LO QUE EL DEBATE NOS DEJÓ


Organizado por la Cámara Nacional Electoral, y con el mismo formato rígido que el domingo anterior en el Paraninfo, en este caso el debate fue más intenso principalmente por la actitud de Macri, con otra iniciativa en su búsqueda cuesta arriba de forzar un balotaje. En la introducción y en cada uno de los cuatro ejes temáticos aguijoneó a su rival del Frente de Todos con acusaciones de corrupción, presuntos vínculos con el narcotráfico, defensa de barrabravas y delincuentes, la intervención del INDEC y la utilización de la pobreza. La tensión llegó al punto de que al final apenas se saludaron casi sin mirarse y ya fuera de cámara cruzaron reproches subidos de tono.

MACRI: MÁS SÓLIDO Y CONTUNDENTE
El presidente Mauricio Macri se mostró más agresivo y sólido que hace una semana, aprovechando este último round para intentar descontar la amplia ventaja que Alberto Fernández le sacó en las elecciones primarias. Con contadas propuestas, Macri prometió ajustar los créditos UVA por salarios en lugar de la inflación.  Desde la presentación, Macri mostró una postura más desafiante que en el debate en Santa Fe. "No cambio para acomodarme y tengo un compañero de fórmula que siempre da la cara”, arrancó, y enseguida apeló a su promesa repetida en la campaña para replicar las críticas en materia económica: “Viene una etapa distinta, con crecimiento, empleo y mejora del salario”.  “Nosotros somos distintos. Ellos abandonan a las víctimas del delito. Cuando fue Fernández jefe de Gabinete llegamos a importar 20.000 kilos de efedrina por año. Nosotros no transamos con la droga. Así son ellos, no van a cambiar”. En el tema -Empleo, Producción e Infraestructura-, “La obra pública era una matriz de corrupción. No cambian más. Con el precio de una autopista kirchnerista nosotros hacemos dos”, golpeó Macri, y enumeró las condenas a Julio De Vido, Ricardo Jaime y José López, y en el turno siguiente los departamentos de Daniel Muñoz y la valija de Antonini Wilson. En el siguiente eje temático, Federalismo, Calidad Institucional y Rol del Estado,  “Ya avisaron que van a sacar los recursos a la Ciudad de Buenos Aires. Nos dejaron un Estado sin estadísticas, sin controles y llenos de militantes. Fantasean con una Conadep para juzgar a los periodistas”, aguijoneó el candidato de Juntos por el Cambio. En el último bloque, Desarrollo Social, Ambiente y Vivienda, “Es indignante escucharlos hablar de pobreza al kirchnerismo, la única idea que tuvieron fue ocultarla. Siempre han usado a los pobres”. Sobre el final el Presidente remitió al acto del sábado en la 9 de Julio y aseguró que habrá un tercer debate, antes de un eventual balotaje.


FERNÁNDEZ: SIN SONRISAS
El ex jefe de Gabinete se defendió y contraatacó, en la línea que ya había mostrado en Santa Fe. Alberto Fernández, replicó también con fuertes cuestionamientos al Presidente, con alusiones a los decretos para nombrar jueces de la Corte y beneficiar a familiares, negocios del grupo Macri con la obra pública, conflictos de intereses del actual gobierno, la crisis económica y el aumento de la pobreza. Ratificó sus planes de crear un ministerio de Vivienda, un Consejo de Seguridad y poner en marcha el programa contra el hambre. Agresivo desde el comienzo dijo: “Un Presidente no se debe involucrar en la Justicia, no debe firmar decretos que favorezcan a sus hermanos”, arremetió, e hizo referencia al “dedito” antes cuestionado por Macri como pie para meterse en la crisis: “Mi índice sólo marca errores y señala inconductas. Desocupación, pobreza, inflación". "Ocupémonos de lo importante”. Olvidándose que su "dedito" no señaló errores ni inconductas mientras fue jefe de gabinete del kirchnerismo. Después explicó: la inseguridad a partir de la desigualdad creció en estos años y propuso la creación del Consejo. “Gracias a Dios no nos parecemos en nada. Por mucho de lo que dice el consumo de droga y de marihuana ha aumentado en estos años, eso quiere decir que el negocio está proliferando”. En el tema -Empleo, Producción e Infraestructura-, el ex jefe de Gabinete atacó primero. “La Argentina tiene la tasa de desempleo más alta de los últimos 13 años. Es razonable: el Presidente piensa que el trabajo es un costo”, aseguró, y machacó con el cierre de 43 pymes por día.“¿Usted en el clan Macri no vio la corrupción en la obra pública? Después, cuando su padre murió, nos contó que él era el responsable de todo”. En el siguiente eje temático, Federalismo, Calidad Institucional y Rol del Estado, el postulante del Frente de Todos cuestionó a Macri por proponer dos jueces de la Corte por decreto y “usurpar un cargo” en el Consejo de la Magistratura. “Los argentinos quisiéramos saber qué pasó con los parques eólicos, cómo fue que su hermano terminó blanqueando dinero cuando la ley no se lo permitía, con el Correo”. En el último bloque, Desarrollo Social, Ambiente y Vivienda, el ex jefe de Gabinete apuntó que en el final del mandato de Macri la pobreza rondará el 40%. “Lo único que supo hacer es mentir una y otra vez. La pobreza la multiplicó y lo más grave es cómo multiplicó el hambre”, dijo. “Vamos a ponernos de pie, que en la grieta se queden ellos”. 

