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El reclamo del hermano del arquitecto asesinado durante la marcha en Rosario
Vecinos de Rosario marcharon este jueves para reclamar seguridad. La movilización fue convocada tras el crimen del arquitecto Joaquín Fernando Pérez (34), asesinado frente a su esposa por ladrones que intentaron robarle el auto.
La concentración fue en Alberdi y Juan B. Justo, a metros de donde vivía la víctima y de donde fue asesinado. A partir de las 19 se pudieron ver carteles con pedido de justicia por el crimen de Pérez y reclamos de seguridad. "Ya basta de sangre", se puede leer en la remera de uno de los manifestantes.
"Sangre inocente, funcionarios deficientes", reclamaba una bandera argentina intervenida con letras rojas. Los políticos fueron el centro de los reproches. Se escucharon insultos contra el gobernador Omar Perotti y muchos exigieron la presencia del intendente Pablo Javkin.
“Marchamos para pedir Justicia por Joaquín. Somos vecinos que ya perdimos a Osvaldo, ahora a Joaquín. No queremos perder a ningún vecino más. Decimos basta”, decía el flyer de la convocatoria.
Carteles escritos a mano resumieron los reclamos de los manifestantes, entre los que se destacaron los grupos familiares de padres jóvenes con sus hijos. “¿Dónde están los políticos?”; “Justicia por Joaquín, queremos seguridad”; Exigimos justicia por Joaquín”; “Es la falta de decisión política. Basta de proteger criminal".
En la movilización dijeron presente familiares de Pérez. Llevaron una bandera negra con letras blancas que rezaba: “Justicia por Joaquín”.
“Que lo de mi hermano sea el principio para el final. Que den la cara por Joaquín y por todos los que pasaron por lo de Joaquín. Que se terminen. Dejen de lucrar con la salud y la vida de nosotros”, dijo el hermano de la víctima.
Reclamo repetido
La convocatoria recuerda las marchas contra la inseguridad que sacudieron a la ciudad en 2016. Bajo el lema “Rosario Sangra”. En ese momento llegaron a reunirse 20 mil personas que reclamaron por casos que tuvieron como víctimas a familiares, amigos y vecinos.
Aquellas dos manifestaciones multitudinarias, realizadas el 25 de agosto y el 8 de septiembre de aquel año, tuvieron tal impacto que empujaron al entonces presidente Mauricio Macri y al gobernador santafesino Miguel Lifschitz a cerrar un acuerdo para el envío de más agentes federales a la ciudad.
Esa herramienta se utilizó con recurrencia en los últimos años, aunque con magros resultados. Desde 2014 y hasta la fecha se anunciaron ese tipo de refuerzos en siete oportunidades.
La semana pasada fue el propio ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, el que encabezó un acto para formalizar el desembarco de 575 agentes para que colaboren en el patrullaje y los trabajos de inteligencia que se desarrollan contra las bandas delictivas de Rosario.
También se proyecta la creación de un nuevo destacamento de Gendarmería, al que se dotará de mil efectivos y que estaría en marcha en marzo del año próximo.
Un asesinato a sangre fría
El crimen del joven arquitecto asesinado el martes llevó al intendente Javkin a reclamar por el trabajo de los agentes federales. “Si vinieron fuerzas, por favor, que empiecen a cuidarnos mejor”, cuestionó.
Por el homicidio aún no hay detenidos. Los investigadores siguen la pista de dos hombres que fueron captados por las cámaras de seguridad. El Gobierno de Santa Fe decidió ofrecer una recompensa para quienes aporten información para esclarecer el caso.
La estadística criminal en la ciudad volvió a agitarse en los últimos meses. Incluso, aun con las restricciones impuestas por la pandemia, 2020 cerró con 212 crímenes, el mayor número de los últimos cinco años. En 2021 el registro ya acumula 187 asesinatos.
De acuerdo al último informe del Observatorio de Seguridad Pública (OSP) de Santa Fe, presentado el 10 de octubre pasado, hasta esa fecha se habían contabilizado 182 homicidios en el Gran Rosario. Sólo cuatro (2,1 %) estaban relacionados con robos, como el caso en el que fue víctima Pérez.
De acuerdo a ese trabajo elaborado por el OSP, 112 (61,53 %) de los 182 asesinatos están vinculados con economías ilegales u organizaciones delictivas, en tanto que 30 (16,48%) fueron provocados por conflictos interpersonales.
(Clarín)
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