OPINIÓN / POLÍTICA
Locuaz ave política capaz de regenerarse una y cientos de veces de sus cenizas luego de haberse incendiado en diferentes situaciones
En la mitología griega, el Fénix es un ave de larga vida que se regenera de sus propias cenizas. Según algunas fuentes, el fénix muere en un espectáculo de llamas y combustión, aunque hay otras fuentes que afirman que el ave legendaria muere y simplemente se descompone antes de nacer de nuevo. Existen diferentes tradiciones con respecto a la vida útil del fénix, pero en la mayoría de los casos el fénix viviría hasta 500 años.
En una versión más argentinizada, más "coucheada", el ave Fénix es una emblemática criatura de fuego que es capaz de elevarse majestuosamente desde las cenizas de su propia destrucción. Por eso simboliza el poder de la resiliencia para salir de los problemas fortalecido.
En Córdoba podríamos decir que tenemos la versión cordobesa del ave Fénix representada en el candidato a senador por Juntos por el Cambio Luis Juez. Nuestra definición se basaría en una locuaz ave política capaz de regenerarse una y cientos de veces de sus cenizas luego de haberse incendiado en diferentes situaciones.
Luis juez fue un aliado incondicional de José Manuel de la Sota, a quien abandonó cuando se dio cuenta que la oficina de anticorrupción que había creado para él, era solo una pantalla de protección para frenar futuras investigaciones.
Maltrecho por esa primera frustración, surgió nuevamente construyendo su propio partido y creando la primera oposición dura contra la. figura indiscutida del peronismo de Córdoba, que dominaría la escena política por más de 20 años hasta su fallecimiento reciente, en un accidente automovilístico.
Con su lengua sagaz y una crítica humorística brillante, logró encantar a muchos cordobeses y de la nada logró conseguir nada más y nada menos que la intendencia de la ciudad de Córdoba, cargo con el que pasó con más penas que gloria. Terminando su mandato con una medida que actualmente, muchos cordobeses reclaman enérgicamente por el dolor de bolsillo que genera y que fue la toma y pasaje a planta permanente de 4 mil nuevos empleados municipales inamovibles, vitalicios, algunos de ellos, según decían por aquellas épocas, acompañados con prontuarios abiertos en la Justicia de Córdoba o recién salidos de la fábrica de Bower.
A pesar de ese antecedente poco meritorio, estuvo a punto de ganarle las elecciones a gobernador en el año 2007 al peronismo perdiendo por centésimos de votos, centésimas que todavía se discuten en las mesas de café de Córdoba, por la repentina aparición que tuvieron después de cerrado el acto eleccionario y que lo daba como seguro ganador
Fue un duro golpe, parecía el fin , pero luego de pasar varios años cumpliendo diferentes misiones legislativas de segundo grado reaparece fulgurante y resucitado en el 2015 como miembro fundador la imbatible coalición de cambiemos, año en el que Cambiemos y sus globitos ganarían 5 de las seis elecciones disputadas en Córdoba.
Pero de repente, en medio la catarata de triunfos hace una jugada en la que claramente esta vez sale auto incendiado. Se une a Olga Riutort, en una alianza inexplicable, incoherente, insostenible y cae derrotado de manera calamitosa ante la figura alicaída por una gestión mediocre, de Ramón Mestre hijo. Quedó chamuscado.
Para colmo de males, vaya a saber porque razón acepta un cargo castigo por parte del gobierno de Mauricio Macri, que lo envía al exilio a Ecuador, país desde el cual trata que mantener con muy poco éxito la estructura de su partido político local, que continúa cayéndose a pedazos, incluso empieza a quedar en el olvido.
En el 2019, nuevamente queda involucrado en otro incendio político cuando la ya devaluada Cambiemos pierde las elecciones a gobernador, luego de un lamentable forcejeo de egos e individualismo y falta de propuestas de cambiemos ante un fortalecido Juan Schiaretti.
La coalición a la que pertenece sufre una catastrófica derrota en manos de un engendro caricaturesco del Peronismo liderado por Cristina Kirchner y representado por un intragable Alberto Fernández, que aplasta de manera sorprendente la candidatura de Mauricio Macri. Que ni en sus peores sueños imaginó que perdería y encima por semejante paliza , para desazón, desencanto y desesperación de muchísimos argentinos que empezaron desde ese momento a buscar Ezeiza.
Sin embargo, logra aferrarse otra vez a un bote salvavidas, esta vez en la Cámara de Diputados, desde donde logra sostener un gris protagonismo, pero con su figura aparentemente siempre en decadencia y su partido desapareciendo en la nada misma.
Llega este 2021 y lo encuentra bastante chamuscado con la gente enojada, sobretodo en Córdoba por tener que soportar un Gobierno Nacional nefasto y muchos culpando de la desgracia a la coalición que Integra con cambiemos.
Nuevamente, cuando llegó el momento de armar las listas, se mete con pasión en la rosca de cambiemos, que termina esta vez en una sana decisión de por fin competir democráticamente y que la ciudadanía elija.
Apenas empieza la compulsa, aparece Mario Negri con un "as" de espada, devaluado, pero "as" de espada al fin, al conseguir sorpresivamente el apoyo de Mauricio Macri a quien, hasta ese momento, se considera un preferido de los cordobeses.
Parecía que la derrota y el incendio definitivo estaba a la salida de la votación del domingo pasado y sí bien todo era una gran incógnita, nadie se imaginó la victoria rutilante alcanzada por su lista que aplastó por muchos votos a la que lideraba Mario Negri, que rápidamente salió a reconocer su derrota .
Como si fuera poco y resucitando una vez más como el ave Fénix en un vuelo rutilante, la coalición de cambiemos le ganó por el doble de votos a su contrincante más cercano, apadrinado por nada menos que un encumbrado Juan Schiaretti, actualmente muy bien considerado por los cordobeses, quedándose Luisito con todos los laureles.
Queda ahora la elección de noviembre, donde el protagonista de esta historia deberá confirmar que el ave Fénix cordobés ha resucitado una vez más de sus propias cenizas.
(NOVA)
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