CRUZ DEL EJE: ENTRAMOS EN EMERGENCIA MORAL

OPINIÓN /

La suma de todas las denuncias empapelarían el dique

Por Walter R. Quinteros

En Cruz del Eje, podemos apostar que aquí es más probable que vaya preso un ladrón de gallinas a los pocos minutos de cometido el hecho, a que vaya preso un funcionario por faltar a su juramento, por malversación de fondos y otras peculiaridades pasados varios años. 

Aunque tapados en denuncias, y con tantas fojas en los expedientes que se podría empapelar el paredón del dique, solo recordamos a un ex intendente que haya caído en manos de la Justicia. 

A través de rumores y, sin que nadie de los especialistas en dimes y diretes firme su declaración, me afirman que hay "lechuceros", "capos de la mafia", "embusteros" y, quienes se "enriquecieron ilícitamente" en esta administración municipal. 

Pero cuando llega la hora de pedir la documentación que avale tales definiciones comienzan los "arrugues".  Muy pocos ciudadanos quieren brindarle a este medio, la información con nombre y apellido.

Llegado el caso en que, quién esto escribe, indaga buscando el respaldo documentario, patean el balón para el córner y dicen: Lo que pasa es que aquí nos conocemos todos y no puedo mandar al frente al empleado de tal corralón que me dijo "que al intendente Claudio Farías lo fueron a buscar a la municipalidad para que les pague una deuda y nos dijeron que no estaba, que estaba en una reunión en tal lado y entonces fuimos a la casa y nos atiende en pijama, eran las 11 de la mañana de un día laborable".  "Mire, lo que queremos es que los funcionarios públicos actúen honestamente" -me dijo el anónimo informante, hace casi un mes atrás-.

Esa frase significa que no hay honestidad —le digo—. No, ya verá usted —me responde—.

La corrupción es entonces un problema especialmente grave en una ciudad que no tiene recursos ni para lo más básico. Es más, sigue con eso de la "Emergencia Sanitaria, Económica, Administrativa y, hay que agregar Moral". Porque el despilfarro sigue, porque nadie sabe cuánta plata nos trajo el secretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Gill, por ejemplo.

Tal es así que estamos a fines de abril del 2021 y recién van a ver en el HCD, el Informe sobre el "Balance de Ejecución Presupuestaria correspondiente al año 2016 de la Administración Pública Municipal". 

¿Leyó bien? ¡Recién ahora el balance del año 2016!  Lo que significa que no solo debe estar retocado, coloreado y bien pintado -me imagino-, sino que, al valor monetario de hoy, estaría totalmente desactualizado. 

Pero parece ser que tenemos un esquema judicial en donde ocupar una función pública, equivale a tener cierta impunidad, por sobre cualquier ladrón de gallinas y, termina por ahuyentar a la gente honesta y con talento a, por lo menos intentar, dar una mano en este desbarajuste. Y también parece ser que el que sabe, el medianamente honesto, entra, mira y sale disparando.

Sin duda habrá buena gente, como en todos lados de esta grande Patria donde vivimos, pero si esto sigue así, existe el riesgo de que la función pública se termine llenando de "pillos" que no tienen nada que perder. La Justicia, parece, de acuerdo a la denuncia del Dr. Pablo Olmos, en su artículo "Casa quinta de Turismo", hace la "vista gorda" con las continuas denuncias que recaen sobre el intendente y funcionarios. Dale que va. 

La pregunta es cómo separar la paja del trigo. Cómo diseñar un sistema legal en donde se castigue a los funcionarios públicos corruptos, con cierta celeridad, pero que tampoco desincentive a la gente honesta a ocupar cargos públicos. En el HCD, el que denuncia se queda sin trabajo, por ejemplo.

Si hay honestos es porque hay deshonestos.
Si hay capaces es porque hay incapaces.
Si hay amigos, es porque hay enemigos.

En mi modesta opinión, parece que aquí -mediante vaya a saber qué artilugio-, como "amiguismo", "coimas" y "favores" que desconocemos, se prohíbe imputarle responsabilidad al o, los malos administradores, tanto por decisiones erradas como por las acciones fraudelentas.

Y allá fue el Tribuno Marcos Debard, con una extensa presentación a la Justicia lenta que padecemos, por un confirmado mal manejo de nuestra economía y que rondaría cifras millonarias en perjuicio de nuestra ciudad. 

Eso significa que hay un desfalco, ahora demostrado con la documentación en mano en Tribunales y por quién corresponde.

El informante anónimo del comienzo de nota tenía razón. Seguimos avanzando.
 
El intendente Claudio Farías, dentro de sus inútiles cualidades para resolver problemas, los crea. Confirma medidas tras medidas, anuncios fallidos tras anuncios fallidos, estúpidas obras tras estúpidas obras, proyectos desbaratos, uno tras otro, con una incoherencia total, absoluta de sus "acciones" y "obras" cargándose el título de ser el dueño absoluto de las diarias diatribas que se escuchan en bares y en las redes sociales.

Pero insisto, parece ser que aquí la idea es que un "administrador" no será responsable si toma decisiones equivocadas, sino solamente si actúa de mala fe o privilegiándose a sí mismo por sobre los intereses de la ciudad. Y eso, le lleva mucho tiempo discernir a la Justicia flemática que tenemos.

Claro, que para separar la paja del trigo, el tratamiento es mucho más lento que en el caso de la aplicación de penas al mísero ladrón de gallinas.

¿Y sabe por qué? Porque el ladrón de gallinas ejerció violencia. Ya sea, saltó una tapia o rompió el alambrado de un gallinero.

En cambio, aquí se "desvían" fondos y materiales mediante una sonrisa, una palmada en la espalda, una promesa de algún cargo, una devolución de favores, con un "no pasa nada". Y todo, absolutamente todo, con el dinero de los contribuyentes. Luego hay que esperar que despierte de su largo sueño la Justicia, para comprobar si hubo o no, tamaño delito.

Pero la cosa no termina aquí, el HCD ni siquiera tocó un proyecto de Conectividad para nuestros niños/alumnos pero si, en cambio, no tuvo reparos en aprobar, como no podía ser de otra manera, el aumento del boleto del pésimo transporte urbano que soportamos. 

Otra, a los que no se les cae una idea a favor de los usuarios, es a la monopólica empresa de transporte urbano, carente de jefe de Tráfico, parece.

Ya escribió Mariano Moreno en su Gaceta de Buenos Aires, el 7 de junio de 1810: "El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien; Debe aspirar a que nunca puedan obrar mal". Y así, ciudadanos cruzdelejeños, hemos entrado en la emergencia moral que padecemos.

(La Gaceta Liberal)


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