sota en Hacemos por Córdoba.
Schiaretti, un viejo lobo en estas cuestiones, y Rodríguez Larreta, el sucesor de Macri, levantan una mano y la ponen a modo de visera para mirar mejor cada jugada, porque no vaya a ser cosa que ese sol del Frente de Todos, les impida ver el desarrollo de este juego.
Nosotros esperamos frente al televisor que suene el timbre.
No, perdón, el silbato.
Comentarios
Publicar un comentario