SE VOLVIÓ UNA COSTUMBRE





Otra vez, River. 
Y de nuevo contra Boca. 
El muñeco Gallardo y sus jugadores vuelven a hacer historia. 
Como una pesadilla para el Xeneize, que sucumbió nuevamente ante El Millonario, por quinta vez desde que lo dirije Gallardo.

River es finalista de América y va por su quinta Libertadores ante Gremio o Flamengo.

"Sabemos ponernos el overol. Este equipo sabe adaptarse", había dicho Gallardo antes del partido. Fue una señal. Avisaba que era Boca el que debía hacer el gasto. Y River tuvo que arremangarse y jugar distinto, para hacer valer el 2-0 de la ida en el monumental.

Boca, con menos luces que un zaguán, pero dejando el alma en cada jugada, apretó y buscó.
Lo intentó con Tévez, Salvio y Wanchope Abila. Almendra las peleó a todas en la mitad de la cancha y Andrada jugó más de líbero que de arquero.
River, sin transpirar, mostró poco de Nacho Fernández y del pibe Palacios, algunos destellos de De la Cruz y la solvencia de Pinola Martínez Quarta y Armani. Nada más.

Alfaro quemó las naves, puso toda la carne en el asador a los 15 del segundo tiempo, con Zárate y Hurtado para refrescar el ataque. Sin una mísera idea clara que no fuesen los centros para algún cabezazo y, aprovechando algunos fallos a favor del la lamentable actuación del árbitro Wilton Sampaio

Y allá fue Boca apelando a los envíos aéreos: fórmula que le dio el 1-0 después de que la bajara Licha López y la empujaran entre Mauro y el venezolano Hurtado.

River no estuvo en su noche más inspirada, pero supo jugar con calma y aguantar con sus experimentados jugadores como Enzo Pérez, Pinola, Casco, Armani y los pibes que juegan como grandes como Montiel y Martínez Quarta. 

Así, el Napoleón Gallardo y su tropa que juega de memoria eliminan otra vez a Boca en un mano a mano, a poco menos de un año después de la final en Madrid. 

Se volvió una costumbre. 

River ahora va por el bicampeonato de América. Por su quinta copa Libertadores.

La alegría para Boca la dio el delantero venezolano Jan hurtado, que a los 35 minutos del segundo tiempo, anotó el único gol del encuentro, un triunfo que no le alcanzó, debía hacer otro para llegar a los penales. Y un tercero para evitarlos.

Y River jugará su séptima final, la segunda seguida, de esta Copa Libertadores, frente al ganador de la llave brasileña que hoy miércoles definirán en Río de Janeiro Flamengo y Gremio de Porto Alegre, cuyo partido de ida terminó 1-1.

Esta será la primera vez que la final del certamen se jugará a un solo partido, el sábado 23 de noviembre en Santiago de Chile. Por ahora.

Pero queda algo para destacar, los hinchas xeneizes alentaron todo el partido y lejos de generar desmanes reconocieron el esfuerzo de su equipo, que le sobró actitud durante los 90 minutos y pese a la tristeza por la eliminación, aplaudieron de pie a los jugadores.

El jugador número 12 jugó su partido y no alcanzó, pero nadie puede reprocharle nada a los futbolistas y mucho menos a los hinchas. 

En el análisis final, River lo ganó en los primeros 90 minutos, allí, y haciéndole precio a Boca, definió la historia. 

Se volvió una costumbre.

Elgor Dito Alarco / Quiénes & Porqué / Deportes / Foto Marcelo Carroll

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