ADIOSES




El presidente Mauricio Macri recibió ayer en la Casa de Gobierno a los jefes de los estados mayores de las Fuerzas Armadas, acompañado por el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y los secretarios general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.


El encuentro se llevó a cabo a partir de las 10 en el despacho presidencial con la asistencia del jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Bari del Valle Sosa; del Ejército, teniente general Claudio Pasqualini; de la Armada, almirante José Luis Villán, y de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Amrein.


Durante la reunión, el jefe del Estado, previo a despedirse de la conducción de las instituciones castrenses a 13 días de terminar su mandato presidencial, les agradeció la gestión desarrollada en los últimos años y "la capacidad demostrada" en la gestión.

De sueldos ni hablar.

Pero parece ser que por estas horas, la única obsesión del presidente Mauricio Macri es la elección en el club Boca (Jeta) Juniors. 

Es como que estaba en otra cosa...

Algunos recuerdan cuando el domingo 10 de noviembre, cuando Evo anunció que renunciaba, Alberto Fernández llamó a Macri para ver qué posición tomaría el Gobierno y qué rol tendría la embajada argentina en La Paz.

Vean este "detalle"

Según cuentan en las nuevas oficinas de Fernández en Puerto Madero, Macri no tenía muy claro qué haría y al parecer lo preocupaba cómo proceder en caso de que pidieran la detención de los funcionarios de Morales que estaban resguardados en la embajada argentina. Con mucha más cizaña, sostienen que Macri ni siquiera sabía que la embajada estaba cerrada. Dicen que tuvo que cortar para preguntarle al canciller Jorge Faurie y lo volvió a llamar para confirmarle que, efectivamente, estaba cerrada. En el equipo de Fernández no se conforman con haberle ganado la elección, también buscan humillarlo.

Mudanzas...

A pesar de este conflicto en la región, las últimas semanas del Presidente transitan en modo relax. Está más activo en responder los WhatsApps que le envían y hasta se sumó a grupos nuevos. El martes 5 se quedó a jugar al bridge con sus amigos hasta las 2 de la madrugada en el departamento de uno de ellos, porque desde que falleció Franco, su padre, ya no se juega más en la casa de él, en Barrio Parque. 

La novedad con su viejo departamento de la Avenida Libertador, esquina Cavia, es que el mes pasado fue vendido a una mujer de identidad reservada quien lo habría pagado alrededor de 3 millones de dólares. Al menos a ese precio lo estaba ofreciendo la primera dama Juliana Awada. Es el mismo departamento donde vivió hasta este año Gustavo Arribas, el broker de jugadores de fútbol que manejó a los espías argentinos durante la gestión de Macri. 

Pensando en el futuro...

En el horizonte más cercano, Macri tendrá frentes de distinto tipo para prestar atención: uno será el judicial con todas las causas que lo tienen en la mira y sobre todo con las que podrían llegar tras el 10 de diciembre. En su equipo legal sostienen que la gran mayoría de esas denuncias –superan las 100– serían estériles y ni siquiera llegarían a investigarse. Eso también dependerá de la voluntad de los jueces federales de Comodoro Py. 

Otro juicio que ocupará su atención es la sucesión por la herencia de su padre Franco y que se tramita en el fuero civil. De ese trámite también participa Alejandra Macri, una de las hijas que Franco no quiso reconocer, pero que la Justicia lo obligó. En la familia Macri sostienen que los bienes de Franco se repartieron hace muchos años y que solo quedaron algunas pocas cosas. En la familia de Alejandra hay más expectativa.

Dicen que desde que perdió la elección, el Presidente está mejor de ánimo y que hasta llegó a afirmar que el hecho de que haya ganado Fernández fue un alivio, porque iba a ser muy difícil gobernar en un contexto local con recesión, inflación, devaluación, pobreza y desempleo, sumado al clima regional que estaba camino a la ebullición de estos días, con las crisis de Bolivia, Chile, Ecuador y ahora Colombia.


Relajado y con menos preocupaciones, podrá dedicarles más tiempo a sus amigos, como ya lo hizo en Córdoba y, al bridge.

Hasta el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio le recordó que: "Alguien dijo que el que perdiera la final (Madrid 2018) iba a tardar 20 años en olvidarla. Le aviso que le quedan 19 años al que se alegró el otro día por haber tenido un buen fin de semana". 


Tomá.

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