CENTURIÓN: EL ORDEN TAN TEMIDO
Juan José Gómez Centurión también priorizó al ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner en sus cuestionamientos. cargó contra los cortes de calles y piquetes. El candidato del Frente Nos, volvió a apelar a su núcleo más duro de votantes. Si en el primer debate había reforzado sus ideas en contra del aborto, ahora apeló a definiciones en materia de seguridad y contra los planes sociales y el asistencialismo. “El problema es el delito y el narcotráfico que instaló estados paralelos”, dijo cuando le tocó hablar de seguridad y le mandó críticas al kirchnerismo. “Los Kirchner liberaron las fronteras y los precursores. Hay que terminar con el narco en la Argentina porque corrompe y daña a los niños”, aseguró. En esa línea, propuso “blindar las fronteras, tener el país 100 por ciento radarizado” y armar “una agencia de lucha contra el crimen organizado”. Fue duro con los cortes de calle y piquetes. “El orden público debe volver a ser un valor”. Otra vez volvió a tener problemas con los tiempos. No tan severo como en el primer debate, que no logró acomodarse ni una sola vez con el cronómetro. “En la semana hablaron de mis tiempos, pero no de mis 20 propuestas. No vengo a ser políticamente correcto”, reconoció en el arranque. Dijo que el kirchnerismo y Cambiemos hicieron crecer el Estado y que no fomentaron el empleo privado. “Desarrollo social no debería hacer asistencialismo”, dijo cuando se mostró contra los planes sociales. También propuso una reforma laboral y dijo que Miguel Ángel Pichetto, vice de Macri, defendió los fueros de Cristina Kirchner en el Senado para que no quede detenida.

LAVAGNA: EL NI SI NI NO, DE LA MESURA
El candidato por Consenso Federal buscó mantenerse al margen de la disputa, habló del desafío de crear dos millones de puestos de trabajo. A diferencia del primer debate, donde hizo un planteo general que fue un espejo de su campaña 'antigrieta', Roberto Lavagna usó sus 45 segundos iniciales para lanzar una advertencia de tono institucionalista: "Los pueblos no tienen una paciencia infinita y lo demuestra el caso de Chile; mejor que asumamos esa realidad". En otras palabras, marcó que el pulso de Chile puede traspolarse al contexto de fuerte crisis en Argentina. El tercer candidato más votado en las PASO, criticado en la primer debate por su falta de carácter, volvió a desarrollar un tono mesurado que le permitió salir de chicanas, hacer ciertas propuestas y caracterizar la crisis económica, pero volvió a desdibujarlo ante sus principales rivales en un formato que le resulta incómodo. En su enfatización de ser moderado en la moderación, Lavagna va perdiendo color. Ya en el primer tópico de seguridad, Lavagna desarrolló su tradicional perfil de la "avenida del medio". Dijo que "ni el gatillo fácil, la mano dura, ni la fascinación de alguna funcionaria por las armas", en lo que pareció una alusión a la ministra Patricia Bullrich. Pero el candidato de Consenso Federal añadió: "Pero tampoco la mano flácida, fofa. Como en el mundo desarrollado, una mano justa, firme, y, en casos extremos, el puño cerrado para defender a los nuestros". En este punto, habló de los delitos de violencia de género ("El que lo comete es un delincuente y debe ser penalizado") y apuntó contra "los que han mirado para otro lado" cuando los casos fueron denunciados antes de que ocurran y no se actuó en consecuencia. En la categoría económica, su carta fuerte, señaló que "sólo en una economía en marcha se puede hablar de empleo, producción e infraestructura". Planteó un programa de "no menos de 200 mil puestos creados al año" y "el desafío de 2 millones de puestos de trabajo en un mandato de 4 años". Insitió con los "ocho años de estancamiento" en referencias a los gobierno K y M. "Es al revés, una economía en marcha es lo único que va a permitir estabilizar las variables fiscales y de precios". Reclamó una "política tributaria y crediticia a favor del interior" y aumento del control sobre el poder de los presidentes, "no importa a quién le toque". Siguió: "Los presidentes han ido avanzando sobre los otros poderes, el Congreso debe recuperar su poder de autoconvocatoria y de control del Estado. "Nuestra sociedad corre el riesgo de acostumbrarse a la pobreza" y volvió a puntar a los gobiernos anteriores: "Ambos confundieron desarrollo social con reparto de planes. El trabajo es el único que dignifica".
Y habló de tres puntos: "Que nadie que tome el poder va a creer que lo va a tomar para siempre. Segundo, que el diálogo, aún defectuoso, sea un componente permanente. Tercero: que el crecimiento del empleo va a ser tomado como un acuerdo básico.  "¡Viva la Patria!".

