OPINIÓN /
El presidente que quería cambiar el mundo
Por Walter R. Quinteros
El 26 de junio, nuestro Presidente por teleconferencia con Lula Da Silva, expresidente de Brasil, le decía que sólo él y su par mexicano López Obrador, querían “cambiar el mundo”.
Mientras tanto, ayer, el líder mexicano se deshacía en halagos al mandatario estadounidense Donald Trump.
Veamos:
Alberto Fernández, decía: “A duras penas somos dos los que queremos cambiar el mundo, uno está en México, Andrés Manuel López Obrador, y el otro soy yo”
Andrés Manuel López Obrador, en Estados Unidos decía: “Usted (Donald Trump) no nos ha tratado como colonia (…) Se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto. Usted nunca ha tratado de imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía”.
Alberto Fernández (ayer): “Siento que el gran secreto para que América Latina pueda asumir el desafío de la post pandemia es que las fuerzas progresistas se unan contra la derecha conservadora”.
Ante el Grupo de Puebla, ayer, Alberto Fernández volvió a exponer su idea de que la clave para superar la crisis es la homogeneidad ideológica en el subcontinente.
”El secreto para enfrentar los desafíos de la post pandemia será tener un progresismo unido en América latina para que no nos quiebre el conservadurismo”.
Salvo Alberto Fernández, los otros integrantes del Grupo Puebla, están fuera de los gobiernos.
A Luiz Inácio “Lula” Da Silva, le decía el 26 de junio que: “Yo no lo tengo a Néstor, no lo tengo al Pepe Mujica, no lo tengo a Tabaré (Vázquez), no lo tengo a (Fernando) Lugo, a Evo (Morales), no la tengo a Michelle (Bachelet), no lo tengo a (Ricardo) Lagos, no lo tengo a (Rafael) Correa, ni a (Hugo) Chávez”. “A duras penas somos dos los que queremos cambiar el mundo, uno está en México, se llama Andrés Manuel López Obrador, y otro soy yo”.
En el mismo diálogo con Lula, Alberto Fernández acusó a Estados Unidos de “romper la Unasur” y de hacer “todo lo posible para que la Celac desaparezca” y además se quejó de que “no conformes con eso, todo el continente fue a correr para que Estados Unidos presida por primera vez el BID”.
López Obrador, o AMLO por las siglas de su nombre, desautorizó ese alineamiento en el primer encuentro con su par estadounidense, durante el cual no escatimó elogios hacia Donald Trump, presidente que se destacó por sus declaraciones especialmente duras hacia México por no controlar la inmigración, amenazando incluso al país vecino con imponer aranceles a sus importaciones.
Alberto quedó en off side.
Andrés Manuel López Obrador, el 9 de julio se reunió en Washington con Donald Trump y le dijo: “Usted no nos ha tratado como colonia, al contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí. Para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto. Nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano”. “Usted nunca ha tratado de imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía. En vez de la Doctrina Monroe, usted ha seguido en nuestro caso el sabio consejo del ilustre y prudente George Washington, quien advertía de que las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”.
Recordemos que la visita de López Obrador se debía a la entrada en vigencia, el 1° de julio, del nuevo tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
Alberto, de política exterior parece que no sabe nada.
Trump, en aquella reunión llamó de “amigo” a López Obrador y a los mexicanos residentes en Estados Unidos como “gente fantástica” y “muy trabajadora”.
Y López Obrador, el otro presidente que quería cambiar el mundo junto a él, según nuestro presidente, decía en Washington: “Fallaron los pronósticos: no nos peleamos, somos amigos y vamos a seguir siendo amigos. Con este acuerdo, con respeto a nuestras soberanías, en vez de distanciarnos estamos optando por marchar juntos hacia el porvenir”.
Alberto quedó en off side.
LGL / Foto: BAE Negocios
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