Luego de algunos chispazos entre los entornos de Cristina Fernández de Kirchner y Gabriela Michetti, por ver quién le tomaría juramento a Alberto Fernández el 10 de diciembre, finalmente la vice saliente aceptó el deseo de la próxima presidenta del Senado en un gesto de buena voluntad, aceptó ante el pedido de CFK.
Cristina quiere presidir la sesión especial de parlamentarios de ambas cámaras y tomar juramento a su compañero de fórmula, algo a lo que Michetti se opuso en principio.
Según establece la Constitución Nacional en su artículo 93, las autoridades electas deben prestar juramento "en manos del presidente del Senado", por lo que, basándose en ello, la vicepresidenta saliente, en consecuencia presidenta de la Cámara alta, considera que deberá encabezar la Asamblea y la jura de la fórmula presidencial.
No solo que desde Cuba le arma el gabinete a Albertito, sino que la caprichosa pretende asumir primero la vicepresidencia de manos de Michetti, para luego quedar al frente de la Asamblea y avanzar así con la jura del nuevo presidente constitucional.
O sea, revisar los hilos de la marioneta.
Al parecer, la dirigente del PRO aceptó, y se ahorró un nuevo papelón institucional, luego de lo sucedido cuatro años atrás, cuando Federico Pinedo asumió la Presidencia de la Nación por 12 horas.
La Constitución Nacional, parece escrita en papel higiénico.
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