ESPERT: EL ECONOMISTA A ESCUCHAR
El candidato de Despertar Jose Luis Espert aprovechó el debate presidencial para criticar al kirchnerismo y a Alberto Fernández. De hecho, uno de los momentos más llamativos fue cuando le preguntó de manera directa por la corrupción cuando era jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y luego de Cristina. "¿Usted no vio nada o fue cómplice?", le tiró. También, por momentos, trato de demostrar que Fernández y Mauricio Macri tienen puntos en común. "Abráncense, muchachos. Tan diferentes no son", les dijo. "La cantidad de medidas que ambos han tomado es impresionante: cepo cambiario, default de la deuda, congelamiento de precios”, agregó. También dijo que "son parte del problema". "El presidente dice 'sí, se puede', pero tarde y encima no pudo. Y si Alberto Fernández cumple lo que dice que va a hacer la crisis se va a profundizar". José Luis Espert incomodó con una pregunta al candidato del Frente de Todos y también contra los piqueteros y los sindicalistas. En el tema -Empleo, Producción e Infraestructura-, Espert también apuntó a Fernández con una pregunta. ¿No vio nada? “Cuando tuve diferencias renuncié y me fui a mi casa”, respondió Fernández. “Es difícil de creer”, insistió Macri. Espert también aprovechó para criticar a los piquetes y los cortes de calle y hasta le mandó un mensaje al dirigente social Juan Grabois. Cuidado Grabois, le dijo cuando habló de terminar con las protestas y cortes de calles. También tuvo criticas a la política garantista que encarna, según su visión, el candidato del Frente de Todos. Criticó al ex juez de la Corte Eugenio Zaffaroni por ser el artífice del “garantismo” que deja “libera” a los delincuentes y pidió “bajar la edad de imputabilidad a 14 años con penas de cumplimiento efectivo”. Espert también le pegó duro a los sindicalistas a los que acusó de ir contra la generación de empleo y propuso “democratizar” la representación gremial. Fue durísimo con la corporación sindical. “Son corruptos, delincuentes y hasta partícipes necesario de algún asesinato”, se despachó. En economía, mostró su perfil más liberal. Achicar el Estado y terminar con la coparticipación a las provincias. "Que cada provincia gaste lo que puede recaudar", propuso. Sobre la pobreza dijo: "Nuestro problema con la pobreza es grosero. Para luchar contra la pobreza hace falta crecimiento sostenido. Apertura del mercado y bajos impuestos" para generar empleo.


DEL CAÑO: EN OTRO MUNDO
Se dedicó a disparar contra ambos aunque algo más enfocado en el Presidente, el del Frente de Izquierda propuso una asamblea constituyente, legalizar la marihuana y la elección directa de jueces. El candidato del Frente de Izquierda, Nicolás Del Caño, propuso la legalización del consumo y el autocultivo de marihuana durante el Debate Presidencial que se dio en la Facultad de Derecho de la Ciudad de Buenos Aires. El diputado nacional del FIT sostuvo, a la vez, que está en contra de la baja de la edad de la imputabilidad y la "mano dura", y consideró que en esos temas el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, "quiere igualar a Micky Vainilla", el personaje ficticio creado por Diego Capusotto Del Caño sostuvo que”el fiscal Delgado informó que el 65 por ciento de las causas de las que él está a cargo son para perseguir a pibas o pibes por consumo de drogas”.
“La ilegalidad es el negocio de los narcos, por eso proponemos la legalización integral de la marihuana, para terminar con la persecución de muchas pibas y muchos pibes”, dijo.
Y agregó: “Terminar también con la persecución de los autocultivadores, ya sea para consumo recreativo como para uso medicinal”. 

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