EL VIOLADOR QUE VIVE EN TU CASA

 SOCIEDAD /

Violaron a sus hijas por años, ellas nunca pudieron abortar

Por Claudio Gleser

Hay historias de espanto que se escriben dentro de hogares y que se extienden por años. Esos hogares terminan siendo el infierno mismo. Cuando todo se descubre, muchas veces, ya es muy tarde.

Días atrás, la Cámara 3ª del Crimen de Córdoba condenó a un hombre que, durante años, violó de manera sistemática a la hija de su pareja en un hogar del departamento Río Primero. Los abusos arrancaron cuando ella tenía 10 años y se extendieron hasta sus 14, fecha en que quedó finalmente embarazada.

La adolescente fue “convencida” por su madre (religiosa) a seguir con el embarazo. Finalmente, tuvo el bebé. Ella y el pequeño viven hoy junto con otra familia.

El violador fue condenado a 13 años de cárcel.

A la hora de la última palabra, el depravado de 40 años lloró, se mostró angustiado y le pidió perdón a la jovencita.

En paralelo, otro violador sometió durante varios años, según la Justicia de Alta Gracia, a su propia hija.

Los ataques sexuales se extendieron durante años y agravaron en el tiempo hasta que finalmente la chica quedó embarazada. Cuando todo se descubrió, ya era tarde. El aborto no era ninguna opción. La jovencita terminó teniendo el bebé.

El agresor alcanzó a escapar y se mantuvo prófugo durante al menos dos años hasta que fue detenido.

Recientemente, el fiscal Alejandro Peralta Otonello, de Alta Gracia, le dictó la prisión preventiva y se encamina a enviarlo a juicio por abuso sexual reiterado agravado por el vínculo y corrupción calificada.

En San Francisco, por otro lado, un hombre fue enviado a juicio el año pasado por haber violado durante años a su hija del corazón. La criatura, a los 12 años, quedó embarazada.

Tanto ella como su madre se opusieron a abortar. “Fue un caso muy difícil. Ni la víctima ni su mamá querían abortar. Es más, la chica no aceptaba que su padrastro había sido el violador... Cuando se pudo confirmar, mediante examen de ADN, ya era tarde”, comentó una fuente de la fiscalía de Bernardo Alberione.

“Fue un caso muy duro que nos tocó. Muy complejo. El violador, incluso, solía participar de marchas contra los abusos sexuales”, añadió.

Estas tres gravísimas historias, según fuentes judiciales, se agregan a una preocupante y reiterada lista de episodios similares que se viene registrando en distintos puntos de Córdoba en los últimos años.

Pidió perdón, no le creyeron

Respecto a la primera historia, todo ocurrió en un hogar de una localidad del departamento Río Primero. Para no revictimizar a la víctima, se omitirán en esta nota el nombre del violador y el lugar específico donde sucedieron los abusos.

Corría marzo de 2019 cuando una mujer llegó con su hija de 14 años al dispensario del pueblo. “Mi hija anda mal del estómago. No sé qué tiene. Se la pasa oculta en el baño y por las noches se levanta a comer”, alcanzó a decir la madre en el consultorio.

“¡Pero señora! ¡Su hija está embarazada! ¡Y tiene un embarazo de varias semanas!”, dijo la médica a poco de revisar a la paciente.

Fue entonces cuando la joven comenzó a llorar desconsolada.”

De regreso en el hogar, empezaría otra pesadilla. Sin freno, la madre comenzó a interrogarla sobre quién era el padre de la criatura.

Entre llantos, la jovencita finalmente le gritó: “¡Fue tu novio! ¡Me viola desde hace años cuando vos te vas! ¡Se mete a mi cama y me hace cosas!”.

Fuentes con acceso a la causa señalaron que la mujer planteó dudas sobre los abusos sexuales. “¿No lo habrás seducido vos? ¿No estarás mintiendo y vos lo sedujiste?”.

“Finalmente, la mujer le dijo que iba a tener ese bebé, que ni se le cruzara por la cabeza abortarlo. Es una mujer muy religiosa. La hizo continuar con el embarazo”, indicó un vocero judicial.

No está claro si al final fue la madre la que hizo la denuncia o si todo se conoció por intermedio de la médica del dispensario; lo concreto es que se abrió una investigación judicial y la causa recayó en el fuero de Delitos Sexuales. El padrastro fue detenido con graves cargos.

Testimonio demoledor

Ya en Cámara Gesell, según los voceros, la víctima brindó un duro y sólido testimonio sobre la historia de abusos sufridos en el hogar.

Los abusos arrancaron cuando ella tenía 10 años y fueron incrementándose de manera sistemática a lo largo de los cuatro años subsiguientes.

Señaló que los abusos eran cometidos por el padrastro cuando su mamá no se encontraba en casa. Indicó que los ataques ocurrían de lunes a viernes y que en más de una oportunidad el hombre llegó a darle dinero como “regalo”.

Hubo veces que, para concretar los ataques, el hombre mandaba a los otros nenes que había en la casa a hacer compras a un almacén.

El testimonio fue contundente y aportó pruebas sólidas.

En paralelo, se determinó que no fabulaba ni mentía.

Una fuente judicial señaló que la adolescente “fue convencida” por su madre para tener el bebé.

No está claro tampoco qué hizo la Justicia al respecto. La fuente indicó que cuando la causa comenzó a avanzar, el embarazo estaba “más que avanzado”.

En un juicio que terminó en los últimos días de 2020 en la Cámara 3ª del Crimen, el padrastro fue condenado a 13 años de cárcel. Se trató de un juicio de tipo abreviado en el que el fiscal de Cámara, Marcelo Hidalgo, terminó llegando a un acuerdo legal con la defensa.

Antes de escuchar la condena, desde la cárcel de Bouwer (a través del sistema de video-llamada) el violador pidió perdón a la jovencita.

El acusado fue sentenciado por los delitos de abuso sexual reiterado calificado por el grave daño en la salud de la víctima, la calidad de guardador y por convivencia; y, además, por promoción a la corrupción de menores calificada por la edad de la víctima. Los jueces lo mandaron a realizar un tratamiento psicológico.

Dónde acudir. La Unidad Judicial de Delitos contra la Integridad Sexual funciona en calle Entre Ríos 680, en Córdoba. El teléfono es (0351) 448-1616, internos 34421/3/4. O bien se puede llamar al 0810-888-3368.

(La Voz)

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