OSCAR "GIGANTE" QUIROGA, CRUZDELEJEÑO

 CULTURA / ENTREVISTAS / HISTORIAS

"A los bailarines, a la gente de mi ciudad, va todo mi agradecimiento"

Por Walter R. Quinteros

—La verdad, es que no se realmente y nunca lo sabré, cuántas personas se conocieron, se quisieron, se amaron y formaron pareja gracias a los bailes dónde he tocado, pero si, conozco a algunos —me dice el Maestro Oscar "Gigante" Quiroga—.

Cruzdelejeño, nacido bajo el signo de Libra, el 21 de Octubre de 1944 afirma convincente que vivió una infancia intensa y feliz, en un hogar dónde se respiraba música.

—Me sentía el "Tom Sawyer" (Personaje central de la novela de Mark Twain del mismo nombre) del barrio.

El Maestro Quiroga, ante cada pregunta, responde con una lucidez asombrosa, parece viajar en el tiempo, rememora anécdotas, detalla pormenores, agudiza certezas, sin altanerías y con una cordialidad y simpatía desbordante.

—En la educación primaria fui primero a la Escuela Bavio, después pasé a la Normal, dónde también cursé todo el secundario y hasta tengo dos años de abogacía, pero bueno, el matrimonio y la música estaban primero. Mi profesión es músico, soy músico. Y Cruz del Eje es una cantera de músicos.

¿Cómo empezó todo Maestro?

—En casa, vengo de abuelo y padre músicos que me inculcaron los prodigios de la música, así, debuté a los 13 años en la orquesta de mi padre ejecutando el contrabajo. Eran bailes populares, pero luego, con la aparición de "Club del Clan" en radio y TV, empezó a decaer un poco la actividad, mi padre fallece en febrero de 1971. — Hace una pequeña pausa, parece recordar imágenes dispersas en el tiempo—. Pero yo seguí, teníamos un contrato que cumplir en La Rioja para los carnavales y llegué y actué tocando el piano. ¡El piano! No, no parábamos, todos los sábados actuábamos en "La Toscana" de Cruz del Eje, ése era mi trabajo. En el año 72 actuábamos siempre en el Club La Banda ya éramos el Cuarteto Gigante y no solamente ahí, también en otros clubes de la ciudad y en toda la región, éramos muy conocidos, queridos, respetados. En el 73 don Paco Mateo y, gracias a unos contactos, logra que firme un contrato con Canal 12 de Córdoba, esto a través de un representante del sello RCA Víctor. Les estoy tan agradecido no sólo por la oportunidad, sino por haber sido el pionero de los artistas del interior de la provincia que actuaba para la TV cordobesa en aquel programa que se llamaba "Fiesta de Cuartetos".


(El Maestro Quiroga en los estudios de Canal 12 de Córdoba)

¿Qué puede recordar nuestra gente del Cuarteto Gigante?

—Y, las actuaciones en las Fiestas del Olivo desde el año 72 hasta el 2019, más otros bailes que nos surgían y son tan difíciles de enumerar... Creo que de la diversión que ofrecíamos.

¿Y los de la capital cordobesa?

—En la Vieja Usina, en dos fiestas de la UEPC, junto al conjunto Chébere, ya en los años 80 y también en una fiesta del SUOEM en el Club Deportivo Central Córdoba. Hay que hacer bailar 4.000 personas...

¿Cómo era el trato con los demás músicos de Córdoba?

—¡Excelente! Cuando nos cruzábamos con la "Mona" Jiménez me decía ¿Cómo andás Quiroguita? es que estábamos todos en la misma...

¿Qué tema musical fue el que más le pedía la gente?

—No, no había ninguno en especial, porque teníamos la habilidad de adaptar las canciones de moda del momento a nuestro ritmo, y a esas canciones muchas veces las tuvimos que repetir hasta seis o siete veces en una actuación, una cosa de locos...

Entre sus proyectos ¿Sigue el Maestro Quiroga?

—Sigo, seguiré hasta que me de el cuerpo, tengo ganas, amo ser músico.

Pero no solamente fue músico, también supe que hizo docencia.

—Si, soy jubilado docente, me jubilé allá por el año 94 como director de la escuela San Cayetano, en Las Ollas, al norte de nuestra provincia, casi en las Salinas. Empecé en Pichanas, inolvidable.

Fuera de la música y la docencia, cuéntenos algo que no sepamos del Maestro Quiroga.

—A ver —piensa, el silencio se hace denso, sigiloso—, en el año 73 fundé la filial Cruz del Eje del SEP, y ya con el gobierno de facto en el año 76 fui encarcelado por dos meses por el gobierno militar, tal vez por militancia, tal vez por sindicalista, la cuestión es que quedé cesante. De allí, al salir de prisión, me voy a Pichanas... Puedo decir con orgullo que fui uno de los detenidos que estuvo preso por defender el gremio.

¿Otras anécdotas?

—Si, claro. Después de salir del encierro y estando en Pichanas, en la escuelita, recibimos la visita de un oficial del Ejército que nos pide que los alumnos, al día siguiente, vayan y formen en dónde se estaba construyendo el dique porque venía una persona muy importante. Así, con la directora de la escuela vamos y formamos a los alumnos, había policías, civiles y los del Ejército. Hasta que allá a lo lejos, en el horizonte de nuestros paisajes, aparecen en el cielo cinco helicópteros que descienden donde hoy sería el lecho del lago del dique. Y baja el general Videla (en aquel momento Presidente de la República) y, digamos que nos pasa revista a todos los allí presentes. Cuando se para frente a mí y frente a los policías que unos meses antes me habían tenido preso en la comisaría, me dice dándome la mano: "Felicitaciones, los maestros son el pilar de la cultura de nuestro pueblo..." Me lo dijo a mí, no lo podía creer.

¿Hay documentos sobre eso?

—Si, si claro, si no ocurrió alguna eventualidad, algún desastre, en el Libro de Visitas de la escuela debe estar su firma y el motivo de la visita, porque se que él firmó su visita. Debe estar guardado. Y después con Menem, primero fui contratado para una de sus fiestas, después otra, y la vez que lo fui a visitar cuando era gobernador de La Rioja me dijo ¿Cómo andas Oscar? El tipo sabía mi nombre, tenía un carisma bárbaro, y me extendió la mano. Las tres veces que nos vimos hizo lo mismo. Inolvidable.

¿Ha sido reconocida la trayectoria del Maestro Quiroga?

—El mayor reconocimiento se lo debo a la gente. A la gente que iba a mis bailes, a la gente que escuchaba mi música. A mi mujer, a mis hijos. A ustedes, los periodistas que no se olvidan, que indagan, que buscan que nadie muera en el olvido. A Paco Mateos, al señor Quintela, (hoy gobernador de La Rioja) a los amigos de siempre, a tanta gente... Al Honorable Concejo Deliberante de esta ciudad que hace seis o siete años me entregó un diploma como "Persona Destacada" de la ciudad. Después tengo otro que me entregó la Legislatura de Córdoba por la "Trayectoria en la música". El reconocimiento que le hizo la municipalidad a mi padre en una plazoleta que lleva su nombre "Emiliano Oscar Quiroga", sobre calle José Hernández, en fin, vale para mi, y muchísimo, el saludo de la gente, de aquellos bailarines a quiénes agradezco profundamente, de corazón.

(La Gaceta Liberal / Fotos: Atención del Maestro Quiroga)

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