FEMICIDIO SEGUIDO DE SUICIDIO

ACTUALIDAD / SOCIEDAD

Los casos generan alarma y espanto

SANTIAGO DEL ESTERO- Los números por los asesinatos de mujeres en la provincia de Santiago del Estero generan alarma y espanto. Solo en la mitad del año, ya son nueve los crímenes en el marco de violencia de género, un número que duplica considerablemente los de años atrás.

Desde el observatorio Mumala, Mujeres de la Matria Latinoamericana, indicaron que de los asesinatos de mujeres cuatro fueron directos, tres vinculados, y un travesticidio.

El 11 de enero, Jorge Vidal Fecha arribó al Bº El Porvenir, Monte Quemado, Copo y en menos de diez minutos ultimó a tiros a su ex pareja, Yésica Palmas, de 23 años, y después a la madre de ésta, Felipa Correa, de 39.

En Icaño, Avellaneda, el 23 de enero, María Belén Montenegro fue atacada a golpes en la cabeza por su concubino Raúl Alberto Rodríguez, quien luego se arrojó en la ruta bajo las ruedas de un camión. Y pereció en el acto.

El 17 de febrero Rino Santos Garnica dejó huérfanos a cuatro chiquitos: exigió a su ex pareja, Silvia Raquel Rojas, retomar la relación y ante la negativa la asesinó, al igual que a su ex cuñada, Silvana Natalia Rojas.

El día 21 de febrero, Verónica Escobar fue asesinada de múltiples cuchillazos por Alejandro Roldán, su concubino con quien tenía una hija en común y vivían juntos en el paraje San Roque, departamento Banda.

Además, desde la organización Mumala, cuentan como transfemicidio la muerte de Micaela Catán, la joven trans que falleció tras agonizar algunos días, a raíz de las quemaduras gravísimas que tenía en su cuerpo. Por este hecho no hay ninguna persona detenida.

El pasado 10 de mayo, en un camino vecinal a 300 metros de su casa -ubicada en el paraje Pozo Mositoj, distante 35 kilómetros de Brea Pozo, departamento San Martín y a 38 kilómetros de Loreto, una adolescente de 14 años fue asesinada de dos tiros por un sujeto de 35 años, que se suicidó.

Un nuevo asesinato de una mujer conmueve a la provincia. El femicidio —número nueve en la provincia— se cometió en el interior de una casa del barrio Las Moras de La Banda, donde un oficial principal de la Policía provincial asesinó con su arma reglamentaria a su esposa.

Eran casi las 13.30 de ayer cuando al destacamento de la zona llegó. Una adolescente de 14 años, que pedía ayuda, ya que sus padres desde la noche anterior se encontraban encerrados en su habitación y no le respondían.

Ante la angustia de la jovencita y temiendo un hecho trágico arribaron a la casa ubicada en la Manzana 33 y llamaron a la puerta, al ver que nadie respondía rompieron la cerradura. Allí descubrieron una macabra escena: el cadáver de María José Fernández (36) yacía sobre la cama. Mientras que el oficial Aldo Ibáñez Arce (38), quien prestaba funciones en las torres del Complejo Juan Felipe Ibarra, se encontraba junto a la puerta, con su uniforme de fajina y su arma reglamentaria en la mano.

Rápidamente la casa fue rodeada de móviles policiales. Las fiscales Natalia Saavedra y Ximena Jerez, de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar, también se hicieron presentes en el lugar para supervisar los trabajos de los efectivos de Criminalística y de la División Homicidios y Delitos Complejos.

Si bien todo es materia de investigación, la principal hipótesis es que se fue un femicidio seguido de suicidio, pero no sería la única sospecha que los investigadores manejan, ya que la escena del crimen podría indicar otra situación, según las fiscales.

Pese al hermetismo con el que los investigadores trabajan para reconstruir las últimas horas de la pareja y -sobre todo qué puede haber sucedido dentro de la habitación- se supo que ambos se habrían encerrado en la habitación matrimonial el día jueves, cerca de las 20.

La hija adolescente, quien será entrevistada en Cámara Gesell, manifestó que sus padres en ese momento discutían en la pieza por lo que ella se fue del lugar a comer en la casa de una vecina junto con su novio.

Cuando regresó ya pasadas las 22- ingresó directamente a su dormitorio sin tener ningún tipo de contacto con sus padres. Se quedó dormida y cuando despertó, ya cerca del mediodía notó que todo en la casa estaba igual, por lo que fue a golpear la puerta de la pieza de sus padres.

Les gritó y trató de ingresar, pero no pudo porque estaba cerrado con llave, por lo que decidió salir a la calle a buscar ayuda.

Los expertos que trabajaron en el interior de la habitación secuestraron una pistola calibre 9 milímetros, más de 37.000 pesos en efectivo que el funcionario policial tenía en su poder, un manuscrito vinculado a la causa, y dos teléfonos celulares. 

También se les realizaron pruebas de rodizonato de sodio a los dos. Los cadáveres fueron trasladados a la morgue para ser examinados por el forense. La Fiscalía hizo hincapié en algunos puntos para que el médico se expida, entre ellos la hora de la muerte y la posible mecánica del disparo según el recorrido de la bala.

En tanto la menor, que no habría escuchado los disparos, quedó al cuidado de su abuela materna.

La policía entrevistó a varios vecinos, y uno de ellos manifestó que escuchó dos detonaciones cerca de las 21.

(El Liberal)

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