EL GOBIERNO ESTALLA POR TODOS LADOS

OPINIÓN /

El presidente es el gran arquitecto de la demolición



Por Mario Casalongue

Es un lugar común en cada uno de nuestros análisis semanales la referencia al creciente deterioro del Gobierno Nacional , donde el Presidente es el gran arquitecto de la demolición. No le basta con los ataques que recibe desde fuera y desde dentro de su propia coalición, sino que pone especial énfasis en alimentar las burlas y repudios a través de sus reiteradas apariciones públicas.

Las sugerencias de que se llame a silencio que recibe de su círculo más estrecho no tienen ningún efecto sobre él. Está desbocado. Y, a diferencia de lo que sucedió en el tramo final de la presidencia de Fernando De la Rúa, cuando el entonces presidente era caricaturizado y ninguneado por la oposición y los medios, ahora es el propio Alberto Fernández el que se encarga de proporcionar las imágenes y frases para elaborar las memes que lo desautorizan. Tan inseguro se siente que pretende controlar todo, incluso las burlas y ridiculizaciones que recibe su figura.

No le alcanzó con sus dislates sobre el origen de los argentinos de la semana pasada. Tampoco con el reconocimiento de la victoria de uno de los candidatos en las elecciones peruanas antes de que el resultado fuese oficial o su directiva “ahora salgan a contagiarse”. El presidente está desbordado, ha perdido el rumbo, y no coordina sus acciones. Este miércoles se sintió “conmovido” con una artista plástica que había elaborado un cuadro que se le obsequió en una de sus visitas a las provincias. Tan “conmovido” quedó que la rastreó en las redes sociales, la invitó a la Casa de Gobierno, invirtió dos horas en acompañarla en un recorrido del lugar y hasta la hizo fotografiarse en pose presidencial. Este impensado amor por el arte generó nuevos comentarios y otras tantas memes, que incluso señalaban la injusticia para las otras damas con las que comparte sus fogosos diálogos por las redes sociales hasta altas horas de la noche. A diferencia de Mauricio Macri, Alberto no corta a las 19 horas para mirar Netflix. Prefiere la naturaleza viva y en movimiento.

Otro papelón innecesario fue el del cobro retroactivo del aumento a los monotributistas, en el que debió dar marcha atrás más rápido que volando. Innecesariamente –como en el caso Vicentín y tantos otros- se provocó la herida que luego no consigue suturar.

Mientras que la economía se hunde y la situación social amenaza con explotar, Alberto insiste en sobreexponerse. Quiso ir a Pergamino pero debió desistir en vista de la contundente protesta que se había organizado. En Salta lo esperaban nuevas señales de repudio. Ni siquiera Axel Kicillof pudo quedar a salvo de este movimiento de protesta que se va espiralizando por todo el país, al punto que debió retirarse a la disparada, apenas iniciado su discurso en Junin.

Tampoco las encuestas son precisamente favorables para el Gobierno Nacional. El resto del país ha sido prácticamente abandonado a su propia suerte en materia electoral, ante la imposibilidad de marcarle el terreno a gobernadores e intendentes. Sólo cuenta la Provincia de Buenos Aires. Pero, incluso allí, los números que se manejan son demoledores. Hasta una encuesta encargada por la propia vicepresidenta ubica a María Eugenia Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta por encima de Cristina Fernández de Kirchner, Alberto y Axel… ¡Incluso en La Matanza!

El grupo más decepcionado y crítico con el Gobierno Nacional en su conjunto son los jóvenes de entre 18 y 30 años, que ven su futuro cerrado y su presente insostenible. No por nada es el segmento que más ha caído en las garras de los “libertarios”.

Desesperada, Cristina se trasladó a La Plata para respaldar a su heredero, Axel, recurriendo a un discurso “peronista” y confrontativo que es el termómetro perfecto de la gravedad de la coyuntura. Ni se molestó en nombrar a Alberto, avanzó con su Sistema Unificado de Salud e, inmediatamente, le saltó a la yugular la oposición política, mediática y corporativa. Los sindicatos ni se molestaron en contestarle: saben que el Gobierno no tiene ni el poder ni la autoridad para llevarlo adelante.

El gobierno ya tiró la toalla en el combate a la inflación, al punto que salió a celebrar el 3,3 por ciento de mayo como una buena noticia. Ya la inflación anual prevista por Martín Guzmán –ya prácticamente convertido en un “ocupa” de su cargo- ha sido alcanzada en seis meses, y los más contemplativos pronostican arriba de un 50 por ciento para este año. Ötros sostienen que no se podrá controlar la hiper.

En política internacional, al papelón de la felicitación anticipada a Pedro Castillo –que motivó una queja formal del hermano país- se sumó la decisión de abstenerse de condenar al Gobierno de Ortega en Nicaragua en la OEA, justo en el momento en que Sergio Massa trataba de conseguir el apoyo del gobierno de los EEUU en su negociación con el FMI. Si lo hubieran planeado no podrían haberlo hecho peor. Claro que con un canciller como Felipe Solá cualquier cosa es posible.

Por si fuera poco, Juntos por el Cambio está a punto de cerrar la incorporación de Jose Luis Espert, Ricardo López Murphy y Margarita Stolbizer, y el radicalismo parece haber encontrado un caballo ganador con Facundo Manes en la Provincia de Buenos Aires.

Y esto sin contar con la reaparición de Florencio Randazzo, a la cabeza de un espacio que incluye a Roberto Lavagna, Juan Manuel Urtubey, Graciela Camaño y numerosas agrupaciones y partidos vecinales en la Provincia de Buenos Aires. Es un secreto a voces que si no se abren internas competitivas en el Frente de Todos en la provincia, muchas agrupaciones se incorporarán a esta nueva alternativa, que además cuenta con el respaldo de varios gobernadores y de intendentes bonaerenses.

El nivel de descalabro es tal que Compromiso Federal -presidido por Alberto Rodrìguez Saá-, Proyecto Sur y el Partido Intransigente han anunciado la creación del “Frente dentro del Frente”, exigiendo la elaboración de un programa consensuado y participación en las PASO.

Todo esto sucede mientras que las figuras principales del Gobierno Nacional se fotografían para tratar de transmitir un mensaje de unidad. Una unidad que, a esta altura, ya parece ser poco más que polvo en el viento.

(NOVA)

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