CRUZ DEL EJE: MARÍA TIENE RAZÓN

OPINIÓN / EDITORIAL

Alarmante cifra de contagios por el Covid-19

Por Walter R. Quinteros

Siempre tenemos tanto que aprender y la vida es una escuela constante, cada momento nos llega una nueva y valiosa información respecto de este coronavirus y sus cepas o variantes, entonces es hora en que debemos estar atentos a captar todo aquello que potencie nuestra creatividad para soportar estos momentos que parecen no tener final.

Pero este aprendizaje es además muy necesario para incorporarlo a nuestro comportamiento, nos inspira a ser mejores personas. Aquí, en Cruz del Eje, María sabe como hacerlo.

Desde las puntuales indicaciones de un principio como aquella de "quédate en casa", "lavarse las manos con jabón", que el uso de lavandina y alcohol, que la distancia social y el barbijo. María le incorporó cuidadosamente otros contenidos, por ejemplo, fue muy selectiva con los alimentos. Le dio prioridad a temas puntuales e importantes que contribuyeron a fortalecer su salud mental y la de su cuerpo.

Supo, desde un primer momento que la demasiada información sobre este tema al final, nos perturba y confunde.

Considero, al ver a María, que ella siempre ha creído en las individualidades. Todo parece indicar que para ella todo es vida, y que cada uno de nosotros seremos mejores cuando cada uno desde su puesto, desde su actividad, contribuya al mejoramiento colectivo en el respeto de las normas, eso si, sin descuidar sus libertades.

Para María, que sentada frente al televisor teje hermosísimas prendas, el ser humano ha abandonado las cuestiones relacionadas a la humana tarea de cuidar al prójimo y cuidarse.

Ha abandonado la tarea de atender espacios que la tecnología a desplazado para darle prioridad al chisme barato de los teléfonos inteligentes, de los televisores inteligentes, de los autos inteligentes, al home banking inteligente, a la computadora inteligente que todo lo sabe y hasta reemplaza las recetas de la abuela.

María se pregunta ¿Dónde quedó la persona inteligente?

Porque parece que por estas calles, tiene más importancia lo trivial o frívolo, a tal punto que ni siquiera ya podemos escuchar música agradable.

Ni hablar de la vieja disciplina para manejar nuestra débil economía.
De cuidar nuestra salud física y mental.
De educarnos permanentemente.
De integrar más y cuidar mejor a nuestra familia.
De solidarizarnos con el que está sufriendo.
De rescatar a niños y ancianos del abandono y la tristeza.

Para María, esta pandemia del COVID-19 ha tenido consecuencias devastadoras tanto en los mayores como en los niños, no solo por el riesgo de contraer la enfermedad, sino por las consecuencias psicológicas y emocionales. Sabe, porque es una persona instruida, que los trastornos emocionales y psicológicos que la pandemia causa, afecta a todos los integrantes de una casa.

En Cruz del Eje —me dice— somos unas 45.000 personas, y ayer el Hospital Aurelio Crespo nos brindó un alarmante comunicado que tenía un corte de información de las 14:00hs, donde señala que en el departamento Cruz del Eje, se registraron: 88 casos confirmados, 13 casos recuperados, y lamentablemente 1 persona fallecida. Pero en las tablas y gráficos que presentan, desde el comienzo de esta pandemia, llevamos un total de casos acumulados estimados en 1715 con la lamentable pérdida de 36 personas fallecidas.

María desde su lugar, considera que puede ser inevitable el contagio pero que, la suma de ciertas malas costumbres que nos han invadido, han traído consecuencias que se ven reflejadas en estos gráficos que expone el Hospital.

Ella sabe que aparecieron trastornos en los comportamientos, especialmente en los jóvenes, sabe —por madre y abuela— que ellos experimentan cierta irritabilidad ante cualquier acontecimiento que los condicione y, que la infaltable desobediencia parece, les quita el temor a la posibilidad de morir.

María cree que nosotros los ciudadanos, hemos abandonado las cuestiones relacionadas a la humana tarea de cuidarnos y de cuidar al prójimo. Por eso tantos contagios.

Desde mi punto de vista, María tiene razón.

(La Gaceta Liberal)

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