EDITORIAL
Uno de los grandes defectos del ser humano es el de la deslealtad
Por Walter R. Quinteros
La deslealtad, se pone de manifiesto en forma constante en muchos ordenes de la sociedad.
Se produce en las relaciones entre las personas cuando una de estas traiciona la confianza que uno o varios han puesto en ella y realiza un acto que debe ser definido como traición.
Porque esta es la forma en que se manifiesta la deslealtad. Ya sea, tanto en esferas privadas, como en muchas ocasiones, en la actividad política, que es la más clara.
La deslealtad es un gran defecto de la humanidad y tal vez, uno de los más graves, porque arranca de un acto inicial de la confianza que se deposita en quien luego nos traiciona.
"La traición tiene una gravedad mayor que si se tratara de un ataque normal de una persona a otra. Y esto es así porque en este caso podrá afectarte, obviamente, este daño ocasionado, pero cuando se produce desde una persona en quien habías depositado tu confianza el impacto del daño todavía es mayor, porque moralmente la traición provoca un efecto superior negativo que el ataque de una persona a otra con la quien no hay una relación previa, o aunque exista esta, no parte de una previa relación de confianza depositada por la víctima en la persona que más tarde le traiciona", aclara el español Vicente Magro y, sobre esta enunciación, parte este editorial.
La deslealtad le puede hacer daño cualquier persona, pero si este acto se produce por alguien de su entorno más cercano, el impacto lesivo del daño es mucho mayor que si se lo causa alguien ajeno a usted.
Y ese entorno puede ser tanto el familiar como el de los amigos o, en el grupo profesional.
Veamos la deslealtad en Cruz del Eje
Para citar un ejemplo, si a Cruz del Eje, va a venir un alto funcionario, sea de la Provincia como de la Nación, y la oficina de Prensa, si la hubiere y funcionara como corresponde, debiera cursar invitaciones a los medios. A todos. No hay nada para ocultarle al pueblo que los sostiene a través de sus impuestos.
Pero el temor explícito que tienen los funcionarios a los que sabemos formular preguntas, a los que no nos tirita ni la voz para decir las cosas, ni los dedos a la hora de escribirlas, hace que nunca seamos invitados. Ni nos atienden los llamados.
Eso es claramente, un acto de una deslealtad absoluta a la comunidad que escucha, lee y tiene comprensión de textos. O sea, a usted, no al medio informativo nunca invitado como este.
Así las cosas, resulta que también tenemos amigos, o quizás una persona relacionada profesionalmente, que por una miserable primicia, produce un daño mayor, ya que la información, por ese egoísmo, no le llega completa a la sociedad, sino, al segmento que sigue tal o cual programación. Nada más, y la misma se pierde, se olvida.
Es poco ético decir "único medio", cuando hubo una invitación cursada a casi todos. Esa relación de confianza, va mucho más allá que una competencia entre colegas. Si cada cual mantiene su estilo, su dinámica, su impronta al informar.
A lo que hay que apuntar, es que en esta ciudad, existan las herramientas informativas sobre un tema de interés general. Entonces y para eso, las invitaciones deben cursarse a todos los medios y no solo a los medios "amigos", y los medios, colaboradores entre si, a compartir algo que no es ni será una primicia.
Tampoco nada cuesta contarle a los colegas "no amigos" de la administración de turno, que viene Fulano de Nación, o Merengano de Provincia, a inaugurar cuatro metros de calle de una obra que comenzó hace quince años, por ejemplo. Compartir para ampliar el horizonte de personas informadas es un acto ético. Colegas de Santa Fe, Mendoza y Buenos Aires, lo hacen con este medio.
Para que no haya deslealtad, el medio informativo, "no amigo", éticamente agradecerá y compartirá aquello que a su estilo, a su particularidad, posteriormente informará, y siempre, citando las fuentes. De ahí la ética.
La deslealtad y la traición son los actos más graves que hay y por los que nosotros, como sociedad y medio informativo, demostramos cierta repulsión dada la imprevisibilidad del acto que nadie merece sobrellevar. Y se da también en algunos grupos de Facebook en Cruz del Eje.
Donde ahora todos los administradores son "entrevistadores" y "homenajeadores".
Por supuesto, no vamos a dejar de lado al traidor político que, en cambio, actúa cuando su votantes esta desinformados, cuando sus votantes y los otros no se lo esperaban y, cuando por ello, la sociedad sale a buscar información ante ese inesperado acto del funcionario al que le confió el voto.
Eso ocurre en Cruz del Eje, donde parece que los medios "amigos", tapan a pura música de "cuarteto" algo que sea incómodo de informar. Porque tienen "pauta" publicitaria y, no quieren perderla.
De allí surge siempre la importancia de mantener informada a la sociedad. La de poner en sus manos, la consideración de la información, ya que los traidores al pueblo no deben ver impunes sus actos. Más aún cuando estas conductas de los funcionarios afecten nuestros erarios públicos. Como aquí ocurre.
El que quiera oír, que oiga, el que quiera leer que lea, pero debe tener al alcance siempre, la información que brindan todos los medios.
Distinto es cuando en cambio, sucede un hecho inesperado y un medio informativo está presente o llega primero, tiene ahí si, su primicia. Porque eso es un acto que surgió de repente, y ellos sabrán atrapar al oyente o al lector, mediante el título, crear la intriga necesaria con el subtítulo y mantener el suspenso a lo largo de la nota para que la información llegue lo más clara y amplia posible. Depende de cada profesional crearle a "su" noticia, un final impensado, dramático, emotivo o poético.
Algo que no se puede ni se debe consentir en esta sociedad cruzdelejeña, es la falta de información, la verdadera información. Como hace esta administración.
Ocultarla, es la bandera de este "equipo" de gobierno encabezado por el intendente Claudio Farías, por su Secretaria de Finanzas, por todos sus funcionarios y, lamentablemente, por aquellos medios que tienen una "miserable pauta publicitaria".
Y ese dinerillo, no tapa al sol de esta cuenca. Ni a los patos ni al águila.
(La Gaceta Liberal / Redacción Cruz del Eje)
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