DE-LOVELY


CULTURA / Por Walter R. Quinteros

Cine del bueno en la televisión

De-Lovely (2004) Película - PLAY Cine

El efecto coronavirus, esa cosa de permanecer aislados en el domicilio, hace que algunos miremos con cierto cariño a la programación de películas y, un canal nos sorprende con la puesta de De Lovely. 

Esta película musical nos permite husmear la biografía del músico Cole Porter (Cole Albert Porter  nacido en Peru, el 9 de junio de 1891 y que falleció en  Santa Mónica, California, 15 de octubre de 1964). Porter fue un reconocido compositor y letrista de música popular estadounidense, autor de más de mil canciones. 

Sinopsis

Interpretado por Kevin Kline, Porter es conducido por un desconocido, Gabe (Jonathan Pryce), a un teatro donde disfrutará de una obra muy especial, aquella en la que se representa su propia vida. Por el escenario pasan cuantos amigos, familiares y momentos memorables –otros no tanto- como el artista puede recordar, en especial destaca un personaje: la que fuera su compañera y esposa, Linda (Ashley Judd).

Cole y Linda se conocieron en París, allá por los años 20, y desde entonces permanecieron juntos, luchando contra toda vicisitud. El cantante sabía de su gusto por las fiestas, la música y las mujeres y desde el principio advirtió a Linda de la posibilidad de que nunca se entregara por completo. Sin embargo, ella decide hacer caso omiso a su advertencia y permanece a su lado con todo lo que ello significaba. 

La especial relación que existía entre Cole y su esposa Linda. 

Del compositor se conocía su “afición” por los hombres. Su esposa lo sabía y parecía no importarle siempre y cuando fuera discreto, algo que no entraba en los planes de Porter. A pesar de todo, Cole amaba realmente a su mujer, era un amor especial, diferente, más allá de la atracción física. 

Linda era su musa, su inspiración, su amuleto. Cole no alcanzó realmente el éxito hasta que ella apareció en su vida. Era una mujer con una gran vista para el arte y el talento.

En favor de la película hay que decir que no es el típico musical de escenarios y trajes majestuosos, siempre luminoso y alegre. De-Lovely cuenta la vida de un hombre y, por tanto, hay momentos de felicidad y de éxito pero también de desgracia, momentos que el director ha querido reflejar en la cinta para contar con fidelidad la vida del compositor que terminó sus días rodeado de desdicha.

Dirigida por Irwin Winkler, esta película no es de las llamadas "comerciales", ni de la que se haya hecho una gran campaña de publicidad y que, seguramente muchos de nuestros lectores ni siquiera hayan oído hablar de ella, pero Winkler el director, recurre a convocar a estrellas del mundo de la canción, que aparecen en la pantalla interpretando algunos de los inolvidables temas de Porter. 

Robbie Williams, que interpreta It’s De-Lovely, canción que da nombre a la película.
Alanis Morissette, Sheryl Crow, Mick Hucknall, de Simply Red, Diana Krall, Elvis Costello, John Barrowman y Natalie Cole, entre otros.

Pero no nos quedemos con la música de por si, excelente, la fotografía de Tony Pierce-Roberts nos regala maravillosos paisajes de las ciudades en las que vivió Porter, como París o Venecia. 

Para cerrar, la interpretación de sus dos protagonistas, la que podemos calificar de excepcional. Kevin Kline y Ashley Judd. A Kline le vemos tocando el piano, cantando y bailando. De pequeño había estudiado piano y composición y, para la película, estuvo preparándose durante nueve meses, perfeccionando sus conocimientos de piano y entrenando su voz para cantar los temas de la película en directo en el mismo momento del rodaje. Ashley Judd también nos deleita con su voz. Por eso fue calificada por la crítica como la más singular y encantadora película musical en muchos años.

Quédese en su casa y mírela. No tiene excusas.

(La Gaceta Liberal)


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