MAFALDA HA QUEDADO HUERFANITA

ACTUALIDAD / SOCIEDAD

Murió Joaquín Salvador Lavado, (Quino) a los 88 años, el creador de Mafalda


Por Walter R. Quinteros

Era el papá de Mafalda, era el dibujante y genial humorista gráfico.  Joaquín Salvador Lavado, que firmaba sus obras como "Quino", creador de la emblemática tira Mafalda, murió hoy a los 88 años. Lo anunció en su cuenta de Twitter su editor Daniel Divinsky. "Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará".

En el sitio Perfil señalan que el dibujante Rep lo recordó: "Se fue mi segundo Papá. Gracias por todo #Quino (1932-2020)". 

Era el humorista gráfico más internacional y más traducido del idioma español. Quino, había nacido el 17 de julio de 1932 en Mendoza (Argentina), y tenía 88 años. En esa misma ciudad residía, atendido por sus sobrinos desde que se trasladó allí en noviembre de 2017 tras morir su esposa, Alicia Colombo. 

El nombre de Quino estará ligado para siempre al más famoso de sus personajes: Mafalda; la niña sabia y respondona.

El nacimiento de Mafalda

Un trabajo inicial como dibujante publicitario le condujo a crear a Mafalda en 1962 gracias a unas lavadoras y unos frigoríficos. A Quino le encargaron una publicidad que consistía en elaborar tiras cómicas para los diarios en las que se mostrara en dibujos la vida de una familia que utilizaba los electrodomésticos Mandsfield. Y de esa secuencia fonética surgió el nombre de Mafalda.

Los periódicos rechazaron aquella publicidad, porque se confundía con los contenidos propios, y los personajes ideados por Quino quedaron guardados. Sin embargo, los recuperó en 1964, ya sin propósito comercial, y así surgió en el periódico porteño Primera Plana la tira de más éxito de la historia en lengua española, que después se publicaría en diarios de todo el mundo. Más tarde, los libros que recogían aquellas escenas venderían millones de ejemplares y serían traducidos al francés, al inglés, al japonés, al chino…, a más de 30 idiomas. Señala El País de España.

En 1973, nueve años y 1.928 tiras después de su creación, Quino decidió que ya no dibujaría más a Mafalda, agotado por el propio personaje y por la tiranía de la entrega diaria al periódico. Y empezó entonces una creación más ambiciosa aún, con dibujos minuciosos, detallistas, igualmente brillantes, que mostraban a menudo la opresión de los poderosos y la mirada inteligente del pisoteado. 

En una de ellas se ve a una señorona que ofrece café a sus invitados mientras una niña juguetea entre ellos. Y la anfitriona les aclara: “Es la nena de gente humilde de por aquí. Y nosotros le compramos la ropita y los juguetitos porque la queremos como si fuera de la familia”. La ropita que viste la niña es el uniforme de una sirvienta con cofia, y, a su alrededor se ven esos juguetitos, asimismo en el tamaño adecuado para su edad: una escoba, una plancha, un plumero y una fregona.

La muerte en septiembre de 2017 de Alicia Colombo, su compañera eterna, su representante y delegada general para el mundo, un año mayor que él, coincidió con su etapa de más acentuado declive físico; dejó Buenos Aires en noviembre de ese año y regresó a su Mendoza natal; siempre atendido por familiares cercanos y amigos.

Alicia y Quino no quisieron tener hijos. El gran genio del humor se mostraba muy pesimista al respecto: “Es una mala porquería traer a alguien aquí sin haberle preguntado”, declaró a EL PAÍS en 1990, después de treinta años de matrimonio. Y solía repetirlo. Cuando se le decía que al fin y al cabo a él no le había ido tan mal —como ya le advirtió su padre cuando se le apareció después de muerto—, Quino respondía: “No me ha ido mal, pero he tenido mala pata con la salud”.

Mafalda no volvió

Pese a los ruegos, súplicas y jugosas propuestas que recibió para resucitar a Mafalda, Quino siempre se negó a hacerlo (salvo para alguna causa social: de Unicef, de la Liga para la Salud Mundial, para una campaña de prevención ante el coronavirus, y para explicar la Ley Orgánica del Derecho a la Educación, la LODE, por encargo del Gobierno socialista español en 1986).

En otras muchas ocasiones, su creación fue utilizada rastreramente para ideas que él no compartía; por ejemplo, una campaña antiabortista en Argentina.

En ese diario se preguntan:
¿Cuál era el apellido de Mafalda?

El mundo de desigualdades, de guerras y de injusticias que la pequeña y mordaz Mafalda no lograba entender hace más de cincuenta años sigue tan vigente que sorprendía al propio Quino, que dijo una vez, "me sorprende que, cada vez, tenga más vigencia. Me sorprende y me deprime un poquito también porque quiere decir que no ha cambiado gran cosa", manifestaba Quino, en una videoconferencia desde Argentina celebrada en la sede de su editorial en México. "Las ideas que propaga Mafalda son las mías y yo no soy un hombre feliz a esta altura viendo todo lo que pasa en el mundo (...) Yo soy bastante amargado y le transmití a mi personaje las amarguras que yo siento", explicaba entre risas el dibujante. 

Quino aseguraba que no terminaba de asimilar el efecto que tuvo Mafalda en Iberoamérica, en tiempos en los que la palabra y la crítica eran perseguidos. "Una cosa que me sigue sorprendiendo es que la gente me da las gracias por todo lo que les he dado y yo no sé muy bien lo que les he dado, sé que he hecho algo que tiene mucha repercusión, pero no soy muy consciente de lo que hice", expresaba. 

Recuerdo a Daniel Salzano, ese gran poeta, escritor y periodista que tuvimos los cordobeses y que ahora lo vemos inmortalizado en la vereda del bar Sorocabana en Córdoba, él nos dejó una frase inolvidable en sus escritos; "Todo lo que le debemos a Mafalda". Escribió esto cuando Quino ya no quiso dibujarla más.

Mafalda vive en todos nosotros. Todos tenemos algo de ella.

¿Dónde está Mafalda?

¿Quién se anima a decirle que ha quedado huerfanita?

La Gaceta Liberal /

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