EL LUGAR DONDE ÉRAMOS TAN FELICES

SOCIEDAD /

El desencanto de un Paseo sin color



Por Analía Romero Asef 

CÓRDOBA- Al ritmo de un yembé que suena a lo lejos, envueltos por el aroma de un palo santo y los más reconocidos artesanos que invitan a conocer su magia, recuerda cualquiera que haya pasado un fin de semana por Güemes, al Paseo de las Artes.

Desde que la pandemia se desató, la feria de artesanos más importante del país no puede convidarnos de su encanto. Más de 600 familias viven de las artesanías y del funcionamiento de aquél predio que quedó desierto.

El 14 y 15 de marzo fue el último fin de semana que la feria vibró en su máximo esplendor. Las calles Laprida, Pasaje Revol y Achával Rodríguez entre Belgrano y Marcelo T. de Alvear hoy no laten como entonces. Los artesanos esperan con mucha ansiedad y preocupación poder volver a trabajar.

Con un nudo en la garganta, Maine, una artesana ceramista referente de la zona de la Cañada, cuenta lo difícil de cubrir lo básico cuando las necesidades aprietan. “Tenemos compañeros que atraviesan enfermedades y personas mayores también, para los cuales la ganancia de la feria era su único ingreso significativo”, explica la mujer.

Desde el área de Cultura de la Municipalidad les proporcionaron cajas con alimentos y se gestionaron programas a través de concursos para artistas. “Todos nos anotamos, pero no incluía a todos, somos muchos”, asegura Maine con mezcla de bronca y desazón. Es un grupo que incluye a muchas personas, dentro de la feria hay artesanos fijos y otros de paso, algunos llegan desde el interior de la provincia.

Qué dice el protocolo


Los artesanos unidos y autoconvocados presentaron en mayo un protocolo al COE para poder volver a trabajar. Quieren instalar nuevamente sus puestos y continuar con el folclore de la feria, claro que ahora, con los cuidados sanitarios correspondientes. Esta presentación plantea un espacio prudencial de 3 metros entre puesteros y la utilización de métodos sanitizantes que se utilizan en todos lados.

La cantidad de artesanos que trabajan en el Paseo no permitiría que existiera entre los puestos la distancia prevista. Por ese motivo, la propuesta plantea que haya grupos reducidos de expositores y sean rotativos por fin de semana, para que todos puedan volver de a poco.

“Cuando empezamos a ver que arrancaban los shoppings, nos dolió porque son lugares cerrados y no para vender productos de primera necesidad y ahí nos preguntamos, por qué nosotros no”, cuenta la ceramista. Y agrega: “Acá en Güemes abrieron hasta los bares y nosotros seguimos sin trabajar”.

Después que presentaron el protocolo les dijeron que estaba aprobado por el COE pero faltaba la palabra del gobernador. Y la última noticia que tuvieron, fue que aun el Comité de emergencia no le había dado el visto bueno. “Exigimos que nos habiliten, pero seguimos sin respuestas”, concluyó Maine.

El fin de semana pasado un grupo de 30 personas se hizo presente en el lugar para montar sus puestos, aun sin autorización formal. Cuando los artesanos llegaron se encontraron con el predio cercado y la policía custodiando. Protestaron en forma pacífica, instalándose de igual manera.

Este viernes al mediodía los artesanos manifestaron frente al COE, pidiendo con la urgente habilitación de la feria. “Nos dijeron que están reviendo el protocolo y que las ferias era lo que seguía para habilitar pero con los picos de contagios se vuelve a detener”, cuenta uno de los artesanos presentes en la movilización.

La gente extraña el Paseo


La imagen desolada del paseo, no tiene nada de aquél centro cosmopolita, donde convergen distintas lenguas, aromas, colores, sonidos. Caminar por Güemes en pleno apogeo de la feria es darse una vuelta por muchos lados, estando solo en uno. Ahí acontece un paisaje cultural artístico urbano de intercambio de diferentes expresiones artísticas creativas y de oficios artesanales.

Se extraña, claro que se extraña y se lo hacen saber a los artistas. “La gente se nos acerca y nos pregunta por otros artesanos, donde encontrarlos”, cuenta uno de ellos.
Según Maine, las artesanías no se están considerando trabajo y eso les molesta porque el tradicional barrio creció en gran medida por la feria de artesanos.

Las ferias son un eslabón más, creativo, colorido, con identidad propia en la economía de Córdoba. Son nuestro folclore y no escucharlo, verlo o sentirlo, a quienes disfrutábamos del Paseo, nos suena extraño.

(Pura Verdad)

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