NUESTRO POBRE ANGELITO

OPINIÓN /

No pudo ingresar a Colombia, estamos consternados

Por Walter R. Quinteros

Fíjese usted que superamos las 75.000 muertes por la pandemia en nuestro país, que hay médicos presos por protestar en Rosario, que esto y esto otro que nos hace sentar en el andén de la estación de los sueños esperando al menos, una esperancita. Pero el gobierno ha mandado representantes a Colombia en una Misión Internacional de Solidaridad y Observación de Derechos Humanos, que, compungidos, denunciaron este martes 25 de mayo, que le negaron el ingreso a ese país al impresentable dirigente social Juan Grabois, que encabeza la misión. Acto diabólico si los hay.

Toda una desgracia, una lamentable pérdida, al borde de la tragedia y un resquebrajamiento en las relaciones de ambos países, seguramente.

Aunque es para nosotros un misterio conocer quiénes integran la Misión Internacional de Derechos Humanos, estos viajaron hasta allá con la premisa de efectuar "El relevamiento de situaciones de violación a los DD.HH en el marco del Paro Nacional. Elaborar un informe minucioso que, de corresponder, tienda a visibilizarlas y denunciarlas a nivel nacional e internacional tal como prevé el Protocolo de Estambul suscripto por el propio estado Colombiano".  O sea, "Contribuir a la articulación internacional en defensa de los DD.HH en toda la región".

En Colombia son insensatos, tal vez no sepan que nuestro querido angelito usurpador de terrenos, es un ídolo indiscutido a la hora de promover piquetes y recibir dádivas.

Los titulares dicen que: 

"Niegan el ingreso a Colombia de Juan Grabois". 

Pero la aclamada Misión de ilustres desconocidos se puso firme y pide:

"Exigimos que se efectivice el ingreso de la totalidad de nuestros integrantes".

Si hay algo espeluznante, es ponerle el micrófono en la boca a Grabois porque aclara que él es el que encabeza la Misión y que en el aeropuerto, "consideraron que mi presencia era una amenaza para la seguridad del estado", y agregó que "cuando realizaba el ingreso migratorio saltó una alerta en el sistema. Acto seguido, me informaron que se me denegaba el ingreso a Colombia, solicité entonces que se me informe la causa. Me indicaron que debía retirarme del lugar y me llevaban a un lugar desconocido. Me habían aconsejado ya estar siempre acompañado por un abogado o testigo, el personal de seguridad se puso muy agresivo. Nos llevaron a la fuerza a una puerta sin conexión, donde fui agredido con empujones y un golpe en el rostro por parte de dos funcionarios", dijo nuestro usurpador rompe candados y cortador de calles.

"Después aparecieron otros dos oficiales mucho más respetuosos que me informaron que se me denegaba el acceso por considerarse que mi presencia era una amenaza para la seguridad del estado". Declaraba nuestro ejemplar ciudadano.

Al final de su mensaje Grabois dice: "Frente a esta definición del gobierno colombiano, solicité si había alguna forma de consideración de la misma. La respuesta fue que no, y que debería abordar un vuelo de manera inmediata. Actualmente, estoy custodiado y mi documento fue retenido hasta que embarque un nuevo vuelo con destino a la Argentina".

Las preguntas que humildemente hago: 

¿Cuáles son los méritos para formar una misión así?
¿Qué requisitos son necesarios para integrarla?
¿Están todos vacunados?
¿Hay que ser amigo del Papa?
¿Qué es una puerta sin conexión?
Y la última, ¿Por qué saltó la alarma con el pasaporte de nuestro pobre angelito y no en los otros?

(La Gaceta Liberal)

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