ALGO SUENA COMO RARO, EN COLOMBIA

OPINIÓN / MUNDO / EDITORIAL

Manual para trazar un plan de vuelo sobre territorio guerrillero


Por Walter R. Quinteros

En Colombia continúan la búsqueda de los autores del atentado contra el helicóptero en el que viajaban el presidente Iván Duque y dos de sus ministros, que afortunadamente salieron ilesos.

La Policía viene realizando varios rastrillajes a viviendas en el barrio desde donde supuestamente, se realizaron los disparos al helicóptero presidencial, un Sikorsky UH-60 Black Hawk de la Fuerza Aérea Colombiana, que consiguió aterrizar en el aeropuerto internacional de Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander y fronteriza con la República de Venezuela.

Duque y sus ministros de Interior, Daniel Palacios, y de Defensa, Diego Molano, así como el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, y el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, que lo habían acompañado a una visita a la localidad de Sardinata, en la zona del Catatumbo, salieron ilesos del ataque, a pesar de que seis disparos impactaron en la aeronave sin afectar ningún sistema motriz de la aeronave. 

Raro, si se trata de tiradores expertos.

El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, dijo que en el barrio La Conquista, que se encuentra a 1,2 kilómetros del aeropuerto, fueron hallados dos fusiles que se sospecha pueden haber sido usados en el atentado. Se trata de un AK-47 con número de registro que ya está siendo buscado por los peritos de la Policía Nacional y de la Fiscalía, y un fusil calibre 7,62 FAL (Parac) con identificación de las Fuerzas Armadas de Venezuela.

Pero queda flotando una gran pregunta: ¿Hubo fallas en la  seguridad?

No se le ha dado a la prensa, hasta el momento, más detalles de quién puede estar detrás de este atentado. Aunque se ha ofrecido una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos colombianos para quien suministre "información que permita dar con los responsables de este atentado terrorista" en Colombia.

Sin embargo, empieza a haber dudas sobre las fallas en la seguridad nacional y grietas en la inteligencia, que permitieron que se perpetrara un ataque de este tipo contra el propio presidente.

Si tenemos en cuenta que el atentado fue a tan solo diez días después de que un auto bomba explotara en la puerta de la Brigada 30 del Ejército en Cúcuta, en la que había personal militar de Estados Unidos, y donde resultaron heridas 36 personas. Suena rarísimo.

El lugar del atentado

Se trata de la región del Catatumbo, que limita con Venezuela y está compuesta por once municipios donde operan la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de las FARC, un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) y bandas de paramilitares y narcotraficantes. Tras la salida de las FARC, el ELN ha conseguido replegar a la banda criminal de Los Rastrojos, que controlaban el área urbana de Cúcuta, a Venezuela. 

Pero ahora uno se pregunta: ¿Cómo se pudo haber trazado un plan de vuelo sobre esa zona? 

El Gobierno colombiano, no ha dado aún explicaciones concretas de lo ocurrido ni ha aportado ningún nombre, ni siquiera de forma indirecta, sobre los posibles autores de este atentado y sobre las fallas en sus sistemas de inteligencia y seguridad.

Suena como raro.

(La Gaceta Liberal - 26/6/2021)

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