SEIS HOSPITALES SE ADAPTAN PARA EL CORONAVIRUS

LOCALES / Por A. Ferreras y C. Minoldo

En la provincia de Córdoba
Jesús María. El Vicente Agüero, para todo el norte cordobés. (La Voz)

Para el interior cordobés, el Ministerio de Salud provincial dispuso que haya hospitales de referencia, que concentrarán la atención por coronavirus en seis regiones: son los ubicados en Río Cuarto, Villa María, San Francisco, Santa María de Punilla, Jesús María y Mina Clavero. En todos están en marcha adaptaciones para sumar camas de aislamiento, entre otras obras.

El hospital Pasteur de Villa María, por ejemplo, se dividió en dos para sectorizar las camas y habitaciones a ocupar por pacientes afectados por el Covid-19. Lo mismo hizo con su personal, al que readecuó en sus roles para responder a la nueva contingencia.

“Vamos a depender mucho del volumen de gente, tanto en lo público como en lo privado”, estimó el director del hospital, Sergio Arroyo.

La duda que se percibe en los pasillos es cuánta gente podrá demandar atención. “Vamos con la máxima capacidad posible. Pero no se puede saber hasta que no pase”, apuntó.

El vicedirector Pablo Valle citó que se puso en marcha “un plan B” para atender sin interferencias la demanda habitual de otras patologías. Así, a partir de ahora un equipo de 50 médicos atiende ya en distintos grupos a lo largo de 12 horas diarias todo tipo de prestaciones, por el ingreso principal.

Los pacientes con síntomas febriles, en cambio, ingresarán por la zona de guardia, a un espacio exclusivo, con personal específico y separado del resto del hospital.

Los equipos de salud llevan varias semanas de capacitaciones sobre el nuevo virus, cuentan los médicos.

El sábado pasado, por caso, los dos pacientes que había con coronavirus fueron dados de alta y no había casos sospechosos internados.

En total se contará con 41 camas para coronavirus, de las que 20 serán para pacientes críticos.

Valle dijo que cada cama significa contar con médico, bioquímico y enfermera que se ocupe de ese paciente. También aseguró que los insumos ya están garantizados por el Ministerio de Salud.

Entre los trabajadores entienden que se tomaron las previsiones. “Si la curva de casos va creciendo gradualmente, estamos preparados. El problema será, como en todos lados, si hay una saturación del sector público y del privado, con muchos casos a la vez”, estimó Leandro Parnisari, delegado del gremio SEP.

“Nos preocupa que el aislamiento social se respete a medias. Porque si se produce un brote abrupto, no podremos dar respuesta”, opinó.

El gremialista confirmó que se incorporó más personal y que se cuenta con una base de datos de profesionales de toda la región para ser convocados de urgencia en caso de vacantes por los que eventualmente deban solicitar licencia o requieran su propio aislamiento.

Desde UTS, el otro gremio de la salud, el delegado Jorge León planteó que no todo el plantel de enfermería recibió la ropa adecuada. Contó que algunos se la compraron, pero apuntó a la vez que “barbijos y guantes hay en cantidad y en calidad”.

Otras fuentes del hospital dijeron que no se justifica para todo el personal la misma indumentaria.

Un hospital, para todo el norte

El hospital Vicente Agüero, de Jesús María, por estos días se parece poco y nada al habitual. Suspendidas todas las atenciones de especialidades y muy limitadas las de urgencias, se ve un escaso movimiento.

Si lo usual es que haya filas de pacientes esperando desde muy temprano, hoy parece casi un desierto. Es que muchas de sus prestaciones quedaron de lado para concentrar su función como centro de referencia de coronavirus para una muy amplia región del norte cordobés.

En los pasillos, el plantel de personal parece oscilar entre la inquietud por lo que podría venir y la tranquilidad en el “mientras tanto”.

Un médico del servicio de cirugía graficó: “Hemos reprogramado intervenciones, nos sacamos todas las que teníamos de urgencia, los otros casos urgentes los estamos derivando a Córdoba y nos estamos preparando para, si llega el momento, montar guardias en doble turno”.

Hasta el fin de semana, sobre 16 casos sospechosos de Covid-19 atendidos, se internaron seis y sólo uno se confirmó como positivo. Ese paciente continúa en una sala de aislamiento, en evolución.

El director, Ricardo Zoldano, señaló que habrá como dos hospitales en uno. “Vamos a cambiar todo. Los consultorios externos se convierten en guardia para todo otro caso que no sean los febriles. Y por un ingreso diferente quedará el área de maternidad con su personal propio y sin contacto con el resto. Para los febriles no sólo nos preocupa el coronavirus sino también el dengue”, señaló.

Ahora se duplicará la cantidad de camas para aislamiento (actualmente hay 18), que se sumarán a las de terapia intensiva, para llegar a 48 en total. “Hemos sumado siete médicos, cinco enfermeras y una bioquímica. Estamos bien aprovisionados, pero cuidando el material, haciendo por ejemplo que rinda el tiempo de uso de los barbijos ”, completó Zoldano.

Mientras, el personal médico y de enfermería se pregunta por lo que vendrá.

Más profesionales de la salud para el país

En el país se manifiesta la necesidad de profesionales de la salud, incluido personal de terapia intensiva, kinesiólogos, enfermeras y enfermeros. “En el caso de especialistas no contamos con la cantidad suficiente. También se requieren equipos de reserva. Se logró un consenso con la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva para incluir a otros especialistas”, dijo el secretario de Calidad en Salud de la Nación, Arnaldo Medina.

(Con información de La Voz)

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