CRUZ DEL EJE: LA DEVALUADA IMAGEN DEL INTENDENTE

OPINIÓN /

Que algo le salió mal, muy mal

Por Walter R. Quinteros

La gestión política es un campo profesional amplio y en constante evolución que abarca una serie de actividades en la política activa, nos dice el sitio Wikipedia, y agrega que ese campo incluye: La consultoría y la gestión de campañas. 

Aplicando este concepto, el devaluado intendente de Cruz del Eje, seguramente se tuvo que apoyar en un equipo de estos gestores, para crear y adquirir la publicidad necesaria a sus objetivos.

Debía, por lógico, mostrar y hablar de su política de base, de sus objetivos, de sus promesas electorales y toda la parafernalia de fotos sonrientes y estructuradas mentiras a las que no tiene acostumbrados. 

Tanto él y su equipo, indudablemente, debieron haber hecho un estudio de campo para investigar a la oposición. Averiguar dónde estaba su lado débil, su flaqueza y, así poder explotarlas.

Debió por cierto, defender sus proyectos, hablar de grandezas sin decirnos ni cómo ni cuando lo haría y, debio haber estudiado o, mejor dicho, le debieron haber enseñado que no debe dudar en sus convicciones.

Debió haber gestionado, seguramente, algún adelanto de gastos de campaña, pudo haber encarado una recaudación de fondos como para no quedarse corto y, debe haber gestionado algún sondeo de opinión. 

Con estos argumentos podemos considerar que la gestión política es una forma aplicada de la ciencia política, que, como vemos, a algunos les puede salir mal, muy mal.

Haciendo un poco de historia para ver cuándo surge esta pandemia política de "gestores" nos encontramos que surgen cuando la política estadounidense se alejó de la política centrada de cada partido, hacia una atmósfera más centrada en los candidatos individuales. 

Se resaltaría entonces más la imagen del candidato, que la estructura del partido y, éstos a su vez, empezaron a contratar a su propio personal para gestionar las decisiones estratégicas, recaudar fondos y manejar las actividades de la campaña del día a día. 

Y ahora uno se pregunta ¿Tiene algo de peronista el intendente Claudio Farías?
La respuesta es no. Porque nos vendieron al Claudio, no a la doctrina de Perón.

Y, a eso de instalarlo como el administrador de esta ciudad, hay que pagarlo.

¿Lo estamos pagando nosotros? 
La respuesta es si. Parece que con sus erróneas decisiones si, pues nada tienen que ver con el objetivo primario de un partido político que dice ser justicialista. Nos ha dado, y nos sigue dando la espalda.

Hoy en día, los gestores políticos se especializan en la estrategia, en la recaudación de fondos, en el diseño de páginas web, en formar grupos de presión, y en alentar el voto favorable a las decisiones de su pupilo.

Pero aquí, algo le salió mal, muy mal.

Su propio entorno, los consejeros de siempre, los aduladores, las promesas incumplidas, las ambiciones, son temas que con frecuencia se confunden con la "Publicidad" de una supuesta Gestión y que, igualmente, persiguen fines persuasivos en las personas. 

Para persuadirnos a todos que, después de Súperman seguía él, se hizo y hasta hoy se hace, una abusiva campaña que lo muestra en fotos, combatiendo toda plaga habida y por haber, parado de noche en la ruta, en la misma ruta, informando a personas que él, justamente él, era el intendente que estaba para servirlos y, así sucesivamente, para demostrar su elevado sentido de pertenencia a la ciudad que lo eligió. Hasta bailaba cuarteto vendiendo su imagen.

O, como en el caso de la foto cabecera de nota que mostramos, jugando al arquitecto en el único lugar de Cruz del Eje que le interesa. 

¿Le preguntamos por qué sólo ese y no las otras avenidas, los otros barrios?
¿Por qué poner un sistema de riego por goteo a las palmeritas cuando hay barrios sin agua?

Sepa que no era para eso que se lo había elegido. Se lo eligió porque dijo que pensaba en mejorar la calidad de vida de los cruzdelejeños. 

Pero él sigue sin entender.

El abuso reiterado que hizo y hace de la "promoción" y la "propaganda" de su "gestión", ya no da resultado. 

La "promoción" utilizada, debe entenderse como "…todo acto o campaña destinados a proyectar una imagen favorable ya sea de personas, instituciones, organismos, servicios o productos a través de los medios masivos".

Nos dejaba en claro que su objetivo se orientaba, mediante la persuasión, a transformarse en el sujeto de la promoción, en el objeto de interés público y, con eso, buscaba (y aún busca) cambiar la actitud del público con respecto a él, pues recordemos, está imputado por desobedecer un decreto presidencial que él mismo nos obligaba a cumplir.

Con la propaganda definida como una acción netamente persuasiva, buscaba (y busca) obtener adeptos hacia sus ideas, sin que los demás, sientan la necesidad de encontrar razones para no aceptarlas.

Así, amparándose en el "Modelo de la Persuasión" han surgido elementos tales como, bulevares, caminos, macetitas, lucecitas, palmeritas, muros pintarrajeados y otros espantos que, manejados desde la perspectiva teórica del efecto de los mensajes persuasivos, correspondían a decirnos que, aunque nunca nos prometió tal cosa, vaya a saber uno el porqué, de repente "esto otro nos hacía falta, eran necesarias". Y las llamó "Obras" de "su gestión" y nos arengaba con la falacia del hashtag "SigamosAvanzando". 

Aunque nunca nos haya dicho hacia dónde.

En este medio y, particularmente quién esto escribe, nunca nos hemos comportado como un medio netamente opositor, pero en el análisis del "procesamiento de la información", que desde su página oficial nos brinda, le hemos detectado que trataba (y trata) siempre de someter a los receptores, a las influencias que proporcionaban sus mensajes persuasivos. 

Es decir, trataba de confundir, de mandar la pelota a otro terreno, de entretenernos, de mostrarse preocupado, de alardear de supuestas reuniones, del club Náutico, de mostrarse junto a los empleados transpirados y de, finalmente, sin argumentos, llamarse a silencio. Porque un engranaje de la máquina de fabricar mentiras falló.

Sabíamos que algo escondía.

Como aquellos que esconden la basura bajo la alfombra.

Sólo que la alfombra, aprendió ahora a diferenciar su "propaganda", de la "información".

Y con los últimos acontecimientos, con la presentación de la Acción de Amparo Ambiental por traernos la basura de 42 ciudades, efectuado por la ciudadanía, vemos que al intendente algo le salió mal, muy mal.

Pero la Justicia tiene la última palabra.

(La Gaceta Liberal / Foto: Municipalidad de Cruz del Eje)

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