CRUZ DEL EJE: LA AUSENCIA DE ÉTICA PÚBLICA

OPINIÓN / EDITORIAL

La ausencia de ética hace que muchos funcionarios sigan cayendo en escándalos

Por Walter R. Quinteros

Cuando se habla de la ética pública, no es que se trate de una ética especial para los asuntos de gobierno y administración pública, se refiere sencillamente a la ética aplicada y puesta en práctica en el ámbito público. Nos señala Oscar Diego Bautista de la UNAM

La ética aplicada en los servidores públicos implica un cambio esencial en las actitudes de cada individuo, la cual se traduce en actos concretos orientados hacía el interés público. Es lo que Weber denominó como “ética de la responsabilidad”. 

La ética pública señala principios y normas para ser aplicados en la conducta del hombre que desempeña una función pública. Se concibe como un área de conocimiento de contenido universal que agrupa valores y virtudes orientadas por el espíritu de servicio público y tiene como fuente básica la evolución humana. 

Jaime Rodríguez-Arana dice: “La ética pública es la ciencia que trata de la moralidad de los actos humanos en cuanto sean realizados por funcionarios públicos.” 

Entonces tenemos que la ética pública se refiere al perfil, formación y conducta responsable y comprometida de los hombres encargados de las cuestiones públicas, es importante que sean individuos que estén inmersos también en la moral pública. 

En suma, se entiende por ética pública la parte de la disciplina ética que trata los comportamientos de los gobernantes y funcionarios públicos en el desarrollo de su trabajo, y tiene por fin lograr que el servidor público aplique el sentido del deber. 

¿Qué se persigue con la ética pública? La Ética Pública tiene por objeto conseguir que las personas que ocupen un cargo público lo hagan con diligencia y honestidad como resultado de la razón, la conciencia, la madurez de juicio, la responsabilidad y el sentido del deber. 

Una adopción verdadera de la ética exige un profundo cambio de concepción, de actitud psíquica, de mentalidad, que logre impedir pensamientos corruptos. 

El objetivo material de la ética en el ámbito público se enfoca a los actos humanos de funcionarios públicos, esto es, a la rectitud moral de su actuación. 

La ética busca cultivar la inteligencia en valores y moderar el carácter de los gobernantes, y si bien esto es importante en cualquier disciplina lo es más en la política y en la administración pública porque ambas son responsables de conducir los asuntos de un Estado / Provincia / Municipio. 

Aunque parezca una verdad sabida y conocida, es conveniente afirmar, una y otra vez, la necesidad de la ética en los servidores públicos.

Es precisamente la ausencia de ética, la que provoca que muchos de ellos en diferentes instituciones públicas caigan y sigan cayendo en diferentes escándalos. 

¿Debe considerarse que los principios éticos públicos sea aplicables en un contexto y no deben serlo en el privado? Nos señala Luisa Montuschi de la Universidad de Ciencias Económicas CEMA. Y lo considera un planteo inaceptable pues es arbitrario juzgar y diferenciar las personas según el ámbito en que se desempeñen.

Para toda persona los valores serán los mismos con independencia del contexto en que se desempeñen. Los valores son los que permiten juzgar a una acción como ética o falta de ética, con independencia del contexto. 

El comportamiento de los actores (funcionarios) debe ser coherente tanto en el contexto público como en el privado. Una persona no puede ser ética en su vida privada y no ética (o corrupta) en la pública. Tenemos que esa persona nunca fue verdaderamente ética.

Muchos autores y políticos sostienen que la ética no tiene lugar para un agente público que persigue el interés nacional y no se lo puede limitar con reglas morales. 

Tenemos ejemplos de sobra en nuestros políticos.

Pero ¿puede haber justificación a actos claramente faltos de ética? ¿Y quien sería el responsable? ¿Los ciudadanos que votan, o el líder que ha sido votado y que realiza tales acciones? 

Aparece entonces la responsabilidad moral del funcionario. Éste debe rendir cuentas moralmente por sus acciones.

Por Ejemplo:
Hay, circulando por internet una nota firmada por la corriente política y social "La Colectiva" de la departamental Cruz del Eje:



Decía Vaclav Havel: "La primera pequeña mentira que se contó en nombre de la verdad, la primera pequeña injusticia que se cometió en nombre de la justicia, la primera minúscula inmoralidad en nombre de la moral, siempre marcarán el seguro camino hacia el fin".

(La Gaceta Liberal)

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