OPINIÓN / EDITORIAL
La hipermetropía es un trastorno común de la vista en la que usted puede ver claramente objetos distantes, pero los objetos cercanos le pueden resultar borrosos
Es lamentable cómo el ciudadano cruzdelejeño ha dejado de lado sus penurias cotidianas para hablar de banalidades, cómo por ejemplo cuándo vuelven los bailes de cuarteto. Cuánto cuesta una latita de picadillo en estos supermercados si la lista de precios cuidados dice tal o cual precio, o de oscuros programas de mala fama en la TV, o si Ríver o si Boca. Los pillos nos mantienen entretenidos.
Estamos ante hechos reñidos con la ética y la moral, en épocas en donde las denuncias de corrupción han sido constantes, pero que, de repente, aquellos promotores, se fueron, se convirtieron en una estela de humo detrás del canto de sirena que emiten las grotescas promesas de figurar en listas de "buena fe", en alguna burda boleta o lista de candidatos políticos para las próximas elecciones.
Nos quedamos sin referentes de las protestas, aquellos que cuando se trataba de buscar responsables en los temas públicos, alzaban las voces en los medios, convocaban. Cortaban rutas. Pedían a gritos por el basural, por la Justicia, por los desaciertos del intendente.
Ahora, al parecer, estas personas piensan que ya cumplieron, y esperan por sus derechos personales y políticos que, prioritariamente, deben anteponerse a los reclamos que decían representar y que todavía no terminaron su circuito.
Oficiaron de carteros para obtener alguna bendición, parece que les pagaron su silencio con un "Te anoto". Y, con eso, se olvidaron que pregonaban eso de "ejercer la facultad de hacer o exigir todo aquello que la ley o la autoridad establece en favor de la ciudadanía".
Se llamaron toditos a silencio.
Les agarró la hipermetropía, ahora miran bien allá a lo lejos, y no leen la letra chica de lo que aquí sucede. Ya nadie corta la ruta, ya nadie exige nada, ya no hay caravanas de autos protestando. Por suerte, sólo quedamos una o dos voces en la radio y uno o dos pares de manos escribiendo. Quedamos los que informamos libremente.
Las falsas promesas que a ustedes, políticos, los hicieron callar, son solo eso, sépanlo. No se olviden que las responsabilidades públicas deben anteponerse ante cualquier ambición personal. Quedan debidamente notificados.
Porque parece que se olvidaron de los hechos que ocurren en este Municipio que está sumido en un caos administrativo, y que ha llevado a la ingobernabilidad de la ciudad.
Ya nadie les protesta, ya nadie monta carpas frente a Tribunales aunque sea para saber sobre el estado de los expedientes. Aunque sea para saber por qué los protagonistas de esta historia, los elegidos y los puestos a dedo, incumplen protocolares juramentos y se olvidaron de atender las necesidades de la gente, de la ciudad. Y las necesidades de la gente, son urgentes, están interconectadas entre sí y son: movilidad, seguridad y trabajo.
Parece que ya a más nadie le interesa por qué nos piden que veamos lejos, que miremos lejos y que nos digan, mirá, mejor no salgas, mirá la cantidad de contagios, fíjate que las vacunas, pregúntale a la coordinadora de vacunas, aquí hay mala gente, nos robaron las macetitas. Sigamos avanzando...
Tiran la pelota para otro lado. Patean lejos para que miremos dónde cae. Nos quieren hacer creer que la culpa es de quién la infló, y no lo inútiles que son pateando.
Hay una silenciosa pugna política en esta ciudad. Se asoman personajes que merodean haciéndose los buenos y bondadosos en demagógicos repartos de alimentos, ropas, colchones y ya aparecerán otros artilugios conseguidos en los depósitos de material sobrante. Son los mismos que se negaron a atender a la prensa. El terror que tienen a responder preguntas verdaderas que buscan respuestas que no brindan, por temor que al abrir la boca para contestarla, los lleve directamente al crematorio de los cadáveres políticos.
Y se destacan aquellos que aprobaron la llegada de la basura de Punilla a estas tierras. Los que se niegan a reportajes, pero que ahora mandan saluditos como "Feliz Día, Periodistas" o "Feliz Día, amigos". Todos, unos atrás de otro, han perdido credibilidad y dignidad.
Tanto los irresponsables que están ocupando una silla del Estado, como los que se quieren sentar en ellas.
Ya nadie protesta, nadie dice nada, ahora se buscan con lupa en qué lugar de la lista los va a bendecir el gringo Schiaretti, o Caserio, o Mestre, o Negri o cualquier otro político que hoy se encuentre encumbrado.
A usted, amigo lector que solo confía en que mañana debe poner un plato de comida en la mesa para su familia, le hablan de que hicieron tal cosa, de que estuvieron reunidos sin contarle para qué. Lo pasean, hacen la jugada perfecta y lo hacen mirar allá lejos, porque de aquí, nadie le dice nada. Ni siquiera que están manejando los sobres de las alianzas electorales para beneficio propio.
¿Acaso le cuentan cuánto dinero hay en la municipalidad?
¿Acaso le cuentan cuál es plan anual de trabajo para su cuadra, su manzana, su barrio, su ciudad?
¿Acaso le justificaron con papeles lo que hablaron?
A eso súmele el aumento del boleto del ómnibus fantasma que usted espera, y los costos por viajar en taxi. Aumentos que ellos mismos aprobaron. Y, en cuanto a la seguridad, al parecer, los protagonistas de esta historia no notan el rápido aumento de hechos delictivos, lea el parte policial diario de la Departamental. ¿Le dicen cuántos efectivos policiales hay?
Pero son especialistas, hacen que usted mire lejos, para eso se llenan la boca con un Turismo inexistente cuando hay en esta ciudad, menos camas para el turismo que personal de enfermería y menos agentes policiales que camas en el hospital.
Es cuestión de recorrer la ciudad, de leer o de escuchar las quejas de los vecinos o basta con preguntarle a la gente si se atreve a dar un paseo por ciertas zonas y de noche. ¿Se han dado una vuelta por la plaza Armesto? El 9 de julio había una bolsa de residuos izada en lugar de nuestra bandera.
¿Cómo atraeremos el turismo si no es posible caminar sin tropezarse en las veredas y calles intransitables, con un claro aumento de ladrones, o expendedores de drogas?
Cruz del Eje merece respeto. Cruz del Eje no tiene más tiempo para que su máxima autoridad siga con su inestabilidad emocional que ya nos costó una camioneta y vaya uno a saber cuántas cosas más.
Y todos, uno tras otro, con su silencio, han hecho que los derechos de esta ciudad, queden a un lado, frente a la realidad de lo que, monetariamente sueñan para sus bolsillos, sus políticos.
Entre y lea la página oficial del gobierno de Cruz del Eje: Fíjese en las "funciones" de la secretaria ejecutiva y, las "funciones" del secretario de gobierno en su "misión". Se tropiezan entre ellos y entre los dos solo suman desconcierto interpretativo. Claramente ahí sobra un cargo, sobra un sueldo. Así nos va.
Por eso les conviene que aquí se hable de cuándo empiezan los bailes, de los rompe florcitas, de patear la pelota lejos, bien lejos, pero que nadie pregunte para qué ponen a jugar a unos tipos que no saben ni siquiera patear. No, de eso no se habla.
Se llama hipermetropía, que usted mire y sepa bien lo que pasa en otro lado. Aquí cerca, les conviene que no vea nada, que no sepa nada, y así le parezca todo lindo. Pero esto es un caos.
(La Gaceta Liberal)
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