PALOS PARA TODOS

POLÍTICA / 

Miguel Pichetto, tal cual

Pichetto cruzó a la Iglesia y a su líder, el papa Francisco.

Por Ezequiel Spillman

En un encuentro virtual con dirigentes del PRO se mostró a un Miguel Pichetto auténtico: sin cassette y con fuertes definiciones. 

En un tramo de la charla, organizada por el dirigente Ramón Lanús, ex titular de la Agencia de Bienes del Estado y referente en San Isidro por el PRO, el ex candidato a vicepresidente trazó un duro diagnóstico sobre el futuro. 

Pichetto arrancó con fuertes críticas a la política social del Gobierno de Cambiemos. “No se puede hacer política con ingenuidad y eso pasó en la política social. La plata la manejaban el Movimiento Evita, la CTEP, Pérsico, Grabois, la CCC. Los muchachos que después iban a romper las calles en la 9 de Julio. Eso es hacer política con inocencia. Habría que haber trabajado en soluciones electorales. En el mismo sentido, Pichetto expresó: “(Marcos) Peña no me compró el discurso de que el plan no podía ser para más de seis meses. Eso contenía a sectores medios que ven que hay gente que gana plata y no labura”. 

Con una mirada optimista, contó que con el partido UNIR tendrá como misión sumar peronistas. “Estoy convencido que hay mucho peronismo que no es kirchnerista ni va a estar con una visión radicalizada mezclada con Partido Obrero, PC y chavismo”. 

Sobre el futuro social del país, Pichetto apuntó: “Veo una Argentina muy complicada en lo social: con cerca de 50 puntos de pobreza, un hecho muy grave. Sienta las bases para que se dé un proyecto político consolidado con planes y manejo del territorio que ha tenido un éxito rotundo en La Matanza, como ejemplo”. 

“La Episcopal declaró el hambre africana. Eso lo discutí en Juntos por el Cambio. El esquema de dejar pasar las cosas y no dar lo debates. Podía haber pobreza, un 33% de estructura consolidada de pobreza en Argentina. 

El hambre es un concepto diferente. La Episcopal con los curas del Papa salieron a decir que había hambre en el corazón de la campaña electoral. Y ahora se hacen los tontos: ahora mandan el Ejército con comida, ahora hay hambre”, lanzó. 

“Ser pobre y ser bueno es una estupidez. ¿Por qué Francisco no vino a la Argentina? ¿Por qué gobernaba la derecha?”, manifestó. 

Fue muy duro con Marcelo Tinelli y las reuniones que había armado el Gobierno en la lucha contra la falta de alimentos: “¿Dónde está la comisión del Hambre, con Tinelli, (Martín) Caparrós y todos los muchachos que iban a ocuparse del hambre?”. 

Y se enojó: “¿Dónde carajo están? En ningún lado porque no había hambre famélica en la Argentina como ellos decían. Quizás había mala calidad de comida en algunos sectores. El plan llegaba de manera doble o triple en algunas familias, que además muchos podían hacer changas. Pero no había gente desnutrida como en África. Esto fue un lineamiento para que gane el Frente de Todos”.

Luego comenzó a desarrollar la idea de “pobrismo” como eje central de las políticas públicas. “El pobrismo es la dependencia absoluta del Estado. Tiene un componente cultural.

"El debate en Argentina no es el judicial, eso es el entrenamiento: el debate es si vamos a ser un país del cultural, si vamos restablecer la cultura del trabajo que hizo grande este país”, dijo, ante la consulta de Lanús sobre qué entendía como “pobrismo”. “Hay una derrota cultural desde los ochenta y un triunfo de la izquierda argentina, una construcción intelectual donde los periodistas y los comunicadores sociales formados en las universidades públicas, juegan por izquierda, son todos buenos, almas puras y generosas. Que vengan todos a la Argentina, los que delinquen se pueden quedar, los que roban y matan y son extranjeros se pueden quedar en el país. Planes para todos: al mes que se quedan en Argentina ya tienen un plan, acceso a la salud, a la educación, la AUH”, siguió el ex senador nacional. 

“En esta pandemia seguimos recibiendo extranjeros que entran por fronteras abiertas que vienen a atenderse a los hospitales argentinos”, criticó. Y, en ese marco, aprovechó para criticar duramente al Papa. “El pobrismo es una construcción electoral construida desde el Vaticano, desde el Papa Francisco. Que la Argentina tiene que ser más pobre y más justa, esta es su visión. Esto no es en contra de la Iglesia. Esto con el Papa Francisco se convierte en una Iglesia clasista: ser pobre viene con una supremacía de la moral. Y esto consolida un modelo de pobreza y donde el Estado es dador de planes y AUH”. 

“Todo empieza en 2001 con los planes Jefas y Jefes, que se fueron ampliando y hoy es un monstruo. Parte de los recursos que el Estado debería poner en la producción, en bajar la presión impositiva se va en la seguridad social. Cuidado: porque es una política, la del pobrismo, que permite contener a los sectores y utilizarlos electoralmente”, disparó. 

Y agregó: “En un país que va a tener 50% de pobreza el que tiene el poder del Estado está en condiciones más competitivas para ganar elecciones. No hay que ser ingenuos ante este modelo. La pérdida de los sectores medios es una preparación para la consolidación de un proyecto de poder: el Estado a cargo como gran padre protector, algo parecido a lo que experimentamos en esta cuarentena”.   

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Y aprovechó para criticar duramente el aislamiento social y obligatorio. “Esta cuarentena larguísima, casi boba, donde la gente ha sufrido muchísimo. La verdad que los muertos que anunciaron no aparecen. 2.300 muertos es doloroso para quienes perdieron un familiar, pero en términos de estadística, el daño que ha hecho esta parálisis económica de más de 125 días…”, dijo. 

“Esta cuarentena interminable, con restricciones casi absolutas. Es el gobierno de los epidemiólogos, estos fanáticos de la salud que han condenado a la Argentina, un país frágil, a una crisis profunda en lo económico”, ahondó Pichetto. En ese contexto, expresó: “Horacio Rodríguez Larreta ha mostrado actitudes, ha tenido realismo, y ha decidido empezar a abrir para marcar una identidad propia, para que se desarrolle la actividad económica, que se muevan las Pymes. Y que se termine con el espíritu policial: que te saquen el registro… lo conversé con Horacio”. 

En otro tramo de la charla, habló del tema electoral y evaluó: “En la tercera sección electoral es donde se ganan y se pierden elecciones. Y ahí perdimos por más de 20 puntos la elección”. Y agregó: “En 2021 hay que poner toda la carne a la parrilla: hay que recuperar espacios en Diputados y en senadores. Si no hay una buena elección en 2021 no ganamos ni tomamos el poder en 2023”. 

En términos electorales, también repartió críticas. “Hubo mala praxis en la construcción electoral. (Juan José) Gómez Centurión y el señor (José Luis) Espert nos robaron tres puntos. Y (Roberto) Lavagna, que es otro gran de vendedor de humo, nos robó seis puntos, seis puntos y medio. No implicaba ningún voto cambio, fue un voto que la sociedad dispersó. No tuvimos tiempo. No quiero hacer autocrítica, pero algo hay que decir”. 

CP (Fuente www.perfil.com). 


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