SEXO: RECOMENDACIONES PARA LEER ESTA NOCHE

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Las relaciones sexuales

Los expertos consultados por La Gaceta Liberal, afirman que mantener relaciones sexuales ayuda en la salud física y emocional de los seres humanos. Además, exponen algunos métodos que nos ayudan en esto.

Veamos;  Diferentes estudios manifiestan que existe una relación entre la actividad sexual y la producción de colágeno.

Las investigaciones se basan en la estrecha relación que guarda la síntesis de colágeno con los estrógenos, hormona liberada al alcanzar el clímax del acto sexual. Esta hormona potencia la cantidad de colágeno producido y, además, mejora su calidad.

De esta forma, se afirma que una vida sexualmente activa potencia la flexibilidad y la integridad cutánea. Es decir, una mayor actividad sexual logra una piel más hidratada, firme y radiante.

Sin embargo, a pesar de que a cierta edad el colágeno puede representar hasta el 25 % de nuestro peso, existen factores que impiden el éxito de su sintetización contínua. Por esta razón, muchas personas utilizan productos para complementar la producción natural de esta sustancia proteínica. No obstante, la actividad sexual se ha convertido en una nueva forma de obtener este resultado.

De acuerdo con la doctora Gloria G. Brammer, cuando tienes relaciones sexuales la producción de colágeno aumenta. Esto evita la flacidez y las típicas manchas en la piel que se desarrollan durante el envejecimiento.

Además, tener relaciones sexuales consigue una mayor oxigenación, lo cual permite eliminar toxinas, de esta manera conseguiremos una piel más brillante y la libraremos de impurezas gracias al sudor. Esto actúa como una especie de “limpieza facial”, pues cuando sudas limpias la suciedad y demás residuos que no logras sacarte durante el día.

Brammer menciona que “las mujeres se vuelven menos sexuales a medida que envejecen y llegan a la menopausia debido a que poseen menos hormonas”. En consecuencia, la firmeza de la piel disminuye y ocasiona sequedad en la misma.

Sin embargo, al practicar sexo regularmente o cualquier tipo de ejercicio, aumentamos el flujo de circulación y mantendrá en buen estado sus niveles de sangre y oxígeno. Por lo tanto, los vasos sanguíneos del rostro se expanden y brindan más rubor a la piel, lo que evitará la resequedad en la piel.

Asimismo lograremos mantener de forma regular los niveles hormonales como, por ejemplo, el estrógeno, hormona que cumple un papel clave en la hidratación de la piel. Esto se debe a que mejora la circulación de la sangre, trabajando más eficiente y otorgándole la humedad que necesita para mantenerse saludable.

Adicionalmente, la práctica regular de sexo disminuye los niveles de cortisol, hormona del estrés que aumenta los problemas cutáneos como el acné. En ese sentido, mantener relaciones sexuales y establecer una buena alimentación e hidratación puede otorgar excelentes resultados en la piel. Si además aplicas productos hidratantes en el rostro disminuirá la creación de arrugas y flacidez en la dermis. 

Los masajes

Hay muchas maneras de acercarse a un momento erótico, y los masajes trazan uno de los caminos que ofrecen resultados de gran eficacia. ¿Hay alguien que se resista a esta práctica? La respuesta seguramente sea “no”, y eso se debe a que involucra una gran cantidad de caricias en distintas partes del cuerpo —Nos dice la Dra. Sexual—.

Si bien también suelen cumplir una función relajante e incluso terapéutica, al aplicarlos a la intimidad sin duda se transformarán en un método de comunicación exento de palabras que despertará múltiples sensaciones. Además, establecerán un nivel de intimidad emocional entre ambos que trascenderá la mera atracción física.

Por otro lado, los masajes promueven un “clima” amoroso, reafirman la confianza mutua, potencian el deseo y ayudan a prolongar el orgasmo.

El masaje erótico es una buena estrategia especialmente para aquellas parejas que se conocen en profundidad, ya que cada uno sabrá cuáles son los puntos más sensibles del cuerpo de su compañero/a, y las zonas clave a las cuales dirigirse para proporcionar placer. Aunque quien lo ejerce disfruta el ritual, quien lo recibe estará a punto de tocar el cielo con las manos.

En cambio, en el caso de aquellas parejas que están empezando a conocerse, es una herramienta infalible para ir explorando y descubriendo la sexualidad del otro.

Las fantasías 

Te permiten dejarte llevar por tus pensamientos eróticos y entrelazar la mente, el cuerpo y las emociones. Fantaseando podés llegar a vivir experiencias extremadamente placenteras  —Nos dicen desde la Agencia NOVA—.

Tanto hombres como mujeres fantasean con la misma frecuencia, pero a la hora de profundizar en el contenido, ellas se recrean mucho más. 

A continuación, las fantasías eróticas femeninas más habituales:

-Tanto ellos como ellas sueñan con poder hacer un trío. Sin embargo, entre hombres y mujeres hay ligeras diferencias en el "cómo" y "con quién". Ellos se imaginan siendo el macho alfa entre dos mujeres, que a su vez suelen jugar entre ellas durante la fantasía. Sin embargo, ellas se suelen imaginar acompañadas por dos hombres y no siempre su pareja está invitada a la fiesta.

- El intercambio de pareja real es algo que cada vez está más extendido. Pero el paso previo es, quizá, imaginarlo y fantasear con la idea. Al igual que los tríos, este tipo de fantasías permite compartir juegos con alguien desconocido o con más de una persona a la vez.

- Otra de las fantasías recurrentes en el imaginario erótico femenino, es la que involucra lugares públicos que aportan un plus de peligro. Por ejemplo, el capó de un coche, la playa, el ascensor, el probador de la tienda en la que estás…

- El sexo en lugares públicos y la fantasía se debe al morbo de que nos encuentren, que puedan descubrirnos y observarnos mientras obtenemos placer nos deja en una situación de dominación por encima de la persona que nos observa.

- Una de las fantasías femeninas más habituales pasa por tener relaciones con otra mujer. Son numerosas las teorías que afirman que todos nacemos con una bisexualidad latente, pero que el contexto social y cultural nos reprime. Sin embargo, tener fantasías con otra mujer no significa necesariamente que seas bisexual, sino que la experiencia con una mujer te despierta curiosidad.

(Del equipo de investigaciones de La Gaceta Liberal)


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