El presidente Mauricio Macri continuó con su recorrida por el país en el marco de la campaña nacional del “Sí, se puede”, en la que recorrerá diversas ciudades previo al 27 de octubre. Ayer, al mediodía, se presentó en el Parque O’Higgins de la provincia de Mendoza, en donde fue recibido por el gobernador Alfredo Cornejo y por el gobernador electo Rodolfo Suarez. Al mandatario lo acompañó su mujer, Juliana Awada.
“Nos unen muchas cosas, dijo. Primero: queremos todos juntos cuidar la democracia. Queremos vivir en paz. Creemos en la honestidad. Queremos respetar al otro. Queremos vivir en libertad. Queremos construir y no destruir. Queremos un futuro mejor para nuestros hijos. Y jamás bajamos los brazos. Y decimos no a la impunidad”, expresó el Presidente, quien saludó a las distintas localidades mendocinas y ante un cartel que no llegaba a leer sostuvo su postura contra el aborto: “¿Qué dice ahí? No veo, no veo. ¿Qué dice? Ah, claramente a favor de las dos vidas. A favor de las dos vidas”.
“No sé cómo expresarles lo que siento. Verlos acá me llena el corazón, me llena el alma. Estamos todos contentos, felices de estar acá con ustedes, porque lo que nos están haciendo sentir acá es que nosotros, los que estamos acá, no nos resignamos. Creemos que hay una Argentina mejor para todos. Está mucho más cerca de lo que hoy podemos ver”, manifestó un Presidente eufórico frente a una plaza colmada por una multitud que decidió acompañarlo en su último acto del fin de semana.
Antes de eso, Cornejo había indicado que: “Quiero pedirles a los mendocinos un voto categórico el 27 de octubre para Mauricio Macri. Y quiero decirles para los pesimistas de siempre. Para que nos quieren bajar los brazos: sí, se puede. Y se puede ganar la elección nacional porque en Mendoza se pudo”.
Y Suarez -en su rol de gobernador electo- también habló ante la gente: “Nos tenemos que involucrar, tenemos que participar, ir a buscar al pariente, al vecino, este es el rumbo que tiene que seguir la Argentina”.
Macri, por su parte, sostuvo la necesidad de convencer “a cada amigo, a cada familiar, a cada compañero de trabajo que comparte nuestros valores pero que hoy por ahí está enojado por esta realidad económica que tenemos que enfrentar. Y hay que decirles que viene el alivio, que viene el crecimiento y que tenemos que seguir juntos”.
Al fin, Macri tomó partido: se inclinó por el "pañuelo celeste", el de la defensa de las dos vidas.
El presidente había mantenido conversaciones con la Conferencia Episcopal y con grupos evangélicos, y en esos cónclaves religiosos ratificó su posición en favor de “las dos vidas” sin arrepentirse de haber abierto el debate parlamentario. Se supo.
“Hace 35 años que venimos postergando un debate muy sensible, que como sociedad nos debemos: el aborto. Como dije más de una vez, estoy a favor de la vida, pero también estoy a favor de los debates maduros y responsables que, como argentinos, tenemos que darnos", dijo en la apertura de sesiones del 2018.
Y en privado, habló varias veces. De hecho, el Presidente ya fue explícito el pasado 27 de agosto cuando se reunió en la Casa Rosada con la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina. Ante el presidente de la CEA, monseñor Oscar Ojea, el vicepresidente 1º, cardenal Mario Poli, y el secretario general, monseñor Carlos Malfa, y sin que se lo preguntaran, Macri arrancó el encuentro dando cuenta de su posición al respecto.
Tal vez conciente de la importancia que el asunto tiene para la Iglesia Católica y de la prudencia con la que se mueven los obispos en ámbitos políticos en torno a este tema, no esperó que se lo preguntaran para hablar al respecto y terminar con cualquier fantasma.
Trascendió, además, que la misma postura tuvo el Presidente cuando el pasado 12 de setiembre se reunió con los líderes de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), pastores Rubén Proietti y Jorge Sennewald, la federación mayoritaria de iglesias evangélicas en el país.
Como el encuentro con la ejecutiva de la CEA, este tuvo el objetivo analizar las medidas orientadas a reforzar la ayuda a los sectores más vulnerables en medio de la crisis económica, pero Macri sabía que ACIERA tuvo la más activa participación en la movilización que se realizó en agosto de 2018, después de la media sanción del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que se votó en la Cámara de Diputados y antes de que se debatiera en el Senado, y también se adelantó abordando el tema, sin esperar que se lo pregunten.
Otra ocasión en que se refirió al tema fue después de las elecciones locales en Santa Fe, donde Amalia Granata fue elegida como diputada provincial, Macri se reunió con ella en la Residencia de Olivos y, al salir, ella declaró que “me dijo que era pañuelo celeste, como yo”.
En las encuestas que se conocieron el año pasado, en medio del debate, las posiciones a favor y en contra dentro del electorado de Cambiemos se repartían en forma proporcional, 55% a 45% según la analista Mariel Fornoni de Managment&Fit, consultada por Infobae para esta nota, pero “se trata de estudios realizados con otra base de sustentación de electores", antes de la llegada de Alberto Fernández al escenario electoral. “A priori creo que salir ahora es riesgoso y tarde”, dijo.
Por su lado, Shila Vilker, de la consultora TresPuntoCero, aseguró que "más de dos tercios de la población está a favor de la legalización del aborto (72%) o al menos a favor en ciertos casos puntuales (39.5%). En cambio, hay un 25.5% que está en contra. También aseguró que “hombres y mujeres aprueban y desaprueban por igual, pero son los jóvenes el núcleo duro de apoyo a la legalización del aborto”.
Sin embargo, el dato más llamativo es que “dos tercios de la población no se sienten identificados con ningún pañuelo (67.8%)”. Y solo 16.7% se declara “pañuelo verde” y 10.1% pañuelo celeste, en tanto 5.4% no sabe o no contesta.
Es probable que el Gobierno, teniendo en cuenta que el 16 por ciento que se declara verde no votará por la fórmula de Juntos por el Cambio, esté decidido a asegurarse el 10 por ciento que se manifestó celeste, buscando dar un mensaje claro y sin ambigüedades a los 642.662 electores que votaron por Juan José Gómez Centurión.
Es que buena parte de ese 2.63% en las PASO, que fueron hegemónicamente “celestes”, ya estarían dispuestos a votar a Macri, solo necesitarían un mensaje más claro de su parte.
Fuente: Infobae / Foto: ciudadanodiario
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