LA INEPTOCRACIA

OPINIÓN

Sucede que aquellos que se proclaman como defensores de la democracia y la libertad, son los que habitualmente apoyan y ejecutan políticas restrictivas y destructoras

Por María del Carmen Taborcía

El término ineptocracia le es adjudicado al escritor y filósofo francés Jean D'Ormesson (1925-2017), definido como: “Un sistema de Gobierno en el que los menos preparados para gobernar son elegidos por los menos preparados para producir".

"Y los menos preparados para procurarse su sustento son regalados con bienes y servicios pagados con los impuestos confiscatorios sobre el trabajo y riqueza de unos productores en número descendente, y todo ello promovido por una izquierda populista y demagoga que predica teorías, que sabe que han fracasado allí donde se han aplicado, a unas personas que sabe que son idiotas".

En una entrevista que se le realizó en 2012 manifestó: “Yo soy un hombre de derechas pero en muchas cosas pienso como un izquierdista: creo profundamente en la igualdad hombre-mujer, soy católico pero estoy lleno de grandes dudas religiosas y soy un europeísta convencido aunque en estos momentos muy desencantado y un poco asustado”.

La democracia conocida como el menos malo de los sistemas de convivencia que se conocen, suele gozar de una gran protección y si alguien osa criticar o cuestionar en algunos aspectos, enseguida lo catalogan como defensor de la dictadura o del totalitarismo.

Pero suele suceder que aquellos que se proclaman como defensores de la democracia y la libertad, son los que habitualmente apoyan y ejecutan políticas restrictivas y destructoras de las libertades individuales.

Para llegar a la democracia hubo un proceso; ahora en muchísimos países se está en otra instancia: la ineptocracia, es decir, el poder de los ineptos o incapaces. El concepto se enfoca principalmente en el bajo rendimiento que presta el representante político, dentro de las reformas sociales y culturales, así como el desconocimiento de las características de las mismas.

El gobernante forja mentiras sobre la cruda realidad para hacer que los habitantes de su falso e ínfimo reino se sientan seguros y cómodos y le sigan dando su incondicional apoyo.

Algunos escritores políticos concuerdan que este tipo de gobernantes se defienden de las críticas por sus errores, haciendo creer a sus ingenuos seguidores que son víctimas de sus perversos competidores que quieren derrocar su Gobierno.

En un Gobierno inepto crático participan los menos hábiles a través del poder económico o la propaganda masiva, quienes habitualmente, toman medidas ineficaces que disminuyen la competitividad y el crecimiento del país, por lo que la pobreza se acrecienta. Otras consecuencias son la injusticia, el abuso, la corrupción y la torpeza de los que toman decisiones.

Sería un buen ejercicio ciudadano para evitar estas plagas de incompetentes, recordar las palabras del político y periodista uruguayo José Batlle y Ordoñez: “En una democracia de verdad, el pueblo no debe conformarse con elegir a sus gobernantes, debe gobernar a sus elegidos”.

(NOVA)

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