¿TOCAR MADERA?

OPINIÓN /

¿Será por eso que el Gobierno nacional pretende importar esos falos de madera de 17 centímetros de largo por 4 centímetro de diámetro?

Por María del Carmen Taborcía

La frase “Tocar madera” se encuentra muy extendida y es utilizada cuando no se desea tener mala suerte o se quiere evitar un mal augurio. Es decir, que tocando madera se pretende atraer la buena suerte y distanciar lo malo, anhelando que todo vaya bien.

La madera es un material que procede de la naturaleza, aporta calidez y tranquilidad a nuestros sentidos. Visualmente resulta atractiva y agradable, al tacto también genera una grata sensación, y por sus propiedades térmicas su temperatura es siempre adecuada. Si bien su olor varía dependiendo de las especies, generalmente gusta incluso cuando se usa en forma de leña como combustible.

Existe una teoría que explicaría el origen de esta frase y que tendría más de 4.000 años de antigüedad y es asociada a los griegos, ya que, ante el desconocimiento, la mayoría de los efectos de la vida para los que no había una explicación científica, eran atribuidos a la acción de un Dios.

La madera es un material presente desde la propia existencia del ser humano, considerada un elemento noble, con excelentes propiedades. En especial la madera de roble era la más admirada por los griegos, ya que era el árbol consagrado a los dioses.

El roble es una especie más propensa a ser alcanzada en las tormentas por los rayos, así estar cerca de un roble equivalía a tener mayor protección de un Dios, por lo tanto, tocar su madera, podría dar buena suerte.

También hay una versión que considera que esa expresión proviene de paganos que tenían la creencia de que en los árboles habitaban hadas y otros seres fantásticos y místicos que con su ayuda se podía atraer la buena suerte.

Dándole golpecitos a su madera ayudaban, a su vez, a espantar a los espíritus que tenían malas intenciones. Con esto las personas empezaron a creer que, si tocaban la madera de los árboles y pedían un deseo, éste se les iba a cumplir.

Después, el número de golpes o toques comenzaron a significar algo: un golpe era el deseo y el segundo golpe era para “dar las gracias”.

Decir “toco madera” es una tradición en muchos países de Latinoamérica y también en Estados Unidos, Finlandia, Suecia, República Checa, entre otros.

En resumen, tocar algo de madera sirve para intentar, por superstición, alejar un mal que no se desea que llegue. “Tocar madera” se practica en esos momentos en los que se necesita una pizca de suerte. Antes de una entrevista de trabajo, de un examen, hasta cuando alguien hace algún daño y no quiere que el karma lo alcance.

¿Será por eso que el Gobierno nacional a través de su Ministerio de Salud pretende importar esos falos de madera de 17 centímetros de largo por 4 centímetro de diámetro? ¿Necesitan suerte porque le temen al espíritu de justicia? ¿Los veremos próximamente aferrados a ellos cual Harry Potter montado en su Nimbus?

¡Ojalá sea pronto que los divisemos volando y perdiéndose en el horizonte!

(NOVA)

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