DEPORTES
Jugó 83 minutos con 10 hombres, en forma impecable
Así es el River de Gallardo, solidario, metedor, inteligente y disciplinado. Desde los 7 minutos del partido jugó con 10 hombres. Y le sobró para imponer su juego, exquisito por momentos.
La expulsión por plancha y pisotón del juvenil Felipe Peña que se llevó la tarjeta roja directa, condicionó al técnico a armar otro esquema, bajando a la última línea a Enzo Pérez y desarmando un poco la línea media de los volantes.
Pero el esfuerzo doble de Enzo Fernández, la solidaridad de Palavecino y Rollheiser y el punzante ataque de Álvarez, desconcentraron a un Talleres que perdió la brújula rápidamente, como si nunca se hubiese dado cuenta que tenía un hombre más.
Talleres no hizo un buen partido, rozó lo malo, tirando a pésimo y justo cuando, por la posibilidad de acercarse a un punto de su rival puntero, cuando más necesitaba jugar el gran partido del campeonato, se vio superado incluso desde lo anímico.
Todo fue mérito de los de Gallardo.
La jugada del primer gol, puro pizarrón salió en un tiro libre, a una avivada espectacular de Simón, que Robert Rojas empujó la pelota al fondo del arco.
Ya en la segunda etapa, y bajando la intensidad, Enzo Pérez vuelve a la mitad de la cancha por el ingreso de Maidana para reforzar el fondo.
Sin sobresaltos para Armani, a pesar de la desordenada enjundia de Talleres, y promediando la etapa final, un contragolpe cargado de genialidad, colocó en tres pases, Palavecino, Álvarez y Romero que puso el segundo y lapidario tanto.
Ríver jugó el partido simplemente como lo tenía que jugar, paseando su estampa de futuro campeón.
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