SEPTIEMBRE, EL MES DE LA EDUCACIÓN




Por Walter R. Quinteros

Septiembre, ha comenzado el mes de la Educación en nuestro país. 
Ya muchos medios han publicado breves notas sobre el tema. 
Es un mes que en nuestro país, tiene que ver con la educación.

El 11 de setiembre se conmemora el fallecimiento de Domingo F. Sarmiento y en ese marco el Día del Maestro. 
El 17 de setiembre se conmemora el fallecimiento de José Manual Estrada y por eso es el Día del Profesor. 
El 19 de setiembre es el día del preceptor.
y el 21 es el festejo del Día del Estudiante. 
También en este mes tienen su día bibliotecarios y psicopedagogos.

Dijo la profesora del CUC, Paola Figueroa que:

Somos maestros y estudiantes todo el tiempo.
Desde que nacemos estamos en contacto con alguien que nos va enseñando y mostrando el mundo, nuestra familia. Desde las primeras palabras, hasta los modales y valores de nuestra sociedad se reproducen y recrean en nuestro hogar. Dormir, comer, cepillarnos los dientes, saludar, compartir, cuidarse son algunos de los verbos sinónimos de aprender.

A medida que crecemos se suma a nuestra vida la escuela. Ese espacio en donde junto a otros, pares y adultos, continuamos incorporando nuevos saberes, nuevos valores, nuevas relaciones. La escuela, a medida que crecemos, nos pone en contacto con el conocimiento científico del mundo en toda su diversidad de enfoques y miradas. La biología y la historia, la matemática y la geografía, los idiomas y la lengua, la filosofía, el derecho, la música, el teatro, entre muchos otros.

La escuela primaria tiene en las y los “Seño” el referente de los aprendizajes. El más importante, el de alfabetizarse. Leer, escribir, comprender, resolver problemas son algunas de las habilidades que la escuela en esta etapa, nos deja. La escuela secundaria, a su vez, nos abre al mundo del conocimiento a la vez que nos acompaña en esos años tan especiales y centrales de la vida, como son los años de la adolescencia. Aquí tomamos importantes decisiones que irán configurando nuestro futuro tales como el rumbo de nuestros estudios universitarios. Y aquí no termina. También seguimos estudiando luego de ser profesionales, en las carreras de posgrado.

El sistema educativo, tal como lo conocemos, es una construcción histórica compleja, con vaivenes, idas y venidas que ha supuesto mucho esfuerzo y dedicación de miles de argentinos. Si bien los que lo sostuvieron en las leyes fueron grandes hombres, entre ellos Sarmiento, el trabajo cotidiano, casi invisible, de miles de educadores, de familias que envían a sus hijos a las escuelas, de estudiantes, de preceptores, de directivos, es lo que le da sentido y significado a cada escuela que lo integra.

La vida en sociedad tiene en este sistema, un aliado indispensable. Enseñar y aprender es una tarea de toda la vida. Y en esto, son las familias y las escuelas las que forman personas conscientes de sus derechos y deberes, ciudadanos críticos y felices.

Y como decíamos, somos todos parte, todos responsables de sostener, mejorar y cuidar este sistema educativo. Como una buena brújula, la educación indica el norte del desarrollo y el crecimiento de las personas y las sociedades, favoreciendo el compromiso, la libertad y la solidaridad.

En la “Libreta del Estudiante”, de 1939 encontramos: 
página 14:

Deberes de los alumnos

“Son deberes de los alumnos:
Respetar a sus superiores, dentro y fuera del colegio;
Asistir puntualmente a las clases y comportarse en ellas con aplicación y cultura;
Efectuar los trabajos correspondientes a los cursos;
Observar buena conducta dentro y fuera del colegio;
Cumplir las prescripciones del Reglamento y las que dictare el Rector;
Observar arreglo y limpieza en su indumentaria y persona.

En la página 33, sólo estas palabras y el espacio en blanco, tan elocuente como el silencio:

La Patria necesita de ti.

Cultiva tu espíritu y tu cuerpo para poder servirla como ella se merece.


WRQ / Quiénes & Porqué / Foto: Lavoz.com

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