QUEJAS POR LA AYUDA A LOS MALOS INTENDENTES

 POLÍTICA / LOCALES

Tanto de Martín Gill como de Schiaretti 


Por Guillermo Geremía

“Uno trabaja austeramente, con los recursos que tiene y hace obras. No me parece que se les tenga que refinanciar deuda a los que la usan para pagar sueldos”. La voz del intendente de Olaeta se alza en representación de los 300 jefes municipales y comunales a los que la decisión del gobernador Schiaretti no los alcanzó como beneficio. Darío Florit aseguró que la decisión del titular del Ejecutivo provincial no obedece más a razones políticas que a urgencias económicas de los beneficiados.

“Al gobernador le están soplando la nuca desde Buenos Aires. El gobierno nacional está bajando obras por otro lado y como no tiene margen de fuego, quiere contener a los intendentes”.

Schiaretti decidió refinanciar la deuda que 104 comunas y municipios mantiene con la Provincia por más de 750 millones de a tres años de plazo y seis meses de gracias con lo cual la primera cuota comenzará a pagarse en julio de 2021. “Los municipios más grandes están endeudados por gastos estructurales. Esa plata no ha ido a obras. Ahora la pandemia tiene la culpa de todo. En mi caso no golpeé la puerta para pedir auxilio financiero”, se lamentó el intendente de Olaeta, localidad de poco más 1.000 habitantes ubicada a 50 km al noroeste de Río Cuarto sobre la ruta 11.

La Capital alterna es una de las más beneficiadas por la decisión de Schiaretti. El reelecto Intendente Llamosas se reunió ayer con el gobernador en la ciudad de Córdoba para conocer detalles del benefició al que accedería Río Cuarto. En concepto de adelanto de coparticiación hay 300 millones de pesos y otros 50 millones más en fondo de anticrisis.

“Río Cuarto no ha hecho nada con fondos propios. Todo se lo ha hecho la Provincia y ustedes lo saben bien. Nosotros no existimos”, asegura Florit sobre los beneficios que recibió la ciudad para que Llamosas pudiera repetir mandato. De los 750 millones refinanciado por la Provincia, la mitad corresponde a Río Cuarto.

Darío Florit llegó a la Intendencia de Olaeta de la mano de Unión por Córdoba pero siempre ha sido un político díscolo de los dictados de la anterior “Casa de las Tejas” y actual “Panal”. “Yo me debo más al pueblo que a Schiaretti, no tengo disciplina partidaria. En los municipios que tienen algún problema estructural o puntual, me parece bien pero hay intendentes que han sacado asistencia financiera para pagar sueldos”, asegura.

La situación de Río Cuarto es motivo de reproche de varios intendentes de la región pero son pocos quienes se animan a sacar los pies del plato y hacer pública su indignación.

Después de Schiaretti lograra su propia reelección, concentró los recursos en obras públicas para la capital alterna para lograr que Llamosas no perdiera con el radicalismo. La pandemia postergó dos veces las elecciones y licuó la diferencia que los sondeos de opinión le otorgaban al intendente si las urnas se hubieran materializado en marzo. Pero la crisis sanitaria alargó nueve meses los tiempos y durante ese período el gobierno nacional comenzó a hacer llegar ayuda a Río Cuarto para tratar de atacar de cercar al “cordobesismo” desde el mismo lugar donde la alianza UCR/Pro se había gestado.

“El gobernador está preocupado porque le marcan territorio desde Buenos Aires. Hay un tire y afloje entre Nación y Provincia. Este refinanciamiento lo vamos a pagar a valores históricos. Es una provincia cambalache, todo da lo mismo”, afirma el intendente de Olaeta. Con la deuda en dólares que tiene la Provincia y la propia Municipalidad de Río Cuarto, poner en consideración la postergación de vencimientos por 7.5 millones de la moneda norteamericana pareciera dar la razón a Florit de que las razones del anuncio hay que buscarlas más en asuntos políticos que económicos.

“Antes era Accastello, ahora es Gill marcando territorio en Córdoba a través de la billetera (…). La Nación y Provincia se saludan en público pero se dan con un caño en las espaldas”.

Desde el Ministerio de Economía de la Provincia ya le advirtieron al Municipalidad de Río Cuarto que el tiempo de “flores y bombones” por la campaña electoral ya pasó. Osvaldo Giordano le mandó a decir a Pablo Antonetti, secretario de Economía de Llamosas, que las “ayudas especiales” se terminaron y que ahora deberá ponerse en la fila de la ayuda que esperan todos los estados locales en problemas. 

El tiempo de campaña suele hacer creer que ese mundo de disponibilidades que las urnas habilitan es para siempre. Pero estar sentado sobre una caja en el medio de una crisis sanitaria, económica, social y de deudas no necesariamente implica disponer de los recursos para seguir gobernando sin ajustarse el cinturón. Ahora Llamosas ya lo sabe. Así son las cosas.

(Alfil)

Comentarios