LA FARSA DEL LLANTO

 POLÍTICA /

Las fotos inéditas de la azafata del llanto: viajes, corrupción y cercanía con el kirchnerismo

Por Sebastián Turtora

El video se volvió viral: Mónica Herreros, una experimentada azafata de Aerolíneas Argentinas, rompió en llanto cuando el avión de la compañía estatal tocó suelo argentino con las 300.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V. 

Pero, fiel a la historia del kirchnerismo, nada es lo que parece.

¿Fue tan espontáneo? Imposible medirlo. Pero Herreros está vinculada directamente a la fuerza política que hizo un lobby fenomenal con la vacuna contra el coronavirus, y transformó el viaje en una dudosa gesta épica, ya que a nivel internacional siguen los fuertes cuestionamientos a la cura que viene desde las tierras de Putin. 



Herreros está vinculada a José Angel Faggiolani, con quién aparece en los registros del Boletín Oficial conformando una SRL (sociedad de responsabilidad limitada) llamada Kape Aike. José Ángel es un piloto que a finales de 2011 fue nombrado Jefe de Operaciones de la aerolínea de bandera, en la gestión de Mariano Recalde y habría sido elegido por la propia presidenta, por ese entonces, Cristina Kirchner, por conocerlo del Calafate, en Santa Cruz.


Faggiolani junto a De Vido y Recalde

Faggiolani silenció un fuerte hecho de corrupción en 2009. La empresa estatal a cargo de Recalde perdía millones de pesos diarios y salía a la luz un nuevo escándalo: había gastado una fortuna en dólares para que 15 pilotos viajen a Nueva Zelanda con sus esposas, para entrenar en un simulador de vuelo, pero existía uno igual en Ezeiza.


El responsable del suceso fue Daniel Biró, hermano de Pablo Biró, del gremio de pilotos que conducía Jorge Pérez Tamayo. Se pidió que sea separado de sus funciones pero hubo amenaza de paro y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas emitió un comunicado apoyando al dirigente, firmado entre otros por Faggiolani. Nada había pasado.

La azafata «K» tiene un álbum familiar viajando en el mundial de Sudáfrica en 2010, con la bandera de aerolíneas a todos lados. Puesta en escena o no, nada es casualidad en el poder político y todo se exprime al máximo. Pero el detrás de escena no es tan ideal como suele mostrar el marketing político 

(Impacto Periodismo).

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