CRUZ DEL EJE: SE CAVARON SU PROPIA FOSA

LOCALES / OPINIÓN / por Walter R. Quinteros

Otra medida desafortunada





En las "Noticias al cierre" de ayer, hacíamos referencia a una nota del Dr. Pablo Olmos, Abogado y Periodista que nos señalaba la fosa común, abierta en el cementerio San José de esta ciudad, para nuestras posibles víctimas del coronavirus. 

Creo, que con el estilo que nos caracteriza, la titulamos OMNES MORTUUM TUUM que traducido a nuestro cordobés básico sería "Todos tus muertos". 

Y, si recurrimos a los archivos, le preguntábamos al municipio si, siguiendo el protocolo ya habían designado el terreno en el cementerio para nuestros muertos por el coronavirus. 

Y también por eso de la "Fosa Común", proclamábamos que queríamos ver la libreta escolar del funcionario brillante. 

No hay una editorial que lleve mi firma que no haga referencia sucesivamente, a LAS RIDÍCULAS ordenes que emana la Municipalidad de Cruz del Eje. Y cómo se las da a conocer a la ciudadanía, y cómo los obsecuentes le ponen el micrófono para que diga algo inentendible. 

El protocolo siempre trata de una premisa, como una frase que encontramos en aquella editorial, "Por ahora, preferimos hablar de la vida, no de la muerte”. 

Y que quedaba establecido que: 

La base logística para coordinar el tratamiento de cadáveres funcionará en el Polo de la Mujer y estará a cargo de un coronel del Ejército. En ese lugar se instalarán “depósitos transitorios” (contenedores refrigerantes que generan temperaturas de hasta -25 grados) en caso de que sea necesario. Debe saberse además que el protocolo establece las formas y recaudos que deberán tomarse en cuenta en hospitales, cocherías, cementerios y crematorios en casos de coronavirus. Las medidas también alcanzan a las pertenencias de los fallecidos y los rituales mortuorios, que se reducen al mínimo. Los responsos, velorios, el saludo de la familia y el acompañamiento de allegados en caso de cremaciones o entierros están suspendidos. Publicamos en una de ellas. 

Y, si recurrimos a los archivos, le preguntábamos al municipio si, siguiendo el protocolo ya habían designado el terreno en el cementerio para nuestros muertos por el coronavirus. Queremos ver la libreta escolar del funcionario brillante. 

Grande fue la sorpresa —dice el Dr. Olmos— cuando miembros de la Cooperativa de Servicios Públicos y Sociales Cruz del Eje Ltda. advirtieron que en el terreno que disponen en el cementerio San José de la Ciudad de Cruz del Eje, estaba trabajando una pala excavadora haciendo una fosa común. 

Y la nota agrega que, La confirmación de que el intendente Claudio Farias había dado la orden no tardó en llegar y fue el Secretario de Gobierno Lescano el que se entrevistó con miembros de la Cooperativa sin dar una solución al pedido de que cesaran con la usurpación. 

Los impulsos testiculares, en un Departamento, declarado hasta el momento "Libre de coronavirus", como el de mandar a hacer una fosa común, lógicamente, altera psicológicamente a aquellas personas temerosas que agazapadas, parapetadas en su casa y calzadas con un barbijo casi permanente, esperan el final de esta tragedia. 

Son ordenes mal dadas, que carecen de fundamento, de dignidad, de sentido común. 

El intendente y sus funcionarios, con esto, se cavaron su propia fosa política. 

Y seguimos leyendo que: Mas allá del hecho delictivo que configura la usurpación del inmueble esta la decisión de enterrar a las víctimas de la pandemia en una FOSA COMÚN, muy distinto a las tumbas preparadas en San Vicente en Córdoba, acá estamos ante un enterramiento masivo y desordenado, donde no se respeta la individualidad del fallecido. 

Un municipio, que recibe hasta barbijos y máscaras, todo de arriba. Todo donaciones. Que anuncia como un logro, como una "gran obra", haber pintado circulitos amarillos en la entrada del CIC, o haber encendido el arbolito de Navidad. 

Demás está decir que siempre estuvimos acertados. Esta administración deja mucho que desear. Y contabilizamos que en cinco años, lo único que cumplió, fueron cinco años. Nada más. 

Errores tras errores, desaciertos a montones, falta de credibilidad como para hacer dulce. 

Debiéramos donarles, entre todos, el formulario de renuncia al cargo, porque ha quedado a la vista de todos, que no basta con saber bailar cuarteto. 

Basta con leer solamente, mis editoriales anteriores para ver que le venimos contando las costillas a funcionarios incapaces. 

No alcanza con decir que uno es, sino parecer que es. 

(LGL)



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