SOBRE LA INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO

SOCIEDAD / SALUD 

En crisis, el Gobierno pone su energía en destruir vidas


Ginés González García opina que "no hay dos vidas" para salvar, sino solo la de la madre. (Dibujo: NOVA).
El plenario de las Comisiones de Banca de la Mujer; Justicia y Asuntos Penales y Salud del Senado recibirá este martes a los primeros veinte expositores que evidenciarán sus puntos de vista de cara a la discusión del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que impulsa el Poder Ejecutivo Nacional. 

Cada expositor tendrá siete minutos y, cada cinco disertantes, se hará una ronda de preguntas. El tiempo que disponen para responder es de tres minutos. La ronda de consultas comenzó el pasado lunes 14 de diciembre y tuvo como protagonistas a los ministros de Salud, Ginés González García, y de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, y por la Secretaria de Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra. 

Luego de que la radical tucumana Silvia Elías de Pérez pidiera “listas equitativas de expositores” en las audiencias y encomendara su confección a Mayans, el formoseño cuestionó las exposiciones y reclamó “más tiempo para estudiar el tema”. “Parece que los que no están a favor quieren entorpecer”, dijo Sapag, que pidió bajar el número de invitados, ante lo cual Mayans advirtió sobre un posible “tratamiento exprés” y un “exceso”. 

Además, El peronista catamarqueño Dalmacio Mera, también del sector “celeste”, reconoció: “que sea cabecera la Banca de la Mujer no es un acierto. Simbólicamente, es un mensaje equivocado porque es como desresponsabilizar al varón”. Por ello pidió que el asunto también sea debatido en la Comisión de Asuntos Constitucionales “por las implicancias que tiene en la Carta Magna”. Finalmente, la presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, María de los Ángeles Sacnun, consideró fue “acertado” el giro a comisiones dado al tema en tratamiento, y que “la perspectiva constitucional de estos proyectos está insertada en el futuro dictamen”. 

¿Y por qué ahora?

Dada la creciente caída en la imagen de Alberto Fernández y su “equipo”, tras la mentira de la cuarentena sanadora, ¿a qué otra cuestión podía apelar el presidente para remontar su reputación de cara a 2021? Ciertamente, a retomar un tema clave en la agenda nacional -aunque no prioritario en esta crisis- cuyo tratamiento ya experimentó una derrota en 2018 mientras gobernaba el macrismo, y que ahora se convierte en el caballito de batalla del “frente unido” para captar nuevos adherentes al proyecto fracasado que prometió rescatar a la Argentina de la “pesada herencia”. Escribe Mario Casalongue de NOVA

El oficialismo, que está desesperado por meterse en el bolsillo a algún sector de la población que le garantice favoritismo electoral en el futuro; en este caso, el que levanta las banderas avalando el asesinato de niños por nacer.

Sin duda, el aborto es una problemática que existe de manera clandestina, y que en caso de aprobarse la ley, pasaría a transparentarse. Pero lo que no están evaluando quienes apoyan este acto criminal, son algunas cuestiones básicas.

En primer lugar, APROBAR y AVALAR la acción de matar a un hijo solo por el hecho de no desearlo, y pasar por alto la falta de permeabilidad de un sistema de salud debilitado, sin recursos, con profesionales que no tienen preparación –ni voluntad ética, en muchos casos- para quitarle la vida a un ser humano. Los médicos fueron formados para salvar vidas, no para exterminarlas. ¿Quién los protege a ellos, frente a la presión de tener que arrancar a un bebé de un vientre?

Ah, cierto que para el “ejemplar” ministro de Salud, Ginés González García, no se trata de embriones, bebés, fetos o vida humana, sino simplemente de un “fenómeno”. ¿Alguien le habrá dicho a la autoridad máxima argentina en materia de salud, que el corazón del ser en gestación comienza a latir 16 días después de la concepción?

Por otro lado, tampoco se contempla el tema cultural. Mientras el Gobierno elige despenalizar en lugar de poner dinero en educación sexual para incrementar la prevención –medida por la cual se debería haber comenzado-, probablemente corramos el riesgo de que muchos “descuidos” sexuales sean “subsanados” concurriendo luego al hospital, apelando al aborto como un método similar a la pastilla del día después. Por supuesto que no es lo mismo aquellas mujeres en condiciones de vulnerabilidad, que no tienen acceso a la información, que aquellas que pertenecen a otros sectores y a pesar de sí ser plenamente conscientes –pero no responsables- de sus actos, tendrían el aval legal para optar por la salida que les solucione la vida a ellas a costa de otro ser humano.

No se trata de un debate de la religión o de la ciencia. Hablamos de un derecho humano, el más esencial: el derecho a la vida. El que está escrito en la Constitución, y que este gobierno insiste en repudiar mientras insta a la población a quedarse en sus casas para “salvar vidas”. Y mientras les otorga la Asignación por Embarazo a las mujeres gestantes. Qué ironía.

El fenómeno

La senadora Silvia Elías de Pérez le preguntó al ministro por sus declaraciones y "si está de acuerdo con el aborto a los 9 meses de embarazo".  

Fue una de las primeras en exponer en contra del aborto fue la senadora radical Silvia Elías de Pérez, quien cuestionó al ministro de Salud, Ginés González García, presente en la jornada, por haber dicho días atrás que el embrión es un "fenómeno". 

"Hablan de salud pública, hablan de mirada de humanidad y de justicia social, pero se han referido solo a la mujer. Los tres funcionarios se han olvidado de la otra persona, del otro ser humano que está en el vientre materno, al cual le negamos humanidad, le negamos justicia social, le negamos salud, le negamos la posibilidad de vivir", afirmó la tucumana en el plenario de comisiones. 

En ese marco, Elías de Pérez le preguntó a González García "si sigue pensando que el otro ser humano que está en el vientre materno es un fenómeno, como ha dicho, y no un ser humano". También consultó: "si está de acuerdo en las causales amplias que ponen, como 'salud integral de la mujer'"; "si está de acuerdo con un aborto a los nueve meses de embarazo" (punto que no contempla el proyecto actual); y "si no es una regresividad de los derechos humanos que una persona pueda terminar con la vida de otra persona".

El funcionario aclaró: "Una cosa es lo que dicen las religiones, otra lo que dice la ciencia. Por supuesto que es vida el espermatozoide, el óvulo, pero la diferencia que hace la legislación mundial es qué es vida de lo que es persona. Eso es lo que dije yo". 

Y en este contexto, remarcó: "De ninguna manera intenté devaluar a nadie". González García argumentó además que "las sociedades deciden cuándo es persona y cuando no es persona, yo no soy quien para decirlo", y puso como ejemplo que "hay religiones que castigan la masturbación, porque piensan que es vida". 

(Con información de PERFIL y NOVA)


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