FUERTE CAÍDA DEL KIRCHNERISMO EN LA UNIVERSIDAD

POLÍTICA

Los dos precandidatos a rector por el oficialismo (Boretto y Conrero) tienen el camino expedito para retener el rectorado en mayo próximo

Por Gabriel Osman

La Universidad, lugar natural de los cambios y el pensamiento crítico, es un escenario eminentemente conservador. En las elecciones de la semana pasada se renovaron mandatos en sus quince unidades académicas y en catorce ganaron los decanatos sus respectivos oficialismos. La excepción fue Psicología en donde compitieron tres fórmulas y deberá concurrir a balotaje porque ninguna logró el mínimos del 40%. Aunque tendría todas las de ganar la agrupación Synthesis, un desprendimiento del grupo que lidera su actual decana, Patricia Altamirano, que lleva como binomio a Germán Pereno y a Alejandra Rossi.

Pero no todo ha sido quietismo: en sintonía con los vientos políticos que soplan en el país, la militancia kirchnerista se muestra en franco declive: su brazo estudiantil, La Bisagra, descendió al tercer puesto, cediendo el segundo a la alianza conformada por el MNR, el peronismo vinculado a la Provincia y sectores de la agrupación Sur. También resignó dos bancas de consiliario en el Consejo Superior (se quedó con apenas una) y perdió cuatro de los siete Centros de Estudiantes que conducía.

En elecciones tan complejas como las universitarias es casi imposible publicar con todos los detalles los resultados. Alcanza para dar cuenta de esta complejidad que al sistema de elección directa de las autoridades por sistema de ponderación simple, debe tenerse en cuenta que se votó a distancia (aún no se ha superado la pandemia); se eligieron decanos y vice; consejeros para los quince consejos Directivos de cada Facultad de los cuatro claustros del cogobierno; para consiliarios estudiantiles y para designar a las autoridades gremiales de los alumnos, que son los Centros de Estudiantes. Los resultados ni la concurrencia son iguales (nunca lo fueron) para cada uno de estos tramos.

Sin embargo, debe computarse como acertado el instrumento elegido para la votación porque la participación fue muy importante. Por tomar una referencia, en la elección de consiliarios para designar a los integrantes del máximo organismo de gobierno de la UNC, el Consejo Superior, emitieron voto 58.152 estudiantes, sobre un total estimado de 120.000 alumnos activos. De estos, 29.502 fueron para la Franja Morada; 16.236 para la alianza MNR, PJ y Sur (cuya aparición es relativamente reciente y fue alentada por el hoy ministro de Desarrollo Social, Carlos Massei); y finalmente 6.750 La Bisagra.

Es más que obvio que estos resultados dejan en inmejorable situación al oficialismo para competir en mayo próximo por el Rectorado, pero siempre y cuando sus dos principales precandidatos, Marcelo Conrero (Agronomía) y Jhon Boretto (Económicas) logren dirimir sin conflictos la candidatura, y que Rogelio Pizzi (Médicas) se limite a modelar esta pulseada sin participar, porque merecimientos tiene y es decano de la Facultad más grande la UNC en los cuatro claustros.

Es más que oportuno tener presente esta cláusula porque la hoy oposición le arrebató en 2007 el Rectorado a una alianza tuti fruti –que, con puntería, el periodismo la denominó peyorativamente La Cooperativa- por una fractura que se produjo entre el rector, Jorge González (Exactas) y el vicerrector, Daniel Di Giusto (Agronomía). A esto se sumó una figura entonces en ascenso como candidata a rectora, como Carolina Scotto, y que la Franja Morada la apoyó.

Mucho ha cambiado en la política universitaria desde entonces. El hoy rector, Hugo Juri, llevó salubridad al sistema electoral con las elecciones directas, derogando ese “colegio electoral” de 200 personas que en conciliábulos resolvía sobre vida y hacienda de la universidad que poco tenía de pública, como no sea que los recursos financieros para su funcionamiento los proveía y los sigue proveyendo el Estado nacional.

Otro dato es que el kirchnerismo es hoy una fuerza política en decadencia. Cuando llegó al rectorado, sus Facultades pivot fueron Filosofía y Famaf. Un rasgo de declinación lo marca la situación interna de estas dos unidades académicas. En Famaf, para no abundar en detalles, gobierna aun una agrupación filo K e incluso logró retener el Decanato. Pero el desencanto es tal que el escrutinio indica que el primer lugar en el podio lo ganó el voto en blanco.

Pero aun con estas diferencias la cláusula para que el oficialismo rectoral sea competitivo en mayo sigue siendo la negociación.

(Alfil)

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