TRES NOTICIAS AL CIERRE 28/4/2020

HISTORIAS / HUMOR / TRES NOTICIAS AL CIERRE

El Gringo, lo raro y las rubias


1) El Gringo




Juan Schiaretti, nuestro gobernador, nació el 19 de junio de 1949, bajo el signo de Géminis, es hijo de Dante Schiaretti, empleado ferroviario y militante peronista, quien fue encarcelado durante el gobierno de la Revolución Libertadora. Su madre era Julia Álamo, ama de casa, hija de un criollo casado con una india bamba de La Rioja.

Cursó sus estudios primarios en la Escuela Pública Nacional 95 (hoy Escuela Vicente Fidel López), de barrio Talleres Oeste. Ingresó a los once años de edad en el Liceo Militar General Paz, en 1961, y egresó con medalla de oro al mejor promedio académico de su promoción en 1965 con el título de Subteniente de Reserva. 

Cursó sus estudios superiores en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba, donde se recibió de Contador Público Nacional a los 21 años. Contrae nupcias con una compañera de la militancia, con quien tuvo dos hijos.


Militó en los sectores radicalizados del peronismo de izquierda, siendo uno de los dirigentes universitarios del partido durante el Cordobazo. Es designado miembro del personal técnico de la Dirección de Comercio e Industria de Córdoba, tras la elección del gobernador Ricardo Obregón Cano en 1974. 

Desempeñó los cargos de Secretario de Comercio e Industria de la Nación Argentina, Diputado de la Nación Argentina en tres oportunidades, Gobernador de Santiago del Estero en calidad de Interventor federal, Vicegobernador y Gobernador de Córdoba en la época del Bicentenario de la Revolución de Mayo. "El Gringo", desde 2015 ocupa nuevamente el cargo de gobernador de la Provincia de Córdoba.




2) Vayan a laburar

Eduardo Feinmann se quiso hacer el gracioso con un periodista pero ...

El 17 de este mes, nuestro escritor estrella lanzó su editorial "Laburen muchachos, laburen" en la columna Opinión de este medio. Hoy, Eduardo Feinmann dijo lo mismo: "Que los senadores vayan a laburar, es muy fácil desde la casita con una computadora. Vayan a laburar. Si los médicos puede enfermar y hasta morir atendiendo, ¿por qué un diputado no? Si un enfermero puede ir a atender a la primera línea, enfermar y morir por el coronavirus, ¿qué tienen coronita? Vayan a laburar viejo, el parlamento es esencial ", disparó Feinmann por radio Rivadavia.

"A un cajero de supermercado lo mandás a laburar porque es esencial y a ¿un senador no puede ir a trabajar porque se puede enfermar? ¿Y qué? ¿El policía no, el enfermero no? Dejate de joder", se ofuscó, y apuntó:  "Señora vicepresidente, vaya al Senado a laburar, a laburar viejo, a usted se le paga para laburar, y no desde la casita con la computadora en forma remota".

También comparó: "Qué Argentina rara viejo. Es todo al revés. Si salís a cinco cuadras de tu casa vas preso, si te agarran con una tabla de surf vas preso, si vas dos veces al supermercado el mismo día vas preso; ahora, si estás preso por violar o matar te mandan a tu casa. ¿Es raro todo, no? Cerró.

Como ven, no estamos solos.




3) El último chiste de rubias 

No hay ninguna descripción de la foto disponible.


Un viejo gaucho vecino de Traslasierra, borracho y ciego, viene a Cruz del Eje y entra por error a un bar exclusivamente femenino. Se acomoda en la barra y pide un fernet con coca. La bartender, a quien le da lástima echarlo, le trae lo que le pide, y entonces él le dice:



—¿Conocen el último chiste de rubias?

En el bar se hace de golpe, un silencio total. Entonces la mujer que está sentada a su lado, con una voz cavernosa y de pocos amigos, le explica:

—Mire señor, antes de que usted cuente ese chiste creo que es justo que sepa, ya que es ciego, cinco cosas. Primero, que la bartender es rubia y tiene en la mano, un palo de amasar. Segundo: la patovica de la puerta es rubia y usa una fusta. Tercero: Yo soy una rubia de 1,80 metros, peso 80 kilos, y llevo un cinturón negro de karate. La amiga que me acompaña también es rubia e instructora de lucha libre, y la mujer que está sentada del otro lado de usted es rubia, musculosa, y personal trainer. Ahora, piénselo seriamente gauchito, ¿todavía tiene ganas de contar ese chiste de rubias?

—No, mejor no —responde el viejo ciego—. Con solo pensar que voy a tener que explicarlo cinco veces...

(La Gaceta Liberal)


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